008.

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008. C H R I S T M A S

elaine prewett

En el castillo habían colgado los acostumbrados adornos navideños, que eran magníficos, a pesar de que apenas quedaban estudiantes para apreciarlos. En los corredores colgaban guirnaldas de acebo y muérdago; dentro de cada armadura brillaban luces misteriosas; y en el vestíbulo los doce habituales árboles de Navidad brillaban con estrellas doradas.

En los pasillos había un fuerte y delicioso olor a comida que, antes de Nochebuena, se había hecho tan potente que siguiendo el olor pudimos encontrar la entrada a las cocinas.

Nuestra salida a Hosgmeade había sido un poco caótica. Gracias a Michelle teníamos 80 puntos menos...

—Me gusta más cuando sólo somos tú y yo—susurró Draco a mi oído. Lo miré con sorna y negué con la cabeza mientras sonreía.

—Desde que hiciste que embarrara las botas de Michelle con barro y a mi trasero le salieran moretones ya no confío en estar a solas contigo—bromeé.

Theodore, quien sólo había escuchado la parte final, nos miró de reojo con los ojos totalmente abiertos.

—¡Aire puro!—grito Michelle frente a nosotros. La nieve caía suavemente sobre nuestros gorros. A pesar de estar congelándome me sentía bien—¿A dónde vamos primero?

—¿Nos separamos para hacer las compras?—preguntó Theodore frotando sus manos.

—Voy con Lia, ustedes si quieren sepárense—se adelantó a decir el rubio a mi lado.

Ninguno de los dos restantes dijo nada más, aunque sus miradas lo decían todo. Se alejaron pero Michelle volteó a unos metros.

—¡Nos vemos atrás de Zonko's!

Asentí con la cabeza y mi amiga me lanzó un beso.

—Por fin libres—murmuró Draco.

Reí ante su actitud, le era difícil admitir que le gustaba estar a solas conmigo.

—Bien ¿A quién le comprarás algo primero?—Draco me miro esperando que fuera una broma— Si vas a quedarte aquí por navidad necesitas regalarles algo.

—Uhm, creí que era sólo a ti.

—No, es un »intercambio«—enfaticé—, tu das un regalo y ellos te dan uno.

—Pff, bien pero prefiero dar una vuelta primero.

No tuve más remedio, obviamente lo acompañé.

—Prométeme que no me harás pasar ridículo frente a mi primo otra vez—murmuré vagamente.

—Ni creas que me voy a disculpar por eso, supéralo.

—Si me gusta tu regalo, podré planteármelo.

Vimos una banca vacía junto a una tienda de zapatos y nos sentamos ahí.

—Le mandé la carta a mi madre avisándole que me quedaré aquí y aún no recibo su respuesta... ¿Tú crees que sea algo bueno?

Me encogí de hombros.

—La lechuza de mi familia suele extraviarse con las cartas, puedo enviar una hoy y probablemente llegue en agosto.

Draco rio.

—Es increíble que ni su maldito búho sea inteligente ... ¡Ey!—golpeé su brazo.

—Basta de insultar a mi familia—amenacé.

𝐆𝐎𝐎𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐍 𝐆𝐎 -𝗱𝗿𝗮𝗰𝗼 𝗺𝗮𝗹𝗳𝗼𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora