041.

182 17 12
                                    

041. C I N N A M O N

elaine prewett

Todo pasaba con tranquilidad, enero se iba acabando, pero el frío era incluso más intenso. Hacer tareas era lo menos divertido del mundo. Extrañaba que Theodore las hiciera por nosotros.

Y hablando del rey de Roma, nuestras manos se encontraron abriendo la puerta de la biblioteca al mismo tiempo. Casi lo insulto por atreverse a rozar su mano con la mía, pero sus distinguidos anillos de oro me hicieron detenerme. Volteé a mirarlo y me sonrió tímidamente, abriendo la puerta por mí.

Relajé mi expresión y acomodé mi bolso sobre mi hombro.

Me dio pase a mí primero y salí, mirando hacia atrás observándolo salir también. Sus ojos tenían ligeras manchas moradas bajo sus ojos.

—Theo—dije suavemente, sintiendo un extraño consuelo al verlo. Él alzó las cejas y me devolvió el saludo con una ligera inclinación de cabeza.

—¿Ya acabaste de estudiar? —preguntó sin detenerse. Aceleré el paso para mantenerme a su lado.

—Más o menos. Me rendí por hoy —respondí con una sonrisa cansada.

—¿Te importa si caminamos? Necesito hablar —susurró, y la preocupación en su voz me hizo asentir de inmediato. Cambiamos de rumbo hacia el patio exterior.

—¿Qué sucede?—pregunté directamente; su expresión era seria, pero supuse tal vez era el estrés de las clases.

Pasó la mano por su cabello y chasqueó la lengua.

—Se alejó otra vez—farfulló; fruncí el ceño, pero entendí a los segundos.

Michelle se había estado comportando extraño últimamente. El indicio más fuerte fue cuando al ingresar a la habitación nuevamente pude sentir el intenso olor a tabaco quemado. Había roto nuestro pacto.

Simplemente lo dejé pasar y nunca me atreví a reclamárselo cuando la escuchaba llegar a ma habitación mientras yo dormía.

Supuse que algo había pasado; llevaba meses sin pasar por algo así, se le veía genuinamente feliz. Sus muslos estaban sanando...

Un revoltijo en el estomago y un fuerte nudo en mi garganta se formaron de inmediato al imaginarme lo que pudiera haber pasado. Michelle solía encontrar la manera de sabotear sus propios momentos felices, como si sintiera que no los merecía.

—Sé que fue por el estúpido de su padre—murmuró; alcé la mirada, su mandíbula estaba tensa y apretaba sus nudillos aunque no ya no tronaran.

—Ella me dijo que no había sido tan malo...—susurré recordando todo lo que charlamos; mi cabeza últimamente solo tenía la lista de ingredientes de un Weedosoros y los veinte hechizos para formar aleaciones...

—Claro, Elaine. Tan bueno que ahora mismo está fumándose una cajetilla entera en la sala común—gruñó; me sorprendió un poco el tono de voz que había usado conmigo. Nunca me habían tratado de forma despectiva, por muy enojado que estuviera.

Solté un "Pff", mientras levantaba las manos con inocencia .

—Tanto tú como yo nos preocupamos por ella. Baja tu tono—exhorté, aunque sin mostrarme tan a la defensiva.

Mi amigo suspiró y asintió.

—Disculpa. Es que... Todo iba demasiado bien, la invité a ir juntos a Hogsmeade el próximo fin de semana y se comportó demasiado grosera—volvió a pasar la mano por su cabeza.

El clima gélido nos golpeó al salir al patio; nos sentamos juntos en una banca y me abrigué lo mejor que puse.

Sabía lo grosera y despectiva que se comportaba con cualquiera que estuviera cerca en uno de sus "episodios", era por eso que alejaba de todos. En el fondo ella no quería ser así con nadie. Michelle temía que nos alejáramos de ella si mostraba su verdadero yo. Era su mayor miedo, perder a los pocos amigos que tenía.

𝐆𝐎𝐎𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐍 𝐆𝐎 -𝗱𝗿𝗮𝗰𝗼 𝗺𝗮𝗹𝗳𝗼𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora