044.

191 21 38
                                    

044. M O R E   T H A N   W O R D S

elaine prewett

Mis cumpleaños siempre fueron sencillos. En casa, celebramos con un almuerzo especial en cada cumpleaños. Después de todo, comer pastel cada vez que alguno cumple años podría volverse aburrido...

Y luego cuando empecé a asistir a Hogwarts mis amigos solían darme un abrazo de feliz cumpleaños. A excepción de Michelle que adora cantarme una canción exactamente a las 12 a.m.

El agua caliente caía sobre mi cuerpo mientras masajeaba mi cuero cabelludo lleno de champú, intentando despejar mi mente.

Pensaba en una buena excusa para no estar aquí esta noche. Draco tiene una sorpresa para mí.

Podía simplemente decir la verdad, pero me avergonzaba admitir que pasaría tiempo con él a solas.

Enjuagué mi cabello y salí de la ducha, sin tardar en secar mi cabello con un hechizo.

Fruncí el ceño al ver un gigantesco formándose en mi frente. Maldita pubertad. Maldita menstruación.

Cubrí mi cuerpo con una toalla y salí del baño, dejando el vapor atrás.

Michelle me miró de soslayo, con un libro entre sus mano; una recomendación de Theodore.

—¿Saldrás a esta hora?—preguntó mi amiga, dejando el libro a un lado.

Rebusqué entre mis prendas buscando algo que me gustara y que me hiciera ver linda. Quiero verme linda.

—¿Puedo decir que "sí" a cambio de que no hagas más preguntas?—le dije, mirándola cautelosamente mientras tomo la ropa que me voy a poner.

Michelle enarcó una ceja y sonrió; asintió, mordiendo su labio inferior para disimular una risa.

—Claro, sweetie. Si no quieres que husmee en lo tuyo, no lo haré—retomó su lectura, aún con una sonrisa en su rostro.

Volví al cuarto de baño a vestirme. Algo me dice que ella sabe perfectamente lo que está sucediendo, pero simplemente prefiere no presionarme.

No entiendo por qué me pongo tan nerviosa cuando se trata de Draco. No tenemos nada que ocultar, pero aun así, se sentía como si lo tuviéramos.

Cerré la puerta detrás de mí y empecé a colocarme una por una mis prendas.

Mi forma de vestir estaba cambiando favorablemente; todas las chicas a mi alrededor lucen femeninas y lindas, yo no quiero ser la excepción.

Mis suéteres tejidos a mano, camisetas holgadas, jeans despintados y tenis sucios iban quedando al fondo de mi armario. En su lugar habían más blusas, camisetas sin estampados y con pequeños escotes, faldas y pantimedias, claramente no podían faltar: los tacones que Michelle me prestaba. Desde que me regalé las botas para navidad, mi amiga me dijo que tenía un par menos que usar y que combinaban muy bien conmigo.

Eran unos tacones simples y con poca altura, de color negro. Clásicos y elegante.

Me coloqué una camiseta de cuello alto color vino, con unos jeans negros junto con mis únicos tacones. Para cubrirme del frío, escogí el abrigo que Draco me prestó el día de la primera prueba; no tuve la oportunidad de devolvérselo.

Arreglé mi pelo lo mejor que pude. Encrespé mis pestañas y pinté mis mejillas con un rubor ligero.

Cuando salí del baño, mi amiga dejo de leer y me miró.

—Te odio por no dejarme preguntar...—dijo en un murmullo, repasando todo mi cuerpo con su mirada—Te he enseñado bien.

Reí levemente y tomé mi bolso más pequeño donde suelo guardar mi walkman.

𝐆𝐎𝐎𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐍 𝐆𝐎 -𝗱𝗿𝗮𝗰𝗼 𝗺𝗮𝗹𝗳𝗼𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora