025.

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025. B E A U X B A T O N S &
D U R M S T R A N G

elaine prewett

Aquella noche tuve que tragar mis palabras, a la mitad de la jornada ya estaba más fuera de mí que cualquier otro día. Se habían burlado de mí porque ¿Quién se embriaga con vino? Yo, evidentemente.

Pero considerando que estuvimos hasta las cuatro de la mañana bebiendo y charlando era obvio que algo me debió de afectar. De todas formas Draco se había encargado de que ninguno de todos los chicos que se encontraban presentes intentara algo conmigo. Su mano en mi cintura era una barrera para todos ellos y aunque aún estuviera molesta con él no iba a negar que agradecía su gesto.

Mi cabeza dolió enormemente al día siguiente, teníamos el día repleto: desde la mañana con historia de la magia, seguido de encantamientos y por último pociones durante dos horas.

A la hora del almuerzo Michelle y Theodore fueron a fumar en los límites del bosque para "Despejar la mente". Yo podía sentir aún el ardor en mi garganta cada que ingería algún líquido.

Durante la semana siguiente todo Hogwarts cambió su panorama, se sentía mucho más la pronta llegada de las escuelas para el torneo.

Lugares que yo creía abandonados se podían ver a elfos barriendo y sacando brillo a cada esquina del castillo. Mis amigos tuvieron que cambiar de escondites para fumar. Todo hogwarts estaba repleto de gente haciendo remodelaciones.

Mi pie golpeteaba en el suelo de madera de la biblioteca, cuando estaba sola mi mente me llevaba a pensar en mi madre. Había enviado una carta el fin de semana preguntándole si todo estaba bien con ella y que había leído "El profeta".

Tuve mucha incógnita de si era o no una buena idea pero no hubo marcha atrás cuando amarré el sobre a la pata de una lechuza.

Frente a mí yacía mi libro de Historia de la Magia en la página 127, odiaba que mi cerebro no pudiera concentrarse y estudiar como era debido... Ya ni siquiera respondía las preguntas en clase.

No veía a Neville más que en clase de Herbología, sentía la mirada de Draco cada que intercambiaba palabras con el Gryffindor.

—Hola—a pesar de su voz calmada me hizo dar un respingo de todas maneras—. Uh, perdón.

Neville depositó un montón de libros en la mesa y me sorprendía que todos esos fueran sobre plantas.

—Vaya, creo que tú estás más obsesionado con las herbología que yo—murmuré cerrando mi libro de texto. No me iba a engañar más, había estado tres horas intentando leer y simplemente no podía.

—Me interesan mucho, son seres vivos como los animales y los humanos pero su anatomía es completamente diferente.

Sonreí con timidez, Neville cada vez se acercaba más a mí y eso me asustaba porque su compañía era muy diferente a la de todos mis amigos... Me hacía sentir miserable y culpable.

—Hola chicos—la voz familiar de mi prima apareció por detrás. Ginny era la chica más increíble que te podías encontrar en Gryffindor... sin importar que fuera menor.

—Hola Gigi—saludé sonriendo aún con más intensidad. Ella era la única que había notado la ¿amistad? entre Neville y yo.

—¿Leerás todo eso?—preguntó mi prima apoyándose en el respaldar de la silla donde me encontraba sentada.

—Supongo que sí—dijo él tomando el primer libro de toda aquella pila.

—¿Le das clases?—preguntó nuevamente pero esta vez refiriéndose a mí y apuntando mi libro de Historia de la Magia.

𝐆𝐎𝐎𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐍 𝐆𝐎 -𝗱𝗿𝗮𝗰𝗼 𝗺𝗮𝗹𝗳𝗼𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora