"No todo lo que brilla es oro; a veces en quien más confiamos, es por quién somos traicionados".
Corro mi rostro para que no siga tocándome, pero con la otra mano sujeta mi cuello casi mandíbula sin ejercer presión solamente para impedir que me mueva.
-Suéltame -pido y llevo mis manos sobre las suyas.
Niega seguro y veo en cámara lenta como se acerca cada vez más, es cuestión de un solo movimiento para que me bese. Quedo estática, hipnotizada por su dominante actitud. Más que física, quisiera tener fuerza de voluntad para salirme de su agarre, porque... Si realmente quisiera, podría soltarme y, ese es precisamente el problema: no quiero hacerlo. Mi cuerpo tiembla, estoy agitada y su aroma cítrico entra con más intensidad a mis fosas. Arsen tiene una postura seria, pareciese que disfrutara de cada segundo de espera. Hasta que siento el cosquilleo en mis labios, ese que indica que ya llegó a tocarlos.
-Arsén -Ambos nos sorprendemos al oír la voz de Crista a unos cuentos pasos-, ti káneis? -habla enfadada y supongo en griego, pone sus brazos en jarra y espera la respuesta. Nosotros continuamos en la misma posición.
-Afíste mas ísychous -responde Arsen cortante y clava sus ojos en ella. Sostiene delicadamente su agarre como si yo fuese a huir.
-O synergátis sas eínai sto domátio, min archísete -habla ella con desespero-, skefteíte to paidí sas, parakaloúme afíste ton eaftó sas na paíxoun -termina y lleva sus manos a la cabeza exasperada.
Por su tono noto que está pidiéndole algo a lo que Arsen niega seguro con la cabeza. Se hace un silencio tenso e incómodo, Arsen suelta su agarre lentamente y tiene un choque de miradas con su madre. Por último suspira y niega nuevamente con su vista en el suelo, frustrado.-Aftó den tha páne kalá -dice para él mismo, da una rápida mirada a su madre y a mí para luego retirarse.
Aun apoyada en la pared me atrevo a mirar a Crista, su rostro está sin expresión y al yo querer articular palabra, levanta su mano pidiendo silencio.
-No quiero saber nada, sólo procuren no involucrar a Evan en esto por favor. Porque las consecuencias de sus juegos las paga el niño -suelta todo junto dándome el sermón de mi vida.
-No sé qué decir -confieso avergonzada.-La espero en la cocina, en unos momentos cenaremos -responde amable como si nada hubiese pasado.
-Claro -respondo y la observo retirarse por el mismo lugar que Arsen.
Ni hace falta preguntar si Liam aceptó cenar aquí, es más que obvio. Antes de ir a la cocina, decido ir al baño, a pesar de ser un día fresco, tengo calor y necesito mojar mi rostro y muñecas. Me miro en el espejo e intento repasar lo sucedido; Arsen iba a besarme, y lo peor es que yo no lo impedía. ¿En qué clase de ser humano me convierto con él cerca?
Regreso a la cocina más tranquila, al entrar tengo la imagen de Crista con Evan en brazos, jugando e ignorando mi llegada, digamos que actuando natural. En cambio Liam y Arsen me atraviesan con la mirada, no sabría diferenciar la una de la otra, se ven iguales, intensas y molestas.
Como si nada pasara, tomo asiento relajadamente junto a Liam y sujeto su mano por debajo de la mesa. Arsen no pierde detalle de mis movimientos, no hace más que una mueca simulando sonrisa y niega ligeramente con la cabeza. Liam sólo me observa a mí y parece ignorar la situación.-¿No te molesta que cenemos aquí? -pregunto en un susurro, se encoge de hombros y niega dudando.
Sí le molesta, pero no ha podido decirle que no a Crista. El rato se pasa con más de lo mismo, charlas sobre Evan. Nos acomodamos en la gran sala y disponemos a cenar. Crista toma asiento en la punta de la mesa, Liam y yo de un lado y frente a nosotros, Arsen y Evan. Cenamos en un silencio sepulcral hasta que Evan comienza a jugar con la comida, la tira hacia cualquier lugar y desde este lado no sé cómo controlarlo.
-¡Evan! -Llama su atención Liam.
El nombrado se detiene y como es costumbre cada vez que Liam levanta la voz, comienza a llorar. Automáticamente me levanto y lo tomo en brazos para que logre calmarse, no quiero dar un espectáculo aquí.
-No debes gritarle así -interviene Arsen una vez que dejó de llorar.
La mesa entera está en silencio, Crista mira a Arsen con sorpresa y a Liam le sale fuego por los ojos.
-Estoy educándolo -replica Liam.
-Pero no debes gritarle, es muy pequeño, no hacía más que jugar -vuelve a responder Arsen y su tono de voz es cada vez más alto, noto que se esfuerza al hablar, como si le costara hablar en este idioma.
Liam pasa saliva y veo cuánto está llamando a la paz. Tomo asiento en mi lugar con Evan en brazos y decido intervenir, esto no debe funcionar así y menos desobedecer a Liam.-No dejamos que juegue con la comida -explico mirando a Arsen, si su mirada pudiese matarme, ya lo habría hecho. A mi lado veo a Liam relajarse un poco por mi apoyo.
-Está bien -responde a desgano Arsen-, pero no quiero que le grite ni lo maltrate -espeta un poco molesto.
-Mira, niño -interviene Liam señalándolo-. Llevo tiempo con Evan, por si no recuerdas yo lo estoy criando, no porque vengas con regalos y sonrisas de un momento para otro vas a tener derechos sobre él, esos debes ganarlos y a un mes de estar aquí no te hace capaz de decir qué puedo o no hacer con Evan, porque también es mi hijo.
Crista abre los ojos en respuesta totalmente sorprendida, yo miro incrédula a Liam y siento temor de ver a Arsen, pero lo hago. Y puedo decir que jamás vi su rostro desfigurado de esa manera, Arsen siempre se mostró dulce y seductor pero nunca vi su lado furioso. Una mueca aparece en su rostro, niega sutilmente y sonríe, toma el tenedor y revuelve el plato para comenzar a reír de forma maquiavélica. La tensión es tan grande que comienzo a temblar, y al parecer Liam también lo está.
-Liam -habla Arsen-, te creía más hombre -espeta y sonríe sin gracia alguna.
Liam lo observa sin expresión y espera a que prosiga, quiero intervenir pero las palabras de Arsen y el comportamiento de Liam me desconciertan.
-Soy tan hombre que estuve en el momento más difícil de Liz y me he hecho cargo de un hijo que no es mío -responde Liam, Arsen sigue paciente, revolviendo y observando el plato.
-Esto no es tema de conversación para una cena -agrega Crista.
-Pienso lo mismo -confirmo.
-Liz -llama Arsen al mismo tiempo que levanta su rostro para mirarme.
-¿Sí? -respondo barra pregunto muy intrigada de lo que pueda querer decirme. Me sonríe amplia y relajadamente.
-¿Recuerdas lo que te conté? -pregunta amable, frunzo mi ceño recordando y niego-. Luego que nos separamos, que al mes regresé... -Asiento recordando la charla, regresó y me buscó, pero nadie sabía nada de mí.
-Lo recuerdo -afirmo y asiento.
-Vámonos -pide Liam a mi lado poniéndose de pie en un instante.
Arsen lo observa y su sonrisa promete problemas, sujeto con mi mano izquierda a Evan y con la derecha a Liam impidiendo que salga del lugar.
-¿Qué está sucediendo? -pregunto confundida al último. Liam me mira y su rostro muestra desesperación.
-No pensé que ibas a caer en un recurso tan bajo -espeta Liam apuntando a Arsen.
-Hablas como si me conocieras, imbécil -responde éste.
-¿De qué están hablando? -pregunto levantando la voz y logrando captar la atención de ambos.
-Nada, ya vámonos -responde Liam, fijo mis ojos en Arsen esperando que él sí me dé una explicación.
-Arsen -presiono y asiente en respuesta.
-Cuando pregunté por ti en la Universidad -habla y vuelve a negar con una sonrisa que oculta molestia-, fue justamente Liam la persona que dijo no saber nada de ti. Él sabía que te busqué y lo calló, y sabía perfectamente donde estabas, podría haberte encontrado pero fue él quien decidió por nosotros.
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Él, prohibido
Roman d'amour"Mi vida era normal, quizás un poco monótona y aburrida. Hasta que aquél griego de tan solo 19 años de edad, hizo temblar el suelo bajo mis pies. Sus ojos de aquel color jade me hipnotizaron y sus palabras me cautivaron. Jamás pensé que podía enamo...