Cap. VIII dudas que despejar.

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( 2 de Junio de 1985)

Aquellas tres jovencitas que eran un manojo de nervios a punto de presentarse en el escenario, ninguna de las tres imaginaba a lo lejos que llegarían y mucho menos el precio que tendrían que pagar por la fama, como sacrificaron amor o vivirlo a escondidas, para que sus carreras no se vieran afectadas y mucho menos sus vidas.

En la casa Lascurain Don Alfonso y don Oscar esperaban en la sala de la casa a las jovencitas para llevarlas al programa donde debutaría ante el ojo público mexicano y algunos países de latinoamérica, Isabel se encontraba en su cuarto con su madre y su hermana mayor, mientras que Mayte y Fernando se encontraban en otro a puerta cerrada.

May: Fernanda no quiero negar que somos pareja - replicaba algo molesta mientras se colocaba los aretes, - además si no decimos que tenemos una relación, se nos pueden acercar otras personas con intenciones de tú ya sabes.

Fer:  mi amor yo sé que estás asustada, pero tenemos que ser conscientes que si decimos nuestra relación el público no nos va a aceptar, ya ves que la pasado grandes cantantes que han dicho ser homosexuales, ahora imagina que nos pasará nosotros que apenas estamos comenzando, que apenas hoy vamos a debutar, nos van a destrozar vivas y no nos van a dar siquiera una oportunidad - al notar que su argumento no convencía a su amada tomó sus manos y la miró a los ojos, - May , yo sólo te amo a ti y así se acerquen mil hombres o mil mujeres, yo sólo tendré ojos para ti y mi corazón solamente será tuyo, hasta que deje de latir.

La chica de baja estatura no pude evitar dar un abrazo y susurrándole al oído pronunció, - Fer, gracias por todos los momentos que me has dado - le dio un beso profundo, de esos que te erizan la piel y te paran el corazón.

Fer: amor, no nos vamos a separar, solo es temporal y es esconderlo, no dejarnos - la morena le daba un pequeño empujón con su dedo en la nariz.

May: no lo sé Fer, tal vez tírame a loca, pero tengo un mal presentimiento - ambas chicas se abrazaron para después bajar las escaleras donde se encontraban sus respectivos padres.

(Actualidad)

Paloma había logrado salir bien librada de su responsabilidad, al llegar a casa le pidió hablar a su madre a solas en su cuarto, Fernanda aceptó sin dudarlo pues quería dejar las cosas claras con Paloma.

Al llegar a la habitación de Paloma, indicó que cerrará la puerta con llave, prendió el aire acondicionado y puso música asegurándose que nadie fuera de la habitación escuchar nada de lo que las dos hablarían.

Paloma: ahora sí quiero que me digas la verdad y que no me ocultes nada, quiero saber desde cuando tienes una relación con Mayte y peor aún, ¿cómo es eso de qué tienes una hija con ella? - La joven miraba su madre fijamente desde una esquina de su habitación, parada con una pose firme y con los brazos cruzados, -anda habla que estoy esperando tu respuesta.

Fer: antes que nada te pido que modifiques tu tono de voz, muy independiente de esta situación no dejo de ser tu madre y me debes respeto, así como yo te respeto a ti, te pido que me respetes a mí  - la joven volteó los ojos y con una risa sarcástica miró a su madre con desprecio.

Paloma:  ¿ Respetarme? - Preguntó la joven de forma sarcástica, más que nada como reproche, -tú no me has tratado con respeto, ni a mí, ni a mi hermana y mucho menos a mi padre, si lo que leí en esos mensajes es cierto, si las fotos que viene ese celular son reales, con qué calidad te atreves a pedir respeto, cuando tu moral es cuestionable.

Las palabras de su hija eran como estocadas en su corazón, certeras pero no dejaban de ser dolorosas, bien decía su madre que no hay peor juicio que el de los hijos a los padres, - entonces si ya viste todo qué es lo que quieres que te explique, ¿ qué más quieres saber? -la mujer pese a estar destrozada por el trato de su hija no se dejaba ver frente de ella débil, no quería darle la postura dominante.

La historia de un amor (Mayfer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora