Cap. LXXI. Sin anestesia

87 16 38
                                    

Las excusas sobraban e Isabel cada día estaba más irritable, su hijo notaba el distanciamiento de su madrina con todos, al punto de llegarse a cuestionar si Ale tomó la mejor decisión al incluir a la pelinegra en el tour pues ante sus ojos ella era la causante del distanciamiento.

Isa: ¿dónde vas? - observaba a su hermana en el marco de la puerta de su habitación, mientras que la rubia se arreglaba con tanto esmero - enserio no me dirás - su tono de voz se ponía serio y subía.
May: voy con Ivo, vamos a ver un espectáculo en un bar - la castaña ponía en blanco los ojos, últimamente el solo escuchar el nombre de la pelinegra hacía que le doliera la cabeza.
Isa: las acompaño - se daba la media vuelta para ir a su habitación a arreglarse, pero antes de intentar dar un solo paso la mujer pequeña la detuvo.
May: no Isa, es con reservación y solo reservamos para dos personas, nunca tienen lugar extra, ya hemos ido varias veces - Isabel cruzaba de brazos, su piel estaba enrojecida.
Isa: esto es una broma May, antes éramos inseparables, pero desde que llegó Ivonne, no tienes tiempo para nada, tu mundo gira entorno a ella - la mujer notaba los celos evidentes de su hermana.
May: Isa no es eso, quiero ser sociable, no depender de ti, te amo y eres mi hermana pero es sano que conviva con más personas - el claxon interrumpía a las mujeres, la pelinegra había arribado, la rubia daba un beso un beso en la mejilla a su hermana - voy a estar bien, hay muchas cosas que llevo aquí - diría una de sus manos a su pecho - que no entenderías, pero te aseguro que si hay alguien en este mundo incapaz de dañarme esa es Ivonne - la castaña con más preguntas que respuestas intentaba obtener las últimas mencionadas, el sonido del vehículo volvía a ensordecer al par de hermanas.

La mujer bajaba rápido las escaleras, subiendo a la brevedad a la camioneta de la pelinegra, Isabel quien intentaba fallidamente despejar sus dudas no pudo alcanzarla.
Ivonne: por lo visto esta señorita viene huyendo - su sonrisa calmaba un poco el agitado corazón de su acompañante - puede confiar en mi pecosa, ¿qué nueva pena te aflige? - la miraba a los ojos,m rápidamente para devolver la visión al camino, la rubia no dudaba en tener su mano.
May: es Isa, ya notó que algo no está bien - suspiraba intentando calmarse a ella misma, la pelinegra en un gesto de empatía detuvo el vehículo y la miró plenamente, se vería hermosa, ese vestido rosa casi nude, entre el límite de rosado y blanco, ni hablar de las zapatillas y ese cabello recogido en un moño bajo.
Ivonne: te vez hermosa - no podía dejar de mirarla, sus ojos de tornaron cristalinos, cosa que la rubia notó tomando sus mejilla - ¿estás segura? - la mujer asentía insultando a la pelinegra a continuar su camino.

En el recinto esperado Ilse  y Mimi  miraban el reloj sintiendo un poco de angustia pues la hora se acercaba, Lucía intentaba calmarlas, la menor solo miraba a Ilse con profundidad, esta última le correspondía las miradas.
Mimi: güerita y si les hablamos - estaba asustada por la demora de las mujeres - digo, es que ya están casi sobre la hora,-  Ilse miraba a la mama con seño fruncido intenta - está solo suspiraba e intentaba calmarla.
Ilse: tranquila, no tardan, además se tienen que poner bonitas - miraba a la menor que está sumergida en un libro en espera de su madre y la pelinegra, Lucia no podía dejar de notar la forma extraña en la que su jefa observaba a la chica - mira ahí vienen - las mujeres entraban al lugar y tras ellas un par de siluetas conocidas.

Valentina: Tía- se arrojaba a los brazos de Lucero que venía tomada de la mano de Mijares.
Lucero: muñeca de mi alma, estás enorme - abrazaba a la pequeña que tenía más de un año sin ver, su tío así llamaba a Manuel no se quedaba atrás, pues sostenía en sus brazos a la menor y la abrazaba con fuerza.
Mijares: Dios mío May, ¿qué le das a esta muñeca? , esta gigantesca y hermosa - abrazaba a la menor, la güera no pudo evitar sentirse celosa, cosa que la joven notó soltándose de los brazos de aquel hombre.

Una mujer salía de la oficina - Señora Ivonne Guevara y la señora Maia Lascuráin - estas daban señas - adelante - el grupo pasaba a la sala, donde la jueza tomaba función - hoy estamos aquí reunidos para unir en nupcias a la señora Ivonne Guevara García,  ciudadana de los Estados Unidos Mexicanos, quien por medio de la presente en un matrimonio igualitario desea contraer como esposa a la señora María Teresa Lascuráin Arrigunaga, ¿están aquí por su voluntad? - la jueza preguntaba y estas asentían ceremonia transcurría - muy bien, llamaré a los testigos, los cuales dirán presente y afirmarán estar de acuerdo - la mujer comenzaba a leer la lista.
Jueza: Lucero Hogaza León
Lucero: presente y de acuerdo.
Jueza: José Manuel Mijares Morán
Mijares: presente y de acuerdo
Jueza: Irma Angélica Hernández Ochoa

La historia de un amor (Mayfer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora