Cap. LXXIII. El moustro de las desiciones

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- buenos días, adelante - la morena tomaba asiento, el doctor sacaba un par de sobres - tome o gusta que yo le lea los resultados.
Fer: si sería tan amable.

Dr: muy bien - el hombre sacaba la hoja de uno de los sobres y comenzaba a leer el documento - resultados de la prueba de comparación de ácido desoxirribonucleico o ADN, en comparación de la señora María Fernanda Meade del Valle con la menor Sofía Valentina Meade Lascuráin, en comparación para confirmación de parentesco madre e hija, dando una comparativa del %99.99999 , dando positivo confirmando que son madre e hija - la morena sentía un golpe en el pecho, culpa se llamaba, el doctor leía la otra prueba y confirmaba que la menor y su joven hija eran medias hermanas.

La mujer salía del lugar hecha trizas, recordaba cada vez que negó a su hija, el dolor se convertía lentamente en coraje, por su mente solo pasaba el rostro de Liliana - ¡maldita! - exclamaba entre lágrimas.

La morena llegaba a casa de Ivonne donde la rubia vivía desde aquel día que decidieron unir sus vidas.
Ivonne: ¡VOY! - gritaba mientras escuchaba a la persona detrás de su puerta delantera tocar la puerta con desesperación - ah, eres tú - ponía los ojos en blanco - ¿qué necesitas? - la morena secaba un poco sus lágrimas.
Fer: necesito ver a mi familia porfavor - la pelinegra suspiraba, pudo observar en sus manos los resultados de las pruebas.
Ivonne: pasa - la mujer entraba mientras Ivonne cerraba la puerta - espara aquí y por amor de Dios no hagas una estupidez.

Ivo subía las escaleras para entrar hablar con su esposa, la escena era hermosa, ver a la rubia desnuda entre las sábanas blancas, su espalda descubierta hasta el punto de ver un poco las montañas sobre sus piernas - maldición Fernanda no pudiste esperar - se acercaba lentamente a su esposa, no podía evitar devorar su espalda a besos - amo cada una de esas manchitas a las que llamas pecas, te amo pecosa - la rubia se volteaba somnolienta besando a la pelinegra, deslizaba su mano colocando la de la mujer sobre sus cenos desnudos - mi amor, me muero de ganas por hacerte mi mía, pero - interrumpía el momento - tu ex está aquí.
May: ¿Fer? - su mirada era de completa incógnita
Ivonne: Ujum - succionaba los cenos de esta.
May: agh, ¿qué hace aquí ? - su voz era temblorosa.
Ivonne: le dieron los resultados - sus dedos penetraban a su esposa - la veo muy mal.
May: ah, amor espera - la pelinegra se detenía - ahorita bajo, ¿podría avisarle?
Ivonne: si mi vida - le daba un beso, dejándola darse una ducha.

La mujer bajaba a las escaleras encontrando a la morena llorando sosteniéndose el cabello y mirando a la ventana - ahorita baja May - la morena la miraba, la desolación en sus ojos era profunda.
Fer: te quedaste con todo - su tono era melancólica, el dolor hablaba desde su corazón - me robaste todo - lloraba a mares, la pelinegra intentaba empatizar con su dolor y en un tono sereno, siendo compresiva con su sentir musito.
Ivonne: Fer, yo no te robé nada, fueron tus acciones las que te quitaron lo perdido - la morena negaba.
Fer: me robaste todo Ivonne, mi esposa y a mi hija, Valentina te adora y May, May duerme en tu cama, es tuya - la mujer se ahogaba en dolor, la pelinegra no puedo evitar ir junto a ella y abrazarla.
Ivonne: ven Fer - se sentaba en el suelo con la morena dejándola liberar todo - Fer, no te robe nada, eso espero lo puedas entender, fueron tus desiciones quienes las alejaron, Fer mírame - la mujer sostenía la mirada de la rubia - mi relación con May no tiene nada que ver con tu maternidad, aún estás a tiempo de hacer las cosas bien con Pingüino.
Fer: pero yo no quiero perder a May.

La rubia bajaba de su habitación - Fer, lo mejor que pudimos hacer es separarnos, amor ¿nos puedes dejar solas? - la pelinegra asentía retirándose del lugar, no sin antes mostrarle su apoyo a la morena - Negri, tú y yo no tenemos futuro, nos hemos dañado demasiado, por el bienestar de nuestra hija, lo mejor que podemos hacer es ir cada quien por su lado - la morena negaba.
Fer: por favor May, dame una oportunidad - la rubia negaba - porfavor - se hincaba a sus pies - fui una tonta - la mujer lloraba amargamente al ver así a la morena.

May: Fer, no sigas, no me vuelvas a dañar - la morena se aferraba a sus pies.
Fer: perdóname, yo pensé que Valentina no era mi hija, caí en el engaño de Liliana y... - la rubia la interrumpía.
May: no Fer, eso no cambia que me engañarás con Liliana, lo que sentí cuando me dejaste sola embarazada, que por tu aventura casi muere mi hija en mi vientre, no Fer, tus palabras me dañaron, no puedo olvidarlas - sus lágrimas eran genuinas - he llorado charcos por golpes, pero mares por tus palabras, me esfuerzo por perdonarte, por no tener que reprocharte, ni siquiera hacerte saber que lo que has dicho, me ha dejado con las alas rotas y con los ojos fabricando olas - la respiración de la rubia era entre cortada, estaba apunto de un ataque - pasó el tiempo y nunca notaste que tus palabras resonaban en mi cabeza, son ellas las que me detienen a volver, fueron los monstruos de tus desiciones los que nos separaron - la pelinegra entraba a la habitación conteniendo la escena.

Mientras mayte era consolada por Gabriela en su habitación, Fernanda era calmada por Mimi en la sala , Ivo por su parte preparaba un té para calmar a ambas y pudieran seguir la plática respecto a que decidir con Valentina.

"Ring, ring, ringgggg"

El celular de la pelinegra sonaba, la mujer corría a contestar el teléfono.

- Hola - una voz dulce, joven y tierna.
Ivonne: si, diga - su gesto expresaba confusión.
- es el número de la mamá de Valentina - esto sorprendió a la pelinegra.
Ivonne: si, soy yo - su tono era serio.
- soy Lara - la mujer se extrañaba, pues los amigos de la pequeña nunca le hablaban.
Ivonne: hola chiquita, en qué puedo ayudarte cariño - la menor suspiraba.
Lara: señora es que no se por dónde empezar - respiraba profundo - perdón - las lágrimas y su voz se quebraba, la pelinegra al oírla alterada intentaba calmarla.
Ivonne: tranquila mi vida, ¿qué pasa cielo?
Lara: Valentina se enfadará conmigo - lloraba un poco más fuerte - pero no está bien lo que está haciendo - escuchar eso hacía que un escalofrío recorriera el cuerpo de la mujer - Valentina está enamorada.
Ivonne. Okay, mi amor sea lo que sea estás haciendo lo correcto al decirme.
Lara: lo sé, pero no es un chico - esto activaba los focos de alarma de su madre - Valentina esta enamorada de un hombre de 56 años, ella misma nos lo dijo y a estado saliendo con el, ayer - respiraba conteniendo el llanto para poder hablar claro - me confesó que a tenido cosas de adultos con el, ya sabe - sentía un poco de vergüenza, la pelinegra sentía que el alma abandonaba su cuerpo.
Ivonne: mi niña hiciste bien en decirme, mil gracias mi cielo - la joven sacaba valor
Lara: hoy se verá con el, me puso hace media hora que saldría a una cita con el.

La pelinegra escuchaba eso y justo en ese momento veía a su hija bajar las escaleras, a toda prisa tomando su chaqueta.
Ivonne: gracias por decirme cielo, no le digas que ya lo sé, yo lo soluciono mil gracias - la mujer colgaba la llamada a la brevedad, tomaba su cartera y llaves y se dispuso a seguir a la menor.

Mis Mayferitos hola, como está su día, aquí andamos escribiendo como podemos, los quiero mucho y por amor de Dios, confíen en el proceso y esta historia tendrá segunda temporada pero con el IlVal la historia de Vale e Ilse, pero vale siendo mayor de edad, los amo

La historia de un amor (Mayfer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora