La historia de un amor (Mayfer)

Cap. XXXI corazon de pingüino (un corazon con sed de venganza)

Fernando: Maldita sea - tiraba todo lo que encontraba a su paso, afortunadamente se encontraba en la lejanía y sus rabietas eran imperceptibles - Maldita seas María Teresa - estrellaba una copa de vino contra la pared - de mi nadie se burla, me vas a pagar con lágrimas de sangre te lo juro.

(Flashback)

Fernando miraba todo el espectáculo, bien dicen que del odio al amor hay un paso y si que lo hay, el corazón del hombre que desbordaba amor hace unos segundos ahora irradiaba desprecio y sed de venganza.

La morena besaba tiernamente a la rubia, ambas entrelazaban sus manos - no tengo miedo a nada mi May, solo me importan tú y mis hijas - retomaba los besos, de las mejillas de May una llovizna las alumbraba, Fer al notar esto con besos limpió cada una de sus lágrimas - ¿estás bien amo? - esta asintió y la miró a los ojos dejando ver un brillo que resguardaba unas cuantas lágrimas.
May: esta es mi Fer - la morena la escuchar eso dio un pequeño beso en la frente de la rubia y junto la suya, brindando y deteniéndola
Fer: me prometes que seremos como pingüinos - alzaba su dedo meñique, siendo correspondida - seremos pingüinos y entre la multitud nos escogeremos entre nosotras - dio un beso tierno en sus labios - para ir caminando de la mano a todos y a la vez a ningún lado - bajaba sus besos por el hombro de para dirigirse lentamente a su cuello - quiero que llevemos la monogamia a tal punto que aquellos que nos conocen duden si hay otro estilo de vida - tomaba la cintura de Mayte pagándola a ella, subía sus besos hasta su lóbulo y entre susurros casi gemidos por su respiración - quiero buscar los caracoles más bonitos para ti en todo el océano - Fernanda devoraba los senos de Mayte sin remordimiento, esta solo correspondía con leves gemidos y aferrándose a las sábanas sin perder detalle de cómo era el aperitivo favorito de su amada, en un momento de descuido la morena la giró dejándola boca abajo, comenzó a besar su nuca bajando levemente por la espalda dejando un camino húmedo por sus besos - quiero que seamos como pingüinos, - hacer el amor es poco para lo que aquellas mujeres hicieron.

Fernando miraba como su prometida se recostaba plácidamente sobre el pecho de la morena, verla suspirar y dormir plácidamente después de entregar el alma le llenaba el pecho de ira.

Fernando: Te juro Mayte que cada caricia me la pagarás con dolor, vas a conocer el infierno en vida - el hombre destrozaba las rosas que solo unas horas antes le había regalado a esta.

La luna y el sol danzaron en una lucha de poder donde la estrella amarilla venció y con su victoria del amanecer ambas despertaban.

Fer: amo despertar así - beso la frente de May que se escondía en ella, - necesitamos empacar, te veo en la noche en el aeropuerto - la rubia asintió su dudar.

Ambas mujeres bajaban a desayunar, Fernando tomó de la mano a Mayte sentándola junto de él, mientras que la morena estaba hecha un mar de celos, una mano en su hombro la tomaba desprevenida.
Héctor: Mija, ¿dónde estabas? - miraba a su esposa con incógnita - anoche te me perdiste y ya no diste razón- la morena empezaba a sudar frío de los nervios, sabía que un paso en falso y su fuga con May sería frustrada.
Fernando: si es cierto, ¿dónde estuvieron?, anoche igual te desapareciste - miraba a la rubia con una ceja alzada intentando disimular el coraje.
May: Fer y yo nos pusimos a platicar un poco y ponernos al día, verdad Fer - este correspondía con una mirada de complicidad.
Isa: bueno ya, ustedes dos, uno no se puede perder con las amigas por que hacen un drama - miraba a su esposo y le guiñaba el ojo.
JM: a mi ni me mires vale, que yo nunca te he celado y menos cuestionado - decía entre risas.

Fernando apretaba los puños bajo la mesa mientras se perdía en sus pensamientos - como carajos no me di cuenta - notaba un roce de miradas entre la morena y la rubia - es tan evidente - Fernanda mordía sus labios discretamente mientras que May acomodaba su cabello de un solo lado - par de perras desgracias - May se sonrojó al notar la mirada de la morena.

Fernando: bueno familia espero no les incomode, pero - tomaba la mano de la rubia - hoy quiero darle una sorpresa a mi princesa - un corazón lastimado puede llegar a ser muy hipócrita para esconder su dolor - así que mi amor, familia nosotros nos retiramos - tomaba la mano de la mano a la mujer bajita y la sacaba casi arrastras del sitio.
May: Fernando me estás lastimando - este ignoro las palabras de Mayte y la llevó hasta el auto, ambos subieron y emprendieron rumbo.

Los minutos eran eternos, el silencio incómodo que abrumaba el lugar fue pausado por el hombre - cuánto tiempo más pensabas verme la cara de estúpido María Teresa - May palidecía ante las palabras de este - lo sé todo, anoche vi como te revolcabas como una prostituta cualquiera con Fernanda - May suspiraba y negaba con la cabeza.
May: Fer, yo .... - Fernando volvía a tomar la palabra.
Fernando: ¿tú que ? , tú eres una perra desgraciada - llegaban a una zona algo boscosa donde el hombre aparcó el auto, ahí de este y se dirigió a la puerta de la mujer - baja - está se negaba evidentemente asustada por la actitud de él- que bajes - la tomaba del brazo arrastrándola por el lugar - tal vez lo que te hace falta es un hombre que te quite esas mañas que tienes, porque eres un desperdicio de mujer.

Es impresionante como los segundos se hacen años y los minutos siglos en una situación tan dolorosa, el cuerpo de la mujer caí al suelo de forma brusca, el se posaba sobre de ella.
La lucha de dos cuerpos en una batalla de un ego herido, mayte golpeó al hombre se intentaba levantar y este la volvía arrastrar al suelo, una bofetada hacía arder el cuerpo de la rubia, jadeos de un león que a conseguido apasionar a su presa y un alma que abandona el cuerpo de esta.

Después de saciar sus más bajos instintos Iriarte tomó a la mujer con una mano de la mejilla, las lágrimas solo escurrían del cuerpo cansado, sumisa después de una batalla perdida por defender su ser - escúchame bien, a mi no me vas a dejar plantado, no voy a quedar como un estúpido- Mayte lo miraba con odio y con facciones de dolor, el shock la tenía enmudecida- te vas a casar conmigo y serás mi mujer ya sea por las buenas o por las malas, así que vete quitando la idea de la familia feliz con la estúpida esa - May solo empezó a llorar desconsoladamente - deja de llorar - dos bofetadas acariciaban el rostro de May- sabes mi familia no se hizo de la noche a la mañana, conoces o has oído hablar de Milo (Milo era un jefe de un cartel que operaba en la CDMX) , exacto quien crees que los ayuda, tú haces alguna estupidez y despídete de adorada Fernanda y tus hijitas - se levantó de encima de ella - vístete que me da asco que mi futura esposa esté llena de barro.

El camino al rancho fue de lo peor, era como meter a un frágil colibrí con un lince a una jaula, un lince hambriento de sed y venganza.

Mis Mayferitos los amo mucho, perdón por no actualiza hoy desde temprano pero tuve unos problemitas, este capítulo se lo dedico a tres de mis seguidoras que con sus comentarios me motivan a seguir escribiendo GVB_Streep  ClardelaCruz9  MoonStrong23  las quiero mucho.