La historia de un amor (Mayfer)

Cap. LXXXIV Orgullo herido

Las semanas pasaban y con ellos la morena y la rubia estaban más que decididas a dar el siguiente paso, Fernanda tomó la fuerza suficiente y ahí frente de todos en la cena que isa había organizado en su casa decidió hablar por primera vez.
Fernanda: May, yo no quiero esconderme, aprendí de mis errores y no quiero ocultar lo mucho que te amo - le susurró al oído tomando su mano por debajo de la mesa.

A la par de esto Ivonne no podía quitar de encima los ojos de Mimi, quien evadía sus miradas, pues su coraje le hacía olvidar el amor que sentía por la pelinegra, esta solo podía mirar con tristeza el vientre de su mujer, firmemente arrepentida de las palabras que había dicho casi un mes atrás, Mimi tenía ya casi 8 meses de embarazo, lucía hermosa, se vía divina, aunque para la alta era difícil sentirse así con los cambios en su cuerpo, pues pese a los años siempre se había esforzado por conservar su figura.

Fer: amigos, yo ... - rompía la tensión entre Mimi e Ivonne, todos prestaban atención, sus nervios la traicionaban y miraba a May intentando obtener fuerza, un suspiro invadió su pecho - yo quiero casarme con May, Mayte - la tomó haciendo que se pusiera de pie frente de todos los presentes, quieres ser mi esposa por lo que resta de vida - la mujer la miró desconcertada, sabía que ese paso llegaría algún día, lo que siempre soñó, un sonrisa se pintó en el rostro de la rubia - ¿eso es un si? - preguntó temerosa la morena, esta asentía, todos estaban en shock, aunque Paloma no podía contener su felicidad.

"PAF" un par de manos azotaron la mesa haciendo vibrar la loza.
Valentina: ¿es enserio? - miraba a sus madres con coraje.
May: Valentina Porfavor - la menor interrumpió su súplica.
Valentina: ¿Porfavor qué? - miró a su madre desafiante - dime, porfavor que olvide todas las veces que te grito, que olvide como más de una ocasión te alzo la mano, como de zorra no te bajaba, que olvide todas las veces que me desprecio porque creía que yo no era suya, cosa que por cierto no hubiera pasado si no se hubiera revolcado con Lilian... - una voz firme detuvo el juicio que se estaba llevando acabo.
Fer: Valentina basta, no permito que le hables así a tu madre - han escuchado que polos iguales se repelen, pues carácters iguales también.
Valentina: tú no eres nadie para prohibirme nada, 15 años te olvidaste de ser mi madre, malditos 15 años, no pienso quedarme en esta familia que son un nido de hipócritas - todos estaban en completo silencio.
Fer: Valentina cállate, no hagas que...
Valentina: ¿qué tú que?, ¿golpearme?, hazlo, no sería la primera vez que maltratas a una mujer, son unas hipócritas, lo mío con Ilse si está mal por nuestra edad, ¿pero no tuya con María Teresa no?, discúlpame pero a mi Ilse no me golpeó, jamás me maltrato y menos me hizo daño, ¿dónde está? - la joven miraba a la mesa de forma sarcástica- exacto, la excluyeron, no dejan que MI MAMÁ IVONNE SE ACERQUE A MI - la menor elevaba el tono de voz - porque te guste o no ella es "Mi mamá" - recalcaba la últimas dos palabras - tú me dejaste y ella - miraba a la rubia - ella decidió ser mujer a ser madre, pero ella - señalaba a Ivonne - ella se desveló conmigo, me cuidaba enferma, me abrazaba, siempre estuvo para mí.
May: Vale mi amor - intentaba calmar a la menor.
Valentina: No soy tu amor, tú lo único que amas es a esta mujer y escúchenme bien, solicité con una abogada mi enmancipacion.

"SOLICITÉ CON UNA ABOGADA MI ENMANCIPACION" " ENMANCIPACION"
May: Enmancipacion - susurro con voz quebrada y ojos cristalinos, mientras su hija se daba la vuelta y se retiraba de casa de Isabel, a la par que la pelinegra se ponía de pie para ir tras ella.
Fer: ¿dónde vas ? - cuestionó con severidad a la pelinegra.
Ivonne: Tras de mi hija - Fernanda sostenía a la mujer del brazo, pero alguien intervenía ante su accionar.
Isa: Suelta - ordenaba con voz firme - estás en mi casa y no pienso dejar que la maltrates - Fernanda la soltaba a regaña dientes - les guste o no mi sobrina tiene parte de razón, tú nunca supiste ser su madre Fer, una mamá a medias no es mamá, Ivonne fue la que tomó el lugar de ambas, porque aunque me duela - miraba a May casi suplicando perdón por sus palabras pero no podía callar su franqueza - tú también le fallaste mi Chi, Valentina tiene mucha razón al decir que preferiste ser mujer, también tiene razón a reclamarte que solo ames a Fer.
May: eso no es cierto - su voz era un despojo.
Isa: lo sé - suspiraba en seña de empatía - Ivo a tomaba la mano de la pelinegra, - ve por ella, tú eres la única puede hacerla entrar en razón - la mujer asentía y salía de la casa para intentar alcanzar de forma desesperada a la menor.

En casa de Ilse con el teléfono en mano la mujer no daba crédito a las palabras de la joven.
Ilse: ¿qué solicitaste que?
Valentina: mi enmancipacion, la abogada dijo que si podía, que solo tenía que pasar unos exámenes y demostrar que soy capaz de mantenerme a mi misma, tengo un departamento que la tía Mimi me heredó aquí en la ciudad, al enmaciparme me lo entregarían de inmediato, por los gastos no me preocupo, tengo una beca completa de danza, y también gano bien dibujando, escribí un libro que publiqué con ayuda de Paloma, tengo buenas regalías.
Ilse: ¿un libro? - "es un estuche de monerías" era lo único que pasaba por la mente de la güera.
Valentina: Ujum y si usted quisiera podría vivir conmigo.
Ilse: eso es una locura - reía un poco nerviosa y excitada.
Valentina: voy a tu casa.
Ilse: no, vale espera.
Valentina: ¿estás con alguien?
Ilse: no pero me da miedo que Fer se entere o todos y ...
Valentina: y nada, voy para ahí.

La menor sonreía colgando su celular mientras miraba al suelo.
Ivonne: ¿con quién hablabas? - exclamaba la mujer cruzada de brazos, con una ceja alzada en pose dominante.
Valentina: con nadie - comenzaba a caminar
Ivonne: ven para acá jovencita- si se algo no hay duda es de el respeto que Val siento por Ivo - te estoy hablando Pingüino del Carmen - la menor regresaba en reversa con los ojos entre cerrados, la miraba cómo espadas.
Valentina: no me digas así - la mujer alzaba la ceja.
Ivonne: ¿ah no? - la miraba de la menor era más imponente - está bien, PINGÜINO GUADALUPE.
Valentina: muy bien MARGARITA.

En la casa Álvarez Lascurain, Fernanda se había convertido en una bestia, su mente se nublaba ante el coraje de no tener ni un poquito de importancia para su hija.
Isa: Ya te vas - vio a Mimi levantarse
Mimi: no tengo nada que hacer aquí, solo les digo que apenas terminé la segunda etapa yo me voy del tour, es imposible estar así, peleas, dramas, no quiero eso para mi hija - abrazaba Isa- Isabelita chula muchas gracias, no tengo como agradecerte tu apoyo - Mayte rodaba los ojos.
May: eso hubieras pensado antes de embarazarte para atraparla - murmuró bajo pero no lo suficiente por lo que todos los presentes pudieron escucharla.
Mimi: a ver María Teresa, ya basta - elevó el tono de voz - yo no tengo la culpa de "TUS problemas" - la señaló con un dedo - tú tomaste tus decisiones y yo las mías, te aprecio pero no quiero que vuelvas a mencionar a mi hija, ni para bien y menos para mal, y - la mujer se retorcía - ¡AH! - daba un grito haciendo que Isabel se parara de golpe - ¡Ahhhhhhhhh! - se aferraba a los brazos de Isabel arqueándose mientras un líquido corría por sus piernas.
Isa: José ve por la camioneta - tomaba a Mimi - escúchenme bien - veía a su hermana y a la morena - eh sido muy tolerante con las dos, demasiado, pero si algo le pasa a Angie y a su bebé me van a conocer, y si María Teresa, tal vez tu hija no tenga razón al enmanciparce porque aún es muy joven para vivir su vida adulta, la relación con Ilse no está bien, pero, en vez de culpar a Ivonne que solo a sido la madre que ninguna de las dos supo ser, pregúntense que están haciendo mal para que Valentina quiera huir de ustedes dos - su esposo entraba rápido.
JM: Gordita ya está, ven te ayudo - cargaba a Mimi que no podía dar ni un paso del dolor.

Mis mayferitos extrañaba escribir, les prometo que cuando termine esta historia escribiré otra, extrañe sus comentarios, todo.