Cap. IV el egoísmo de tu amar

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(Madrugada del 21 de octubre de 1977)

Después de un camino de regreso a casa algo incómodo, donde Mayte tomó la decisión de ir atrás de aquel coche acompañando a la morenita, aunque eso le molestó un poco a la castaña, que a su parecer solo se sentía su chofer.

Isa: Chi - acomodo el retrovisor para observar a su hermana menor, - ¿cómo te sientes? - la miro con algo de preocupación, May al escuchar su pregunta volteo sobre la morenita que está dormida.

May: mejor hermana, lo bueno que fui yo y no Fernanda - expresaba con una semi sonrisa fingida, la castaña solo suspiró y siguió su camino; no fue mucho el tiempo para que aquella joven conductora parqueara su particular vehículo, - Negri, Negrita cariño despierta - movía a la jovencita a su lado que debido a las emociones sufridas había caído agotada, - llegamos a tu casa.

Ambas bajaron del coche y con ayuda de la rubia Fer subió hasta su habitación, al estar en ella se asomó por la ventana aventándole un beso al aire a la baja jovencita, - Te amo May - esta última recibió las palabras con extrañeza, pero con una sonrisa para disimular su confusión.

(Actualidad)

Como si el cielo conociera sus penas y decidiendo ser solidario con aquella mujer de baja estatura, lloraba a la par de aquella dama, con dificultad por las gotas que empañaban el parabrisas logró llegar a su hogar.

Como era costumbre después de cada concierto y gracias a la soledad de su hogar, aquella mujer de baja estatura se desprendía de todo aquello que su cuerpo no trajera por naturaleza.

Fer: prefiero verte así - exclamó haciendo que la rubia brincará del susto, - ¿estás bien?, no quise asustarte - intentó acercarse al ver a May con una mano en el pecho.
May: ¿qué haces aquí?, ¿cómo diablos entraste? - la rizada con una mano cruzada en su abdomen, alzó la otra mano para mostrar unas llaves, acompañada de una ceja alzada y una risa sarcástica.

Fer: se te olvidó que tu misma me las diste, precisamente para esto - formó un círculo en el aire con su dedo con dirección a Mayte, - me gustas más así - se acercaba sigilosamente.
May: Dámelas y retírate - intentó tomar las llaves de la mano de la morena, pero su desventaja de altura la derrotó, pues la morena solo necesito alzar su brazo para que la rubia no pudiese alcanzarlas.

Aprovechando la cercanía y la desnudez de aquella mujer que la volvía loca, no dudo ni un poco en tomarla por la cintura.
Fer: si te digo que tengo ganas de quedarme, me quedo - dejo caer las llaves al piso y dispuso su mano en la nuca de Mayte, - si yo te digo que me encanta tu cuerpo, tú lo desnudas para mí - miró a la rubia directamente a los ojos, su respiración entre cortada, casi inexistente, sus pupilas dilatadas, - si yo te digo acuéstate, te acuestas - la mujer de baja estatura miro de reojo el sofá de su sala, la morena la guío sin miedo y sin prisa a el, para luego recortarla poco a poco, - Si yo te digo quiero que seas mía, ¿tú dices?.
La rubia no podía sostener la mirada, la lujuria de la mujer enfrente de ella la intimidaba de una forma excitante, pero como un leve susurro con la voz cortada de sus labios solo se escucho, - A tu merced estoy - no bastó ni que la rubia terminara de pronunciar la frase para que la morena ya estuviese devorando su cuello.

Los besos recorrían desde su clavícula hasta sus labios, las manos de la morena bajaban poco a poco por cada centímetro de la piel de ella, era como leer braille entre las montañas de los poros erizados de Mayte, - Abre las piernas - ordenó a su amada que sin dudar lo hizo, los gemidos eran ensordecedores y justo antes de ser embestida por la morena un sonido culminó la escena.

"Ring, ring, ringggggg"

Fer: no contestes - exclamó mientras tomaba succionaba el pecho de la rubia.
May: podría ser importante, la insistencia es mucha - se incorporó y a pesar de su desnudez tomo el teléfono.

(En la llamada)

María: Madrina está ahí mi mamá, es que no ah llegado.

May: si cariño aquí está- volteo a ver a la morena,- permíteme un momento, tapo la bocina - es María te están buscando Fer - ahorita viene cariño.

Fernanda volteo los ojos y tomo la llamada.

Fer: bueno, ¿qué? - su expresión era de sorpresa y la de la rubia de consternación, - ¿pero cómo?, voy para ahí? - alejando la bocina de sus labios, - pásame algo donde apuntar cariños.

Por otro lado el celular de Mayte anunciaba la llegada de un mensaje.

[mensaje de Valentina: Hola, no me siento bien, creo que volvió la friebre.

May: ya tomaste algo, cuánto marca el termómetro.

Valentina: 39.6 💕, creo que me voy a morir 🤣

May: Sofía Valentina y todavía lo escribes como si fuera un juego, voy para ahí, aquí está Fer, ahorita vamos.

Valentina: Es enserio, olvídalo no quiero que vengas, no te quiero ver.

May: no quería que te enteraras así, luego hablamos]

Mientras tanto la rubia buscaba su ropa, - ¿qué te dijo Mari amor? - Fernanda estaba un poco molesta.
Fer: nada, Paloma estaba muy ebria y la detuvieron por conducir así y tú, ¿con quién tanto te mensajeabas - miró a la rubia cuestionándola.
May: con Valentina, está muy enferma tiene 39. 6 de fiebre - la morena al escuchar eso puso cara de asombro, - iré a verla, le dije que estabas aquí y se molestó - Fernanda ya se había puesto los zapatos.
Fer: cualquier cosa avísame, Héctor y María Luisa ya están con Paloma, pero quiero no quiero dejarla sola, tú encargarte de Vale.

Mayte volteo los ojos - no te preocupes, ni yo merezco ser plato de segunda mesa y menos ella - Fernanda escucho esto, su sangre se volvió fuego y su cordura nula.
Fer: mira bien María Teresa, que sea la última vez que la metes en nuestros problemas.
May: no, mira bien tu Fernanda, esto fue un error, no debí caer en ti, para ti ella es como un fantasma, como si no existiera, pero para mí si y está sobre de ti, muy sobre de ti, la ama más que a ti, más que a mí - la morena al escuchar esto bufo de furia en su cara y se dio la media vuelta, antes de salir por el marco de la puerta no pudo evitar pararse y mirar atrás.

Fer: tienes razón, esto fue un error, quédate con ella, yo veré por mis hijas y por mi esposo.

La rubia caía invada llorando mientras aquella mujer abandonaba su hogar.

En la mente de May todo eran caos, - no puedo creer que negué la realidad, sí claro que desde el inicio no te importe, el amor no debería ser así María Teresa y tú lo sabes, el amor no debería de doler, el amor debería ser recíproco, porque de lo contrario es egoísta, y este amor es egoísta - los pensamientos de la mujer repetir esas palabras una y otra vez.

Amores perdón por tardar con el maratón, pero estoy en planes de boda y ayer me consumieron con literal todo, tuve prueba de vestido y varias cosillas más, los amo mis Mayferitos hermosos

La historia de un amor (Mayfer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora