La historia de un amor (Mayfer)

Cap. XXIV mi linda amiga. "¿Dónde estan"

La noche había sido larga, pero corta para contar una historia de amor con 46 años de antigüedad, decidieron pausar la historia y luego continuar aquella plática en pausa.
las cuatro mujeres en la plática no habían dormido nada, en la residencia Castillo Meade, Paloma y su madre se arreglaban y disimulaban sus ojeras con maquillaje, el desayuno era servido, la familia tomaba asiento.
Héctor: buenos días mija -le daba un beso de pico mientras tomaba asiento - estuvo buena la pijamada, tienen una caras - su hija menor lo miró sonriéndole falsamente, era imposible negar que aquel hombre que admiraba había caído de su idolatría, el concepto de su padre se había desvanecido unas horas antes, su madre al notar la mirada de la joven pudo descifrar sus pensamientos tomando de la mano a la joven, esta reaccionó al rose de su madre.
Fer: si mijo, Palomita y yo nos divertimos mucho - ante lo dicho María entre cerró a los ojos y miró a su madre.
María: ahora ya sabemos quién es la consentida, gracias por invitarme - se cruzó de brazo y fingió indignación, Paloma ante lo dicho por su hermana le sacó la legua.
Fer: niñas ya, a mis dos hijas las amo por igual - después de decir eso por debajo de la mesas un leve pellizco invadió su pierna, era Paloma que reclamaba el desaire a su pequeña hermanita.

Por otro lado en la casa de la güera Ilse terminaba de empacar, mientras le pedía a la persona que le ayudaba en casa hacer el desayuno.
Ilse: Lucia podrías preparar algo rico para nosotras - señaló a Mayte y a ella misma - también podrías hacer unos hotcakes con mucho chocolate - miraba a Valentina quien respondía con una sonrisa emocionada - y muchas chispas porfis, también avísa que me iré de viaje estos tres meses que tengo de vacaciones, que estaré en Mérida con May, no menciones a Valentina porfa - para este punto aquella señora ya entrada en años ya sabía todo lo que Ilse sabía.
May: como que mucho chocolate, no la vi cuentas tanto Ilse María Olivos - la güera la abrazo por la espalda y señaló en dirección a Valentina quien hacía pucheritos.
Ilse: Mírala May, dime cómo no consentirla, mira su carita - ante lo dicho por esta May soltó una carcajada al ver a su hija haciéndole ojitos y pucheros como perrito regañado.
Lucia: ande señora déjeme consentir a mi niña - y es que Valentina en solo un par de horas le había robado el corazón a la mujer - por ella no se preocupen, se queda conmigo, yo la cuido y que aproveche a dormir, se ve que mi muñeca no a dormido nada - ante las palabras de las mujeres era imposible competir en un tres contra una y la mayoría ganó.

La morena terminaba de alistarse, Paloma se despedía de su hermana mayor, al ver que ambas mujeres partían Héctor decidió acercarse y darle un beso a su esposa, después decidió abrazar a su hija quien de forma inconsciente empujó a su padre.
Héctor: Paloma, ¿estás bien? - el hombre miraba desconcertado - hija estás molesta - la joven quien no podía disimular el repudio de a su padre miró a su madre que con gestos le suplicaba discreción.
Paloma: si pa, estoy bien, solo me asusté porque me abrazaste de golpe - ante la explicación del hombre quedó mediamente satisfecho, ambas subieron a su auto y tomaron rumbo a tan importante junta.

Por otro lado en casa de la güera la ducha dejaba una serenata, la rubia entraba a su cuarto donde Mayte sacaba la ropa que disponía a usar.
Ilse: May ya está el baño, cuando tú quieras - la rubia asintió, la güera bajaba para entablar una charla amena con Valentina descubriendo que coleccionaba barbies, este gesto derritió el alma de la mujer, después de tener tan íntimo detalle de la joven la mujer tomó rumbo a su habitación calculando que Mayte ya hubiera terminado.

La meditación en el agua de la rubia se prolongó,
La rubia olvidó la toalla por lo que decidió salir con la hermosa vestimenta con la que llegó a esta mundo.
La güera con la mirada en el piso entraba a la habitación para encontrarse una vista majestuosa, esa piel blanca adornada por pequeñas gotas como roció que envuelve a la flor más hermosa, Mayte al notar la presencia de esta se quedó en shock, la mujer camino hacia la toalla y luego se dirigió a la rubia.
Ilse: toma May - se reía pícaramente con las mejillas rojas, - por cierto tu lunar es bellísimo - pasaba su mano por el hombro de la rubia señalando un lunar en forma de corazón, ante el tacto de Ilse la piel de May se erizo.

La morena arribaba al studio de grabación donde tendríamos sería la tan esperada junta, del auto bajaban ella y la joven, ambas tomadas de la mano en un gesto de complicidad, la mañana transcurría y con ella la llegada de Mimi.
Mimi: dime que todavía no empiezan mi Fer - esta negaba con la cabeza - ufff me salvé, aunque - exclama con un leve tone de pregunta y frunciendo enseño, - se me hace raro que la Güerita y May no hayan llegado, son bien puntuales - Fer se encongío de brazos y no puedo evitar pensar en la cercanía de una noche antes de Ilse y May.

Un par de horas pasaron y con ellas ya era casi las 10, la reunión estaba programada tan solo para una hora después, Isabel llegaba agitada pues sentía que sería la última en llegar
Isa: niñas - saludaba a Mimi y Fer - pensé que no llegaría - ante lo dicho miró y notó la ausencia del par de mujeres - ¿dónde están May e Ilse? - era extraño que su hermana aún no llegara y de la güera ni hablar.
Fer: no sé Mila, ninguna de las dos a llegado - decía mientras se encogía de brazos.
Mimi: oigan - ambas mujeres voltearon - saben que le pasa a Mayte - la morena se puso nerviosa - o sea, se quedaba en paralelo, no reaccionaba, encima se equivocó - Isabel posó su mirada sobre Fernanda.
Isa: Negrita tú sabes algo - esta negó con la cabeza sin dudar - María Fernanda no me ocultes las cosas, tú viste cuando empezó a ponerse mal - para este punto la morena era un manojo de nervios.
Fer: te juro que no sé qué tiene May, Mila si lo supiera te lo diría - ante lo dicho la castaña solo la miró con los ojos entre cerrados y en completa duda.

Mis Mayferitos perdón por no escribir, pero el 25 de este mes es mi cumple , ya salí del hospital pero para mí buena suerte la vida me está sonriendo y me está regalando oportunidades geniale