La historia de un amor (Mayfer)

Cap. XII una amiga, un amor, un acosador.

Paloma: entonces si ya estaba con Ivonne para que la seguiste buscando - movía sus dedos de su mano sobre su pierna en señal de enojo.

Fer: ¿tú dejarías ir al amor de tu vida así de fácil?, ¿dejarías que Emiliano se vaya con otra sin luchar? (Emiliano era un músico del tour que había robado el corazón de la Palomita consentida de las Pandora) - Paloma negó con la cabeza - ¿entonces?

(Flashback)

Los días pasaban y la tensión en el grupo crecía cada vez más, por otra parte Ivonne y Mayte eran cada vez más unidas, su amistad era tan fuerte pese que la mantenían escondida para evitar las malas lenguas, sin embargo eso no había evitado que a los oídos de las compañeras de Flans de la pelinegra llegara el rumor de la relación fingida.

Ivonne: hoy en la disquera Fernanda me ha puesto el pie para que me cayera - dijo mientras se colocaba una mascarilla de chocolate y la rubia ponía los ojos del tamaño del mundo sorprendida.
May: Es en serio su nivel inmadurez - dijo volteando los ojos mientras se dirigía Ivonne Y le colocaba unas bolsas de té para bajar las ojeras de las malas noches que llevaban en debido a sus carreras.
Ivonne: pues ya ves que sí - Dijo mientras ponía la cabeza hacia atrás, - supongo que actuamos muy bien, que si se creyó que somos novias - algo hizo que la cordura de la rubia en ese momento abandonará su cuerpo ocasionando que se sentara sobre de Ivonne en cuclillas, esta última solo retiró las bolsas de sus ojos.
May: me gusta el chocolate  - basta decir que las cosas fluían, la luna solo decidió ser su confidente y admirar lo lindo de aquella entrega.

Los minutos volaron teniéndose cerca, con el lenguaje de las manos la pelinegra sentía que leía en braille cada centímetro de la piel de la rubia, era como leer el libro más interesante con los ojos cerrados para concentrarse en los labios de esta.
Y ni hablar de cómo los gemidos se comían el ruido, cada toque dentro de May era exacto.
- Ivonne - está solo salió del cuello de la rubia donde hizo la peor de las maldades y es que siempre creyó en las señales, dejando en Mayte pequeños cardenales explorando su lado más caníbal.
Ivonne: no digas nada, solo - suspiro - bésame - May la miró y le dio una sonrisa frágil de tanto placer - no hay mejores brindis que los de tus pestañas - exclamó al ver a la rubia cerrar los ojos en un acto de profundo de un orgasmo placer.
May: mi turno - giro a Ivonne que para este momento su respiración era acelerada - no hay mejor panorama que verte así - la noche se hizo larga para aquellas dos jóvenes.

(Fin del flashback)

May: y aunque fue lindo mientras duro, me ayudó a sanar muchas cosas de mi, pero luego nos dimos cuenta que no seríamos felices, yo seguía amando a Fernanda y ella seguía con la esperanza de que Mimi algún día notara que la quería - la güera que en ese momento bebía un poco de agua la escupió de golpe al notar lo último que dijo - ¿lo dije o lo pensé? - se llevó la mano a la frente haciendo unos gestos de arrepentimiento por lo dicho

Ilse: lo dijiste - seguía sorprendida - ¡ah caray!, es que nunca imaginé que a Ivo le gustara la mama - dijo con una risa de complicidad - mira de lo que me vengo enterando - no diré nada no te preocupes, lo que hablamos aquí, aquí se queda.

(Flashback)

Por otro lado a la casa Meade una serie de cartas arrebataban la paz de Fernanda.

Maria:
Espero cada segundo para verte, sé que tú también me extrañas, eres lo más hermoso del mundo, te amo, pronto estaremos juntos mi amor y formaremos la vida que tanto hemos soñado.
Atte: tu gran amor y fiel admirador.

La preocupación en la morena era cada vez más evidente, aunque en silencio decidió que era mejor pasar el mal trago.

La relación entre Ivonne y May era la misma, mientras que Fer debido a la tensión y el nulo apoyo de "kike" con su problema estaba desgastando la situación.

Llegó el peor día hasta cierto punto de Fer, aquel hombre que la tenía de presa en punto por fin tenía un rostro, una nota con un mesero le dio nombre.

La sangre de Fernanda hernia de coraje y asco, mientras que aquel hombre esperaban ansioso que acabara la cena para poder acercarse a ella y lograr su objetivo, la morena no pudo más con la presión y salió a refugiarse al baño de aquel restaurant, la rubia que también se encontraba en el mismo lugar cenando con Ivonne alcanzó a ver a esto salir huyendo al baño y es que la conocía también que sabía que ese rostro era de pánico.

May: Fer, ¿ Estás ahí?, Soy mayte - la rizada al escuchar la voz de esta salió del cubículo donde se encontraba escondida, -Fer, ¿ pero qué te pasó? ¿porque estás así? - la morena sacó la nota que tenía guardada en su bolso y le contó todo a mayte .

La noche era pesada y en aquel estacionamiento la temperatura era como un congelador, sus pasos eran cada vez más pesados y es que la furia la invadía.

May: eres un pendejo, estás casado, nos has visto desde que somos unas niñas, eres mejor amigo de nuestros padres y tu esposo es su madrina, como te atreves a mirarla así - la rubia soltó un puñetazo en la cara de aquel hombre - si sabes que lo que estás haciendo es en contra de su voluntad, la estás acosando - este con la cabeza .

... - no estoy haciendo nada que ella no quiera, ni tenías porque pegarme - la mujer a pesar de su baja estatura Le dio otro golpe y esta vez vino acompañado de una amenaza.

May: si no quieres que hable aléjate de ella - este asintió asustado.

Los días pasaron y con el como si la tierra se lo hubiera tragado, mejor dicho, como si un par de puñetazos lo hubieran intimidado aquel hombre no volvió a dar señas y evitaba estar en las reuniones las encontraban ellas.

Fer: May, ¿qué hiciste que? - dijo sorprendida al escuchar lo ocurrido en el estacionamiento - te pudo haber hecho algo .
May: no me pasó nada, solo me interesa saber que tú estés bien.
Fer: desde que tú no estás nada está bien desde que tú no estás.

(fin del Flashback)

Paloma: entonces fue por ella que el acosador que has contado en muchas ocasiones te dejó en paz .
Fer: ujum - su hija estaba desconcertada pero quería saber más.
Paloma: y que más paso - esta vez su tono de voz era más suave, curioso, como niña pequeña escuchando su historia preferida para dormir.

Mis Mayferitos la verdad amo escribir para ustedes y ver sus reacciones, así que toca maratón