Cap. LXXVI Sin anestesia part 2 (mentiras que duelen, verdades que matan)

68 10 34
                                    

La gente gritaba como loca, la gira de mas inesperado daría su primer concierto, el retorno de Ivonne enloquecía a los fans y en los camerinos una guerra se llevaba acabo.

Fer: dime que la amas, dime lo a los ojos - la mujer acorralaba a la bajita - dime que agita tu respiración como yo lo hago en estos momentos - el pecho de la pequeña mujer subía y bajaba - niégame que no has pensado en serle infiel conmigo.

(La mañana del concierto)

Ivonne: ultimamente sales mucho jovencita - cerraba su libro y miraba a su hija tomar su mochila - ¿dónde vas?, o mejor dicho ¿con quién vas Valentina? - cuestionaba a la menor que la miraba un poco nerviosa, pero su rebeldía salía a flote.
Valentina: con unos amigos que conocí - la pelinegra en el fondo sabía que esos amigos llevaban por nombre Ilse y se apellidaban Olivos.
Ivonne: te llevo - la mujer se disponía a tomar las llaves de su coche.
Valentina: gracias pero no es necesario - antes de decir una sola palabra la menor salió casi corriendo del lugar.

Las horas pasaban y el ensayo previo al concierto se llevaba acabo, las mujeres ensayaban en el lugar ya montado todo, los nervios era evidentes, pues aunque ya habían hecho esto antes, las coreografías nuevas, la adaptación, más la nueva integrante ponía a todos con los nervios de punta.

el descanso era necesario, a las mujeres les designaban sus respectivos camerinos, por un error de coordinación, Mimi e Ivonne terminaron compartiendo lugar, Fernanda y Mayte también compartirían el espacio designado.
en aquel camerino a puerta cerrada la morena sacaba de su bolsa una carpeta, que llamaba la curiosidad de la rubia y el hecho terminaba de ser aun mas llamativo cuando esta le hizo señas ara que la tomara.
May: ¿qué es? - la tomaba curiosa.
Fer: unos documentos de Vale, veo que últimamente abda mucho tiempo en la calle y perdón por la expresión pero antes de que ande de ociosa, creo que es mejor ingresarla a una escuela - May no podía evitar reír un poco al escuchar a la rizada hablar así, pues le daba gracia como tomaba el papel de mamá autoritaria, - no le veo el chiste, se tornaba seria.
May: ¿qué esperabas?, ¿que Valentina siempre jugaras muñecas? - intentaba sostener la risa.
Fer: Pues - en verdad se había quedado sin palabras.
May: imagínate, si así estás por unas salidas, que será cuando te enteres - intentaba no carcajearse.

(Flashback)

La rubia caminaba a su cuarto después de buscar agua a media noche, al pasar por la habitación de su hija no pudo evitar escucharla hablar.
Valentina: yo también te amo, extraño tus besitos, ya quiero verte.

(Fin del flashback)

Fer: ¿qué Valentina que? - decía sorprendida y enojada, no procesaba la noticia.
May: que tiene novio - sostenía la risa y se mordía los labios.
Fer: no y punto, no - la morena entraba en un estado de celos - escúchame bien, saliendo de esto vamos a la casa y esa jovencita me va a oír, tiene prohibido tener novio hasta los 30 - May se reía sin discreción.
May: No jodas Negri , si tú y yo empezamos a salir cuando tú tenías 14, Vale ya tiene 15 - la morena se ponía seria y se acercaba a la rubia, la acorralará contra el tocador, separando sus piernas colocándose entre ellas, la respiración de la mujer subía y bajaba sin piedad, la morena se perdía en su cuello dando besos.
Fer: es diferente - devoraba el cuello de la mujer - era otra época - susurraba en su oído deslizando su blusa a un lado, metiendo la mano - ella es mi bebé, así que no, y tú aunque digas que no, duermas con ella y estés casada con ella, sigues siendo mi mujer - ambas no pudieron contener los besos y las caricias que cesaron el lugar.

Los nervios estaban de puntas, la rubia no podía con la culpa de lo hecho, el haber engañado a su esposa le pesaba demasiado, más con lo buena que la pelinegra era con ella y su hija.
La morena salía del camerino con carpeta en mano, pues pretendía meterlo en el bolso de Ivonne, como Mayte se lo había pedido, a medio camino, su hija y esposo la interceptaron dejando los documentos en medio de la mesa donde descansaban en los conciertos, pues en pleno backstage, colocaban una sala donde las mujeres reposaban y podían comer algo o tomar agua.

La historia de un amor (Mayfer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora