La historia de un amor (Mayfer)

Cap. XXII Palomita de mi alma

Los meses pasaban y la relación entre ambas mujeres era intensa, pese a llevarla oculta, los meses se convirtieron en años, el cariño sudaba por la piel de ambas y agradecían no estar ambas en el grupo pues no podrían ocultarlo.

Ivonne: me sigue cayendo mal, tú podrás perdonarla pero a mí no se me olvidan tus lágrimas - la pelinegra doblaba la ropa de May - pecosa ¿por qué eres tan desordenada? - miraba el caos en la habitación.
May: perdón María deja la casa hecha un caos, Fer ya cambio y si no se a divorciado a sido por María - recogía los juguetes de la pequeña y es que María cubría su necesidad de ser madre.
Ivonne: ujum, oye necesito contarte algo - la rubia miró a Ivo con miedo - vez, te tiene traumada , solo te digo eso y piensas que tú cornamenta aumentará de tamaño, eso no es sano May - la rubia aventó un muñeco chillón a la frente de la pelinegra.
May: que me querías decir.
Ivonne: Mimi - la rubia se detuvo y puso sus manos en la cintura - ella y yo.

(Flashback)

Mimi: Ivonne para - se aferraba a las sábanas, mientras la pelinegra residía entre sus piernas lamiendo el punto de placer de esta - Ivo, Dios para no puedo más - su cabeza se hacía para atrás mientras cerraba los ojos - Margarita porfavor - la pelinegra se alzó para observarla dándole placer con sus dedos acariciandola suavemente.
Ivonne: ¿cómo me llamaste? - dijo mirando a la mujer a su merced con los ojos entre cerrados, esta susurro leve mente.
Mimi: Margarita - la pelinegra al escucharla metió un par de dedos y la embistió de una forma brutal.
Ivonne: no me llamo Margarita - le dijo a Mimi en los labios mientras esta los abría gimiéndo, la pelinegra aprovechando la oportunidad los mordió y beso a su antojo, - no me vuelvas a llamar así - sus manos eran cada vez más veloces hasta que el cuerpo de aquella alta mujer perdió las fuerzas, sus piernas se cerraban mientras temblaban, había llegado a su máximo punto de placer corriéndose con las manos de Ivonne aún dentro de ella, - te amo - pronunció la pelinegra.
Mimi: lo sé , pero esto no se puede repetir - beso por última vez a la pelinegra para ducharse e irse del lugar.

(Fin del flashback)

May: no mames - Ivo soltó una carcajada al escuchar la expresión de la rubia - entonces, tú y ella.
Ivonne: no May, no hay Ella y yo, un nuestro jamás abra, lo mejor es resignarme a que nunca pasará algo serio.

Pese a que Fernanda vivía con Héctor en los últimos meses los sentimientos por May eran tan fuertes que el solo hecho que el la tocará le asqueaba, la noche caía y María dormía profundamente, el hombre llegaba de una reunión con unos amigos sacado de si por las copas.

Héctor: Mija, buenas noches - Fernanda al sentir su aliento volteó su rostro pues el olor era insoportable, - ¿qué pasó mija? Esa grosería ¿por qué? - tomó a Fernanda fuertemente por la cintura.
Fer: suéltame estás muy ebrio - forcejeaba para soltarse de su agarre, pero era inútil la fuerza de Héctor comparada con la de ella era demasiada - suéltame me estás lastimando.
Héctor: ¿qué te pasa mija? - estaba completamente poseído por el alcohol y sus bajos instintos - de seguro tienes a otro, tiene meses que no me dejas tocarte, te limpias mis besos, mis carias, tanto asco te doy - tomó a Fer por la nuca sosteniendo su cabello con fuerza - ya me cansé de esperar, ya no - aventó a la morena al sillón de la sala y comenzó a desabotonar sus pantalones.
Fer: Héctor ¿qué haces?, cálmate - alzaba las manos intentando tranquilizar al hombre, esta al ver sus intenciones intentó correr a la habitación, el hombre la tomó por cintura y la recostó de forma brusca en el suelo colocándose sobre de ella, - Mijo, porfavor, ¿qué haces?, no - la última palabra ahogada en llanto ante los oídos sordos de él, arrancó las bragas de Fernanda dándose paso en ella e invadiéndola, los gritos desesperados de la morena invadía la habitación, después de saciarse solo se durmió en el sillón, mientras que Fernanda subía a la habitación con las piernas débiles.