Kakashi/Lectora- El Único

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"Tadaima", la voz de Kakashi resonó en el pasillo de la casa de (t/n).

Había esperado que un "Okairi" resonara en su apartamento pero en lugar de eso se encontró con el vacío.

Kakashi trotó por el pasillo y notó que una leve capa de polvo cubría las paredes. Los pisos estaban alfombrados con una capa de polvo, incluso la cama estaba tendida y parecía que nadie había dormido en ella durante días. Luego procedió a revisar los cajones, no había alimentos ni siquiera señales leves de cocina.

Empezó a sudar y el corazón le latía con fuerza en el pecho. Empezó a entrar en pánico, el miedo se apoderó de él al instante mientras se agitaba por la casa, llamando a (t/n) en voz alta, pero en vano.

Nadie lo llamó. Sintió que el corazón se le caía en el pecho. No era posible. ¿A dónde se había ido (t/n)? Incluso si hubieras decidido dejarlo, después de todo, deberías estar en tu apartamento. ¿O te enamoraste de alguien más tan rápido en estos 6 meses que decidiste vivir con él?

No, no, no... Kakashi empezó a hiperventilar. (t/n) era su roca, lo único que le daba fuerzas para levantarse por la mañana y vivir el día. Prácticamente respiraba solo para verte sonreír, hacía misiones para ahorrar dinero y así poder ofrecerte un buen futuro. Eras su vida, eras quien daba sentido a su existencia, estaba incompleto sin ti. Llenabas el profundo vacío de su corazón y estar contigo siempre hacía que Kakashi pensara que todo estaba bien, que él también podía volver a sentir felicidad. Que todavía tenía una oportunidad en la vida.

Pero él no te merecía. Debajo de su expresión arrogante y burlona siempre se escondía la inseguridad de que no era lo suficientemente bueno para ti. De que algún día te darías cuenta de que había muchas personas mejores que él que al menos podían quedarse en casa y brindarte algo de consuelo durante tus momentos difíciles, no alguien que siempre estaba lejos en una misión.

Pero aun así, le dolía el pecho, le dolía el corazón, todo le palpitaba. Quería a alguien mejor para ti, pero aún le resultaba muy difícil dejarte ir. Recuerda el día en que te había contado sobre Obito y Rin, temiendo que finalmente eso te hiciera entrar en razón y lo dejaras para siempre. En cambio, lo sostuviste en tus brazos, besando esa misma cicatriz en su ojo y ese mismo brazo que había atravesado el pecho de Rin.

Primero acariciaste la herida del ojo, diciendo: "Te hiciste esta cicatriz tratando de proteger a los que amas, a tu camarada, Obito", dijiste, tranquilizándote sobre esa mancha roja y enojada.

—Y éste... —había sostenido sus manos entre las suyas, apretándolas con todo su amor.

"Has salvado incontables vidas con él, no lo olvides. E incluso durante ese tiempo con Rin, fue por el bien de la aldea, Kakashi. Eres un shinobi que pensó en su aldea incluso en los momentos más cruciales, no dejes que eso te desanime. No olvides que todavía te amaré, sin importar lo que hayas hecho o lo que vayas a hacer, con cicatrices y todo".

"¿Por qué? ¿Por qué alguien como yo?", respondió.

"Porque tú eres tú. Debajo de todas tus inseguridades y errores, tú eres Hatake Kakashi, no el ninja que copia, no el Kakashi del Sharingan, no el Kakashi de sangre fría, sino el Hatake Kakashi que ama leer el libro obsceno escrito por el sensei de su sensei, el Hatake Kakashi que puede hacer el mejor sushi de todos, el Hatake Kakashi que no ignora a nadie sin importar cuánto demuestre que lo intenta, el Hatake Kakashi que pone a su aldea por encima de todos, es uno de los, no, el mejor shinobi que conozco, el Hatake Kakashi que no es tan de sangre fría como demuestra ser, pero de hecho, es un blando de corazón. Hatake Kakashi que también es un humano y se le permite cometer errores. Amo a ese Hatake Kakashi".

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