Traducciones Naruto

Matrimonio arreglado/ Itachi Uchiha

FIRMAR un papel que dictaría con quién pasarías el resto de tu vida sería aparentemente el mejor día de tu vida, ¿verdad? Incorrecto . Los matrimonios arreglados eran comunes entre los miembros de diferentes clanes como una forma de producir descendencia que se convertiría en poderosos jefes de sus clanes. Sin embargo, casarse con un miembro del clan Uchiha estaba en un nivel completamente diferente. Por un lado, se sabía que los Uchiha eran el clan más poderoso de toda la Aldea Oculta de la Hoja, por lo que casarse con un miembro de él se consideraría un honor, ya que tendrías que estar en forma para ser considerado como un posible cónyuge de un Uchiha. La otra cosa, todos los ancianos eran conocidos por obligar a los niños pequeños y adolescentes a perseguir el más alto grado de honor que conlleva ser ninjas. Eso, a su vez, solo comienza el aumento de los aplastantes trastornos de salud mental entre los Uchiha, a los que nadie tiende a encontrar una manera de luchar y continuar con el estresante camino.

Entonces, aquí estabas dentro de tu nueva casa compartida limpiando un poco antes de la supuesta llegada de tu querido esposo y uno de los ninjas distinguibles de la aldea, Uchiha Itachi . Al crecer, no entendías por qué las chicas de tu clase siempre miraban con lascivia al Uchiha. En tu opinión, tenía una cara genérica con los típicos ojos oscuros y cabello oscuro, y nada significativo se destacaba. Sin embargo, eso no significa que no lo encontraras un ninja notable. Tú, junto con todos los demás en la aldea, sabías de lo que Itachi era capaz como ninja. A veces, te ponías celoso de la cantidad de atención que recibiría por ser el mejor de los mejores en el clan, ya que también eras uno de los mejores ninjas de tu propio clan. Poco después de la ceremonia de boda entre tú e Itachi, te aconsejaron que asumieras las tareas de una ama de casa en lugar de emprender peligrosas misiones en el desierto. Te molestaba lo patriarcal que era el clan Uchiha, pero ¿a quién podías quejarte con la esperanza de que eso cambiara?

El deslizamiento de la puerta principal te sacó de tus pensamientos y volteaste la cabeza en dirección a la entrada. Itachi entró en la casa quitándose el equipo de su torso y desatando su cinta ninja, colocando ambos objetos en el suelo cerca de la puerta. Se quitó las sandalias y no te diste cuenta del pequeño ramo de flores que sostenía en su mano callosa. Te quedaste congelada en el lugar con la escoba todavía atascada en tus manos mientras veías a Itachi caminar hacia ti con una de sus raras sonrisas que solo te muestra a ti, su hermano pequeño, su mejor amigo y su ex capitán de la ANBU. Ver a Itachi de ese humor era una sensación que solo tú podías experimentar realmente, ya que el hombre tenía que mantener sus emociones ocultas en su corazón para las misiones y reuniones con otros ninjas.

—Espero que no hayas preparado la cena todavía. Salgamos esta noche, yo invito —dijo Itachi con su voz profunda, sosteniendo el ramo de flores frente a ti. Tus ojos bailaron de su delicado rostro a las flores en su mano—. Hay sobras del almuerzo que podemos comer en su lugar —murmuraste, dándote la vuelta para volver a cepillar el piso con tu escoba.

De ninguna manera ibas a salir a cenar con tu marido arreglado, por voluntad propia. Itachi suspiró y dio un paso atrás para dejar las flores en la pequeña mesa del comedor. "Si cambias de opinión, estaré en mi habitación", susurró Itachi, esperando que no lo escucharas. De todos modos, las palabras entraron por un oído y salieron por el otro sin ninguna preocupación en el mundo.

Los pasos ligeros comenzaron a desvanecerse cuando Itachi salió del comedor y subió las escaleras hacia su habitación. Sí, los dos habían acordado compartir habitaciones separadas ya que ninguno de los dos quería este matrimonio en primer lugar. Sería más incómodo si los dos durmieran juntos en la misma habitación, por lo que rápidamente se decidió ni siquiera plantearse ese evento.

Itachi entró en su habitación y cerró la puerta detrás de él, silenciosamente, aunque no te hubiera importado que la cerrara de golpe. Un suspiro de cansancio salió de su boca mientras se acercaba al armario de su habitación mínimamente decorada y escogió una camiseta sencilla con el escudo Uchiha en la espalda y un par de pantalones cómodos. Puso la ropa sobre su futón que descansaba en el medio de su habitación, pero en lugar de cambiarse directamente, se sentó en el futón y se frotó la cara con las manos.