yandere shisui + obito

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Shisui

~Una de mis previsiones anteriores para Shisui es que en sus momentos "más oscuros", específicamente los celos, podría volverse más duro con su amada y arremeter o algo así, lo cual es perfectamente aplicable en esta situación.

~Shisui siempre te está observando. Incluso cuando no está ahí, sabe lo que estás haciendo y lo que sucede a tu alrededor porque siempre te vigila a través de una de sus invocaciones o pájaros ilusionistas. Por lo tanto, sabe sobre la situación en el momento en que sucede.

~A pesar de lo mucho que esta situación lo enfurece, también ve esto como una oportunidad perfecta para ponerte a prueba. Quiere ver si eres leal a él como has estado diciendo que lo eres para que te dé un poco más de libertad. Entonces, cuando llegas a casa, Shisui está allí esperándote.

~Shisui es un shinobi muy ocupado y, como te has adaptado a ser su niña mimada, te recompensó con algo de libertad y te dejó salir de casa sola para hacer algunas compras. Fue el mayor error de su parte porque, en el momento en que te permite irte, de repente alguien más se acerca a ti. Esto solo le demostró que no puede dejar que salgas sola en público porque hay demasiados sinvergüenzas, como el tipo que coqueteó contigo, por ahí.

~Así que, en el momento en que regresas y cierras la puerta de la morada que comparten, el aire cambia. Se siente más pesado y astuto. No ayuda que, mientras te mueves para poner las compras en su lugar correspondiente, la intensa mirada de Shisui esté cavando agujeros en tu cabeza.

Se acercará a ti con naturalidad, con una amplia sonrisa en el rostro. Y si no apartaras la mirada y miraras su rostro, habrías visto que las comisuras de sus labios se crispaban, lo que indicaba lo forzada que era su sonrisa.

Quería ver si se lo dirías tú mismo y serías sincero. Realmente esperaba que le hubieras dicho la verdad por tu cuenta.

"¿Cómo estuvo tu viaje?"

Era una pregunta simple y sencilla, no difícil de responder. Sin embargo, la pesadez de la verdad que subyacía en su tono dejaba en evidencia que él estaba al tanto de lo que había sucedido, y que era lo suficientemente amable como para ponerte el anzuelo sobre la cabeza para darte la oportunidad de morderlo. Ya fuera porque te quedaste paralizada de miedo o porque sabías que admitirle la verdad a Shisui lo llevaría a matar a una persona inocente que solo había coqueteado contigo, algo te impidió responder honestamente. Y, al reflexionar sobre esto en retrospectiva, fuiste una tonta, una absoluta tonta por pensar que Shisui no sabría la verdad y que podrías salirte con la tuya mintiendo para proteger a un extraño que ni siquiera conocías y causarte más problemas.

"Estuvo bien", respondiste simplemente.

"¿Todo bien? ¿No hay nada en particular que quieras contarme?"

"No."

Al igual que la simple pregunta que creó la atmósfera pesada, tu respuesta simple de una sola palabra condujo a consecuencias no deseadas. Antes de que pudieras siquiera parpadear, Shisui te había inmovilizado contra la pared de la cocina y se alzaba sobre ti. Su rostro estaba apenas a unos centímetros de distancia y te sujetaba la barbilla con fuerza entre el pulgar y el índice.

"No debiste haberme mentido, cariño , porque lo que pasó. Ahora, no solo voy a matar a ese imbécil que intentó robarte de mí, sino que también te enseñaré lo que pasó cuando me mientes ".

Obito

La peor situación en la que tú, una pobre víctima de un yandere posesivo, te puedes encontrar es que alguien ignore descaradamente al hombre que está a tu lado, que agarra ferozmente tu mano entre las suyas y hace un movimiento hacia ti para intentar robarte de él.

Mientras la otra persona intenta cortejarte y tocarte, haces todo lo posible por decepcionarla amablemente y esperar que capte la indirecta. No por tu bien, sino por el de ella, porque con la forma en que actúa, no pasará mucho tiempo antes de que el hombre que está a tu lado se deje llevar por su furia.

Pasan unos segundos y es entonces cuando lo sientes: la mirada dominante y sofocante que te dirige Obito, con su sharingan brillando y sus tomos comenzando a girar para formar su mangekyo sharingan. Un escalofrío de horror te recorre y antes de que puedas respirar de nuevo, el cuerpo de la persona que tienes frente a ti sigue de pie, pero no hay cabeza.

Petrificada, gritas y tratas de huir. Anticipando tu reacción, Obito se colocó detrás de ti al instante, te rodeó con sus brazos y te trajo hacia atrás con fuerza para que tu espalda quedara contra su pecho. No pudiste evitar que las lágrimas cayeran por las esquinas de tus ojos por el horror de la espantosa matanza que estaba frente a ti.

Obito acarició suavemente tu cabeza y besó tiernamente el costado de tu frente.

—Shhh, no tienes por qué llorar y desperdiciar tus lágrimas en un canalla como ellos. Sé que eres un alma sensible, pero ellos recibieron lo que se merecían. Eres mía y mataré a cualquiera que intente cambiar eso. 

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