El viento soplaba con fuerza cuando llegué al borde del edificio. Desde ahí, vi cómo del otro lado, la pareja controlada por mí seguía en su lugar, esperando órdenes. La distancia entre ambos edificios era justo lo que necesitaba para crear otra tirolesa. Con precisión, corté la cuerda anterior y me preparé para el siguiente tramo.
A mis pies, el ducto de ventilación esperaba. Lo abrí con un destornillador de precisión y me coloqué la máscara de tela para cubrir mi rostro. Con agilidad, me deslicé dentro del conducto, avanzando en silencio. Podía oír las risas estúpidas de dos guardias de seguridad en el cuarto de cámaras, ambos entretenidos con una tontería en la televisión. Ni siquiera prestaban atención a los monitores que debían vigilar. **"Típico de los humanos,"** pensé mientras me movía con sigilo entre las sombras del ducto.
Desplegué mi pequeña computadora portátil y comencé a escribir rápidamente un programa que había diseñado para hackear el sistema de cámaras del museo. Con unas pocas líneas de código, sustituí las imágenes en tiempo real por una simulación falsa. **"Demasiado fácil."** Sabía que esos idiotas no notarían la diferencia, y mientras ellos seguían distraídos, yo avanzaba despacio por los pasillos.
Cada paso que daba, el ardor en mi pecho se hacía más intenso. Estaba cerca. Podía sentirlo.
Llegué hasta la rendija que daba al área donde exhibían los instrumentos egipcios. Delante de mí, el sistema de seguridad se desplegaba, con sus malditos rayos láser cubriendo cada esquina. Pero no me iban a detener. Con mis gafas especiales, podía ver cada rayo. Gracias a mi tamaño reducido, tenía una ventaja que los humanos ni siquiera consideraban.
Crucé los primeros cinco puntos con cuidado, midiendo cada paso, cada movimiento. Luego, otros cinco. El calor en mi pecho crecía. Los últimos cinco rayos eran los más complicados, pero la motivación me impulsaba. El Daemon Ritus estaba a pocos metros de mí.
Cuando me acerqué al muro donde lo tenían en exhibición, sentí una oleada de emociones. Toqué suavemente el cristal, y una mezcla de nostalgia y poder recorrió mi cuerpo. **"Hola, viejo amigo,"** susurré mientras subía lentamente hasta alcanzar el cristal.Mi pata tocó el borde, lista para abrir el vidrio, cuando una voz me interrumpió:
**"¡Oye!"**
Un guardia. Miré por encima de mi hombro, con una sonrisa. **"Justo a tiempo,"** murmuré, listo para el siguiente paso.
YOU ARE READING
Volveré
FanfictionQué pasaría sí Scrappy Doo planeara vengarse de la vez en que Misterio S. A. frunció su plan y en esta ocasión él pueda hacer bien todo lo que hizo mal. Han pasado más de 20 años desde que Scrappy Doo se unió con el Daemon Ritus, un aparato con la...