Han pasado tres semanas desde aquella noche, y las cosas solo han mejorado para mí. Desde que me instalé en la casa de Titan, todo ha ido según lo planeado. Nadie sospecha de lo que estoy haciendo, nadie se da cuenta de que el gran Titan ya no es más que una marioneta bajo mi control. Su casa siempre está llena de gente, fanáticos que vienen a felicitarlo, a celebrar con él, como si fuera un héroe. Y claro, yo aprovecho cada oportunidad.
Las fiestas que organizamos se han vuelto legendarias. Cientos de personas llegan, beben, celebran... y ni siquiera notan que estoy manipulando cada trago que les sirvo. Agrego pequeñas dosis de medicamentos en sus bebidas, lo justo para que caigan en un profundo sueño. Y una vez que todos están inconscientes, es cuando comienza la verdadera diversión. Es en ese momento cuando robo sus almas, una a una.
Pero lo mejor es que ahora mis marionetas, los cuerpos vacíos de quienes alguna vez fueron personas, pueden seguir actuando como si nada hubiera pasado. Los hago volver a sus casas, como si siguieran siendo ellos mismos, sin emociones, sin alma. Solo robots obedientes a mis órdenes. Esto me permite seguir absorbiendo almas sin que nadie sospeche. He perfeccionado el arte de la discreción. Nadie nota la diferencia... hasta que es demasiado tarde.
En estas tres semanas también me he dado el gusto de humillar a Zarkos. ¡Cinco veces! Cada vez que Titan lo enfrenta en el cuadrilátero, es mi mano la que lo golpea, mi voluntad la que lo somete. Y cuando lo llamo *damisela* con esa voz burlona a través de Titan, veo cómo su cara se tensa, cómo comienza a sospechar. La primera vez se encogió de hombros, sin darle importancia. La segunda, frunció el ceño, pero no dijo nada. La tercera vez, me miró directamente a los ojos, pero se quedó en silencio. La cuarta y quinta fueron diferentes; ya no era solo una broma para él, lo estaba empezando a molestar.
Un día, mientras estábamos en los vestidores, sentí que estaba cerca de quebrarlo. Titan, bajo mi control, lo miró y dijo en ese tono despreocupado:
—Nos vemos, damisela.
Zarkos dejó de atarse las botas, su rostro endurecido como nunca antes. Me observó con una mirada oscura y finalmente, después de un largo silencio, habló:
—Ya basta.
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Volveré
FanfictionQué pasaría sí Scrappy Doo planeara vengarse de la vez en que Misterio S. A. frunció su plan y en esta ocasión él pueda hacer bien todo lo que hizo mal. Han pasado más de 20 años desde que Scrappy Doo se unió con el Daemon Ritus, un aparato con la...