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Desde los ojos de Titan, observé a Zarkos, sentado en el probador. Se veía desorientado, su mirada perdida, como si no entendiera del todo lo que acababa de suceder. Pero no me dejé engañar. Sabía que Zarkos podía ser muchas cosas: arrogante, traicionero, incluso parecer un imbécil a simple vista, pero también sabía que detrás de esa fachada había alguien astuto. Zarkos no había llegado a donde estaba solo por suerte. Era más inteligente de lo que aparentaba, y, por un momento, parecía que había dejado pasar a propósito su oportunidad de contraatacar. ¿Una trampa tal vez?

Pero no me importaba. No estaba aquí solo para derrotarlo en una pelea. Eso sería demasiado fácil. No, quería algo más. Quería divertirme. Quería verlo arrastrarse.

En lugar de seguir peleando, decidí que sería más provechoso utilizar a Zarkos para mis propios fines. Ya tenía el control del cuerpo de Titan, pero ahora también controlaba a los otros luchadores que habían presenciado mi pequeña intervención. Los cuatro ídolos de la lucha estaban bajo mi poder, y con ellos, también a todos sus seguidores. Fans que harían lo que fuera por acercarse a ellos.

Zarkos aún no lo sabía, pero sería parte clave de mi plan. Cada vez que los luchadores mencionaran su nombre, lo harían con una pequeña variación: *damisela*. Lo harían con burla, pero también con una especie de deferencia, como si se tratara de una broma interna que solo yo conocía. Quería ver cómo lo destrozaría, poco a poco, desde dentro.

Imaginaba la escena: tras cada pelea, los luchadores se acercarían a Zarkos con esa sonrisa burlona, llamándolo "damisela", y él tendría que soportarlo sin entender del todo por qué. 

Mientras tanto, los fanáticos que adoraban a estos luchadores seguirían idolatrándolos, sin saber que ya no eran más que marionetas en mis manos.

—Este es solo el principio, Zarkos —susurré a través de Titan, saboreando la anticipación de lo que estaba por venir—. Ahora tengo a tus compañeros, a los fans... y muy pronto, a ti también.

VolveréWhere stories live. Discover now