95

3 0 0
                                    

Han pasado cinco años desde que tomé control absoluto de este mundo, y a veces me resulta increíble ver cómo todo ha cambiado según mis deseos. Las ciudades, los paisajes, hasta el mismo curso del tiempo... todo sigue el ritmo que yo marco. Al principio, transformar el planeta y moldearlo me llenaba de una sensación de logro. Sin embargo, ahora, con todo en su sitio, no queda mucho por hacer. La gente ya se rinde sin cuestionarse, obedece cada orden sin resistencia. Molestarlos se ha vuelto un mero entretenimiento, un recordatorio de quién manda aquí.

Pero no todos los humanos son iguales. A aquellos que se han mostrado especialmente útiles o serviles les he dado un don, un poder reservado solo para mis elegidos: la habilidad de transformarse en demonios de piel morada, capaces de resistir las fuerzas y sobrevivir en este nuevo orden que he establecido. Aquellos que poseen esta forma son los únicos a quienes permitiré prosperar; el resto no tiene cabida en mi mundo. Esto ha desatado una desesperación que va más allá de lo que pude prever: la gente se ha convertido en mi más ferviente ejército de esclavos, dispuestos a realizar cualquier tarea, cualquier favor, sin importar cuán absurda o cruel sea, solo por la oportunidad de ser uno de mis "elegidos". Incluso los actos más insignificantes son obedecidos con devoción. Todo por la promesa de esa forma demoníaca, de ese escudo de supervivencia.

Y aun así, esto es solo un atisbo, una pizca de lo que está por venir.

VolveréWhere stories live. Discover now