Volveré

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**Sonreí.** No pude evitarlo cuando vi la mirada de **N' Goo Tuana** al oír la frase "*poder perruno*" de los labios de **Zarkos**. Él lo sabía tan bien como yo: nadie en este maldito mundo usa esas palabras, solo **Scrappy-Doo**.

Zarkos se veía cada vez más asustado y confundido, con el ceño fruncido y una especie de desesperación en su mirada. Estaba a punto de decir mi nombre, pero N' Goo Tuana, rápidamente, lo detuvo.

—No digas ese nombre —gruñó N' Goo con una seriedad que hizo que Zarkos se congelara por completo.

Zarkos, sin embargo, no podía dejar de pensar en lo que había oído.

—¿Cómo es posible? —preguntó en voz baja, como si hablara consigo mismo—. Scrappy está en una prisión de máxima seguridad. Es imposible escapar de ahí... Yo lo intenté muchas veces, lo sabes.

N' Goo Tuana asintió lentamente, recordándole la fortaleza que era esa prisión. Pero Zarkos, aún visiblemente confundido, siguió.

—Fue Titan quien dijo esas palabras. ¿De dónde las oyó? —murmuró, tratando de encontrar una explicación racional. Su mente buscaba desesperadamente una solución que no involucrara lo impensable.

Después de un largo silencio, Zarkos trató de convencerse a sí mismo:

—Debe ser una coincidencia. O tal vez... alguien que estuvo en la isla, alguien que convivió con Mystery Inc.

Mencionó el tiempo en la Isla Spooky, y pude ver cómo su mente comenzaba a conectar los puntos. Habló sobre cómo, cuando **N' Goo Tuana** fue a tocar el piano en el bar, vio a **Vilma** sentada con un chico, bebiendo algo. Recuerdo esa escena muy bien, porque yo estaba allí también, observando, esperando recuperar mi cuerpo cuando el pozo de almas fue derramado y las almas volvieron a su lugar.

N' Goo Tuana también lo recordaba.

—Los vi platicar —dijo N' Goo, reflexionando—. Luego oí al chico reírse cuando Vilma mencionó algo sobre "*poder perruno*".

Zarkos lo escuchó, pero aún estaba atado a su miedo. **Quería creer** que era solo una coincidencia.

—Quizá lo oyó de otra persona... —musitó Zarkos.

Intentó volver al tema de "Damisela", pero N' Goo no lo dejó avanzar mucho.

—Scrappy está en prisión, Zarkos —dijo N' Goo, con un tono de firmeza—. Tú y yo estuvimos con él mucho tiempo. Sabemos que no puede escapar de ahí.

Zarkos, aún aferrándose a su temor, trató de insistir:

—Pero... ¿y si de alguna forma...?

N' Goo Tuana lo miró directamente a los ojos, cortando cualquier esperanza absurda.

—Nadie puede escapar de esa prisión, Zarkos. Y aunque pudiera... sin el **Daemon Ritus**, ese enano no es más que una artimaña insignificante.

Me reí en silencio. ¡Qué equivocados estaban! Si supieran lo que tenía entre manos...

Zarkos, sin embargo, intentó una vez más:

—Pero...

N' Goo lo detuvo con una frialdad brutal.

—No tiene el Daemon Ritus. Sin ese aparato, él no es nada.

Las palabras parecieron calmar a Zarkos, aunque solo fuera un poco. Pero yo, desde donde estaba, susurré para mí mismo con una sonrisa maliciosa en el rostro:

—Pronto tú también me las pagarás, traidor.