Sentí un tirón en la espalda, uno fuerte, y maldición, supe que alguien me había atrapado. Al girar la cabeza, lo vi: un guardia de seguridad, pero no era Luis. Este tipo no me sonaba de nada. Sus ojos me miraban con burla mientras me sujetaba como si yo fuera un juguete inofensivo.
—¿Y tú quién eres? —me preguntó, sin quitar esa sonrisa idiota de la cara.—¡Suéltame! —le gruñí, pero no me hizo caso. Vi cómo sus ojos bajaban hacia el collar en mi cuello, ese maldito collar con el nombre que mis "dueños" me habían puesto.—¿Flappy, eh? Qué nombrecito más tonto para un perro. ¡Ese maldito nombre! Sentí la rabia subir por mi pecho. —¡No me llames así! —gruñí, más fuerte esta vez. Intenté liberarme, pero este tipo ni siquiera se inmutó. Estaba disfrutando de su pequeña broma.—Tranquilo, "Flappy". Vamos a dar un paseo. —Se reía como si yo fuera solo una simple mascota.Justo en ese momento, lo vi. Luis. Estaba parado, inmóvil, con esa expresión vacía en su rostro. El guardia, al que al parecer llamaban Pete, también lo vio y se detuvo.—¿Luis? ¿Qué haces aquí? —preguntó el idiota de Pete, soltándome un poco, confundido por la presencia de su compañero.Luis no dijo una palabra, se quedó quieto como una estatua. Pete empezó a inquietarse, lo vi en su cara. Dio un paso hacia atrás, desconfiado.—Luis, ¿qué te pasa? ¡Dime algo! —le gritó, como si de verdad esperara una respuesta.Yo no podía desperdiciar la oportunidad. Miré a Luis y le di la orden con toda mi furia:—¡Atácalo!Luis se lanzó hacia Pete sin dudarlo. Lo vi en su rostro: el desconcierto, el miedo. Intentó detener a Luis, pero no tenía ninguna oportunidad. Luis lo empujó con tanta fuerza que lo estrelló contra un sarcófago cercano. Pete, completamente confundido, intentaba razonar con él, pero no sirvió de nada. —¿Qué te pasa? ¡Luis, para! —gritaba, mientras trataba de bloquear los golpes.Me deslicé hacia el Daemon Ritus, manteniéndome bajo y fuera de la vista. Estaba tan cerca. Mientras Pete se defendía como podía, Luis lo empujó con tanta violencia que su cuerpo cayó contra uno de los anaqueles, desmoronándolo. Todo el lugar se estremeció, y en ese momento, lo vi. El anaquel se abrió, y pude sentir el tirón, el alma de Pete siendo arrancada de su cuerpo y absorbida por el Daemon Ritus.Una sonrisa se dibujó en mi cara. Todo estaba saliendo a la perfección. Me acerqué, sin apartar los ojos de mi objetivo.—Ven con papá... —susurré, estirando la pata hacia el artefacto que tanto había anhelado.
YOU ARE READING
Volveré
FanfictionQué pasaría sí Scrappy Doo planeara vengarse de la vez en que Misterio S. A. frunció su plan y en esta ocasión él pueda hacer bien todo lo que hizo mal. Han pasado más de 20 años desde que Scrappy Doo se unió con el Daemon Ritus, un aparato con la...