Estaba en el bar, cómodamente usando el cuerpo de Tom. Era una cobertura perfecta, uno de los muchos beneficios de mis experimentos con el Daemon Ritus. Nadie sospecharía nada, y además, me daba la oportunidad de moverme sin llamar la atención. Mientras observaba el lugar, noté que Zarkos estaba sentado en una mesa al fondo, bebiendo y conversando con N' Goo Tuana. Me acerqué lo suficiente para escuchar sin ser visto.
—Últimamente me he estado lastimando mucho —dijo Zarkos, frotándose el hombro con una mueca de dolor—. Titan... esos golpes... no puedo creerlo, está más fuerte de lo que imaginaba.
Sonreí para mis adentros. Claro que lo estaba. Titan no era el mismo peleador bobo y débil de antes. Ahora era una bestia imparable, pero no por accidente. Me aseguré de eso. Las palabras de Zarkos siguieron fluyendo, y me deleité escuchando cómo mi plan se desarrollaba.
—Hace unos meses no era más que un peleador torpe —continuó Zarkos—. Un imbécil. ¿Cómo demonios aprendió tanto en tan poco tiempo? Es como si de la nada supiera todos mis puntos débiles.
N' Goo Tuana se recargó en la silla y soltó una risita burlona.
—Tal vez solo fingía ser un bobo. Dejarse engañar, hacerse el débil... y luego, bam, te destroza cuando menos lo esperas.
Zarkos se encogió de hombros, nervioso. Sabía que algo no cuadraba, pero no podía averiguarlo.
—Si esto sigue así —murmuró, mirando su vaso con resentimiento—, mi agente me dejará. Ya está hablando de cancelarme, de cortar el patrocinio. Si pierdo eso... me quedaré sin nada.
Mi sonrisa creció mientras escuchaba esas palabras. *Ah, Zarkos, tu agente también está bajo mi control*. Lo había absorbido hacía tiempo, al igual que a los organizadores de las peleas. De esa forma, todo estaba orquestado para que Titan lo destruyera. Cada pelea, cada golpe, todo planeado para humillarlo.
N' Goo Tuana, siempre dispuesto a hurgar en las heridas, se inclinó hacia él.
—Pero tú eres Zarkos, ¿no? Has podido con otros luchadores antes. ¿Qué pasa con los últimos que has vencido?
Zarkos mencionó cinco nombres rápidamente, como buscando consuelo, y yo sonreí aún más al escuchar que tres de ellos estaban, claro, bajo mi control también. Titan les había pasado por encima como si fueran muñecos de trapo, y Zarkos ni siquiera lo sabía.
—¿Sabes? —dijo Zarkos, bebiendo lo último de su vaso—, podrías venir a la siguiente pelea. Ver cómo lo destrozo de una vez por todas... si es que lo logro.
Me reí en silencio. *Perfecto*. Cada palabra que salía de sus bocas sólo reforzaba mi éxito.
—Oh, sí... perfecto —murmuré para mí—. Porque ahora sí, N' Goo Tuana, lamentarás haberme pateado aquella noche que nos arrestaron.
Los dos seguían charlando, ajenos a la telaraña que los envolvía. Todo avanzaba tal como lo había planeado.
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Volveré
FanfictionQué pasaría sí Scrappy Doo planeara vengarse de la vez en que Misterio S. A. frunció su plan y en esta ocasión él pueda hacer bien todo lo que hizo mal. Han pasado más de 20 años desde que Scrappy Doo se unió con el Daemon Ritus, un aparato con la...