𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟐𝟔

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El paisaje fuera de la ventana gradualmente pasó de montañas a llanuras.

Las nubes en el cielo parecían mucho más bajas.

Esta fue la primera vez que Xiaoqi se aventuró tan lejos de casa y fue testigo de un paisaje completamente diferente.

El exterior parecía plano y vasto, a diferencia de la ciudad de Lushan, donde un edificio o un río en la distancia estarían obstruidos por montañas.

Pero aquí, frente a ella, todo estaba nivelado y no había montañas a la vista, solo nubes.

Se sentía increíblemente expansivo, pero al mismo tiempo, el cielo parecía más bajo y las nubes parecían tan cercanas que si saltaba un poco más alto, podría tocarlas.

Este paisaje tan contrastante llenó de asombro a Xiaoqi, lo que la impulsó a observar en silencio durante un rato más.

Luego guardó el libro que acababa de leer, "Un día en Edo", y sacó otro, "Los tres primeros ministros de la familia Abe Shinzo y la política hereditaria en Japón", que era un regalo del maestro Zhou.

Sin que Xiaoqi lo supiera, Zhou Meiling había agarrado casualmente tres libros y, como no los había leído durante mucho tiempo, decidió dárselos a Xiaoqi.

Xiaoqi había estado bastante ocupada últimamente, pero era una lectora dedicada que siempre se tomaba su tiempo para leer libros. No había tenido la oportunidad de leer este libro en profundidad, así que decidió llevárselo.

Había oído que la vida universitaria sería tranquila y con mucho tiempo libre, por lo que leer más libros no le vendría mal.

Antes de abrir el libro, Xiaoqi bebió un sorbo de agua y sacó un tomate. Guardó algunos bocadillos en su bolso porque pensó que sería mejor comerlos durante el viaje en lugar de llevarlos de un lado a otro, temiendo que se aplastaran. Además, comerlos también aliviaría un poco su carga.

Los tomates que cultivaba en casa eran grandes y su piel aún estaba firme. Su madre escogió específicamente este tipo, que, al morder la capa exterior, llenaba el interior con un jugo ácido y dulce, verdaderamente apetitoso.

Xiaoqi le daba un mordisco, sorbía el jugo y si no lo terminaba, goteaba por todas partes.

No había recibido ninguna formación formal sobre etiqueta en la mesa, por lo que su forma de comer era algo informal. Sin embargo, al ser una chica joven, su actitud informal no la hacía parecer desaliñada.

Mientras tanto, Cheng Minguang quería hablar con esta joven sobre caligrafía, pero la situación actual le resultaba un poco incómoda. Era un funcionario con experiencia y, sin embargo, no podía encontrar las palabras adecuadas para iniciar una conversación.

Además, la joven ya había guardado su cuaderno.

Como gran aficionado a la caligrafía, tenía una profunda comprensión de su propia escritura y no podía tolerar que hoy en día los niños prefirieran usar computadoras y descuidaran el arte de la escritura a mano. Por eso, siempre regañaba a su hija, insistiéndole en que debía practicar la escritura.

Ella quiere ser una persona beneficiosa en la sociedad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora