Capitulo 79: La Batalla del Sombrío: La Transformación del Hadgot

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La Batalla del Sombrío: La Transformación del Hadgot

La dimensión del Hadgot estaba envuelta en una oscuridad infinita. Los árboles retorcidos y las sombras susurrantes formaban una atmósfera de desesperación, donde el tiempo parecía no existir. La batalla entre el Sombrío y la Sombra Castigadora había comenzado, pero la verdadera fuerza detrás de la lucha ya estaba por hacer su entrada. El Hadgot, cuyo dominio sobre la oscuridad era absoluto, emergió de las sombras con una intención clara: restablecer el equilibrio a toda costa.

La Intervención del Hadgot

El Hadgot no era un espectador pasivo. Él había estado observando, desde las sombras, cómo el Sombrío había intentado destruirlo todo, buscando venganza contra los monstruos y desafiar el orden establecido en el universo. Pero el Hadgot no podía permitir que el Sombrío arrasara con el equilibrio que tanto costaba mantener.

"Tu venganza... es una ilusión", dijo el Hadgot, su voz resonando en el aire como un eco de la eternidad.

Con un movimiento de sus manos, la oscuridad misma respondió. El Hadgot alcanzó su forma más pura, la de la oscuridad infinita. Su cuerpo se expandió, absorbiendo toda la luz que quedaba en la dimensión. Su presencia se hizo tan abrumadora que incluso las sombras parecían temblar ante su poder. Era como si la propia dimensión estuviera tomando vida, respondiendo al ser que la gobernaba.

La Transformación del Hadgot: Oscuridad Infinita

La dimensión del Hadgot comenzó a cambiar. Los árboles se retorcían aún más, el aire se volvía denso y palpable, y las sombras crecían, multiplicándose hasta casi cubrir todo. El Hadgot, ahora en su forma más poderosa, se alzó como una sombra titánica que parecía eclipsar todo a su alrededor.

De sus ojos surgieron destellos de oscuridad pura, y su voz resonó nuevamente, esta vez llena de la autoridad de las tinieblas: "La oscuridad es la respuesta, Sombrío. Si quieres destruir, serás destruido por la propia oscuridad que has desatado."

El Ataque del Sombrío

El Sombrío, al ver la transformación del Hadgot, comprendió que su venganza ya no era posible sin enfrentar el verdadero poder detrás de todo lo que había intentado destruir. Pero su odio no menguaba. Luchó contra la oscura entidad con todas sus fuerzas, desatando sus poderes sombríos en un intento desesperado por derribar al Hadgot. Cada golpe de oscuridad que lanzó parecía disiparse contra la barrera impenetrable del Hadgot.

"¡No puedes vencerme! ¡Soy el Sombrío, el rey de la oscuridad!" gritó, su voz resonando con furia.

Pero el Hadgot permaneció impasible, como un faro en medio de la tormenta oscura. La batalla entre las sombras y las fuerzas de la luz maldita se intensificaba, pero el Hadgot, con su poder infinito, no parecía ceder.

La Participación de los Héroes

Fue entonces cuando la Sombra Castigadora, el Haku, el Godhat y el resto de los héroes que habían estado observando, decidieron tomar acción. Haku, con su habilidad para moverse en las sombras y manipular las ilusiones, comenzó a distraer al Sombrío, creando duplicados de él y generando confusión. Mientras tanto, el Godhat canalizó su poder de luz maldita, creando un rayo cegador de luz oscura que atravesó la dimensión, debilitando aún más la defensa del Sombrío.

La Sombra Castigadora se unió al combate, atacando con su energía pura, enfrentando al Sombrío de manera directa y desgastando sus fuerzas. Pero el Sombrío, alimentado por su odio, continuaba resistiendo, sin mostrar signos de rendirse.

La Confrontación Final: La Victoria de la Sombra Castigadora

Finalmente, la Sombra Castigadora, con una determinación férrea, lanzó su ataque final. Las sombras de todos los héroes se unieron, creando una fuerza tan poderosa que la oscuridad del Sombrío comenzó a disolverse. La luz maldita del Godhat fue la clave, revelando la verdadera vulnerabilidad del Sombrío. Con un golpe final, la Sombra Castigadora derribó al Sombrío, dejándolo exhausto y sin fuerzas para continuar.

El Hadgot Encarcelando al Sombrío

El Hadgot, viendo que el Sombrío ya no podía seguir luchando, alzó su mano y las sombras lo rodearon, tomando la forma de una prisión oscura. "Tu venganza ha llegado a su fin", dijo el Hadgot con una voz que resonó en todo el lugar.

El Sombrío fue arrastrado por las sombras, llevándolo a un lugar de encierro eterno. Un espacio suspendido entre dimensiones, donde la oscuridad era tan densa que ni siquiera él podría escapar. El Hadgot, como guardián de esta dimensión, selló la prisión de sombras y restauró el equilibrio en el universo, asegurándose de que el Sombrío nunca pudiera desatar su venganza nuevamente.

La Última Advertencia

"Recuerda, Sombrío", dijo el Hadgot, mientras la dimensión comenzaba a calmarse. "La oscuridad no es solo un medio para destruir. También es un recordatorio de que la venganza, aunque tentadora, solo consume a quienes la buscan."

Con el Sombrío encerrado y la paz restaurada, los héroes, aunque exhaustos, sabían que su lucha no había sido en vano. Habían enfrentado una amenaza real, pero el equilibrio entre la luz y la oscuridad se había mantenido intacto, por ahora.

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