Capitulo 86:El pulpo del futchibol.

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En un pequeño pueblo rodeado de montañas, había una leyenda que todos los niños contaban en los parques y escuelas: Alex, el espíritu del fútbol. Se decía que Alex era un jugador prodigioso, tan hábil como cualquier estrella mundial. Poseía el talento, la agilidad y la visión de juego de los mejores futbolistas, como Camavinga. Pero lo que hacía a Alex realmente especial era su origen: no era humano.

Según la leyenda, Alex había sido creado por fuerzas desconocidas, un ser gentil y pacífico que solo buscaba el placer de jugar al fútbol. Sin embargo, había un detalle crucial: si te encontrabas con Alex y querías escapar de su presencia, tenías que vencerlo en un partido... o cocinarle una pizza con tus propias manos.

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El Encuentro con Alex

Una noche, mientras regresaba del entrenamiento en su equipo local, Samuel, un joven apasionado por el fútbol, escuchó un extraño eco de balones golpeando el suelo. Curioso, decidió seguir el sonido hasta un claro en el bosque. Allí, bajo la luz de la luna, estaba Alex. Su figura brillaba levemente, y a su lado descansaba un balón dorado que parecía estar hecho de pura energía.

"¿Quieres jugar?" preguntó Alex, con una sonrisa amable. Samuel sintió un escalofrío, pero también una emoción inexplicable.

"¿Y si digo que no?" respondió, tratando de mantener la calma.

Alex se encogió de hombros. "Entonces tendrás que hacerme una pizza. Pero, si no haces ninguna de las dos cosas..." hizo una pausa, y por primera vez, su sonrisa se desvaneció, dejando entrever una sombra de peligro.

Samuel no lo pensó más. "Jugaré contigo."

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El Partido de la Vida

El campo apareció de la nada. Era como un estadio soñado: un césped perfecto, porterías brillantes y líneas doradas que delimitaban el terreno. Alex dio el saque inicial, y desde el primer toque, Samuel entendió que no sería un partido cualquiera.

Alex se movía con la gracia de un bailarín, combinando regates imposibles con pases perfectos. Aunque Samuel era un buen jugador, cada vez que intentaba robar el balón, Alex lo esquivaba con facilidad.

"¿Eso es todo lo que tienes?" preguntó Alex, sonriendo de nuevo, pero con un toque de desafío en su voz.

Samuel respiró hondo. Sabía que no podía ganar en habilidad, así que decidió usar su ingenio. Se concentró en leer los movimientos de Alex, anticipando sus jugadas. En un momento clave, logró interceptar un pase y corrió hacia la portería contraria. Disparó con toda su fuerza...

El balón golpeó el travesaño y rebotó fuera.

"Buen intento", dijo Alex. "Pero necesitarás más que eso."

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La Alternativa: La Pizza

Agotado y sabiendo que no podía vencer a Alex en el campo, Samuel decidió tomar la segunda opción. "Haré la pizza", declaró, con el poco aliento que le quedaba.

Alex asintió. Con un chasquido de sus dedos, apareció una cocina en medio del estadio improvisado. "Pero debe ser perfecta", advirtió. "Una pizza que me haga sentir que vale la pena dejarte ir."

Samuel nunca había cocinado una pizza antes, pero recordó las lecciones de su abuela, quien siempre decía que la clave de un buen plato era ponerle amor. Con manos temblorosas, comenzó a amasar la masa, a extenderla, a añadir los ingredientes: salsa de tomate, queso, albahaca fresca, y un toque de salami.

El aroma llenó el aire, y cuando finalmente sacó la pizza del horno improvisado, Alex se acercó. Tomó un trozo, lo observó detenidamente y luego dio un pequeño mordisco.

Por un momento, el tiempo pareció detenerse. Alex cerró los ojos, disfrutando del sabor. Cuando los abrió, una lágrima de pura emoción cayó por su mejilla.

"Está deliciosa", admitió. "Eres libre."

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El Misterio de Alex

Samuel despertó al día siguiente en su cama, con el balón dorado descansando a los pies de esta. Nadie creyó su historia, pero cada vez que miraba el balón, sabía que lo que había vivido era real. Y en las noches, cuando escuchaba el eco de un balón en la distancia, sonreía, sabiendo que Alex estaba en algún lugar, buscando a su próximo oponente... o esperando la próxima pizza perfecta.

muchas historias de terror.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora