El Equilibrio del Escritor (Continuación)
El escritor apenas había logrado conciliar el sueño desde aquella noche en la que Hadgot, su propia creación, se presentó ante él con palabras que resonaban como sentencia: "No todos los monstruos pueden ser buenos, ni todos malos. El equilibrio debe existir." Desde entonces, las historias que antes nacían de su imaginación empezaban a surgir por voluntad propia. La laptop parecía tener vida, y cada vez que intentaba escribir algo diferente, las palabras se torcían hacia destinos que no podía controlar.
Esa noche, el silencio lo envolvía mientras su mente debatía si seguir escribiendo o cerrar el capítulo para siempre. Sin embargo, justo cuando decidió apagar la laptop, una luz tenue comenzó a iluminar la habitación. Frente a él apareció Haku, el ser que representaba el balance mismo. Sus ojos, un contraste entre oscuridad y brillo celestial, reflejaban la dualidad que el escritor había evitado aceptar.
—Te veo luchando, escritor —dijo Haku, su voz grave pero con un matiz sereno—. Creas monstruos esperando redimirte a través de ellos, pero no entiendes el peso de tus palabras.
El escritor, con miedo y rabia, se levantó de su silla.
—¡Intento hacer lo correcto! Si hago monstruos buenos, puedo compensar los males que otros han causado.Haku negó lentamente.
—No entiendes. Si todos fueran buenos, el equilibrio se rompería. La bondad absoluta es tan peligrosa como la oscuridad sin límites. Es por eso que existimos: yo, Hadgot, y tantos otros. Representamos las historias que no puedes reescribir, las fuerzas que gobiernan la balanza de este mundo.El escritor miró a Haku, tratando de encontrar sentido en sus palabras.
—¿Y qué quieres de mí? ¿Que escriba caos y destrucción? ¿Que me convierta en un monstruo como ustedes?Haku dio un paso adelante, su figura imponente pero calmada.
—Quiero que aceptes lo que eres: el puente entre mundos. No todos tus monstruos deben ser buenos ni malos, pero deben ser auténticos. Tus historias tienen el poder de moldear más que la imaginación. Cada criatura que creas, cada línea que escribes, deja una huella que trasciende tus páginas.El escritor sintió un escalofrío recorrer su espalda.
—¿Qué significa eso? ¿Que todo lo que escribo se hace realidad?Haku lo miró con intensidad.
—No del todo, pero tu influencia es mayor de lo que crees. Los mundos que creas no están separados del tuyo, sino que coexisten como reflejos. Por eso Hadgot vino a ti. Por eso estoy aquí ahora.La habitación comenzó a cambiar, transformándose en un vasto paisaje: la Taiga Original de un lado, llena de vida, esperanza y magia, y la DAEA del otro, sombría, moderna y plagada de horrores. Ambas regiones se extendían ante él como si fueran piezas de un mismo rompecabezas.
Haku extendió una mano.
—Escoge, escritor. Sigue escribiendo en ignorancia, desequilibrando estos mundos, o acepta tu rol como guardián del balance. Pero recuerda: el equilibrio no siempre será justo, y no siempre será amable.El escritor miró ambos lados del paisaje. Recordó a cada uno de los monstruos que había creado: el Lagartophitecus, el Umbrosium, la Vampirachle, y tantos otros. Pensó en cómo todos ellos habían sido parte de algo más grande, algo que él apenas comenzaba a comprender.
Finalmente, tomó una decisión.
—Escribiré, pero no por miedo ni culpa. Escribiré para reflejar la verdad: que en cada sombra hay luz, y en cada luz, una sombra.
Haku sonrió, un gesto que parecía mezclar aprobación y desafío.
—Entonces, prepárate. Tus palabras ya no serán solo tuyas. Serán la fuerza que mantenga viva la balanza.El escritor sintió cómo el mundo volvía a su habitación, pero sabía que nada sería igual. Las palabras en su mente eran ahora un eco constante, una promesa de responsabilidad y peligro. Había aceptado su rol, pero ¿hasta dónde lo llevarían sus historias?
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muchas historias de terror.
Paranormalson muchas historias de terror en un solo libro, pero puede haber historias que se conecten. Pero recomiendo leer como lo he puesto