Era una de esas leyendas urbanas que circulaban por la ciudad, una historia que todos escuchaban con incredulidad… hasta que empezaron a desaparecer personas. La historia hablaba de una figura vestida con un traje de mono, que aparecía en las noches para sembrar el caos. Al principio, muchos pensaban que era una simple broma o algún extraño que quería asustar a la gente, pero pronto se dieron cuenta de que había algo mucho más oscuro detrás.
Todo comenzaba de la misma manera: alguien caminaba solo a medianoche, cuando de repente oía risas estridentes y el sonido de pies golpeando el suelo, como si algo pesado estuviera acercándose. Era entonces cuando lo veían… una figura enorme, con un traje de mono sucio y desgarrado, que los miraba con ojos vacíos. Y antes de que pudieran reaccionar, la figura se abalanzaba, atacando con una fuerza brutal, sin palabras, solo gruñidos y risas distorsionadas.
Se decía que quien veía al Mono de Medianoche no tenía escapatoria. Parecía moverse de forma imposible, apareciendo y desapareciendo entre callejones oscuros y puertas cerradas. Algunos afirmaban que lo habían visto en sus propios hogares, parado frente a sus camas en la oscuridad, esperando a que abrieran los ojos para atacarlos.
La policía intentó rastrear al asesino disfrazado, pero cada vez que creían tenerlo acorralado, desaparecía sin dejar rastro. No había pruebas claras, solo esas risas y el eco de sus pasos. Una noche, un grupo de amigos decidió desafiar la leyenda. Querían probar que no era real, que era solo una historia para asustar a los ingenuos.
Sin embargo, mientras caminaban por las calles desiertas, la risa comenzó a escucharse en la distancia, cada vez más cerca. Se miraron, intentando convencerse de que solo era una coincidencia… pero entonces lo vieron. Parado bajo una farola, el mono los miraba, con una sonrisa torcida que se dibujaba bajo la máscara sucia y deforme.
Corrieron, pero él los siguió, imparable. Cuando finalmente se dieron cuenta de que no había escapatoria, se encerraron en una casa cercana. Sin embargo, el Mono de Medianoche era paciente. Sabía que, tarde o temprano, tendrían que abrir esa puerta.
La leyenda cuenta que nunca se encontraron los cuerpos. Solo se escucharon las risas en la oscuridad y una frase que alguien asegura haber escuchado antes de que todo se desvaneciera:
"Nadie escapa del Mono de Medianoche."
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muchas historias de terror.
Paranormalson muchas historias de terror en un solo libro, pero puede haber historias que se conecten. Pero recomiendo leer como lo he puesto