Sarah tiene que compaginar el amor que siente su hermano por ella con el odio que el chico al que ama irradia hacia su sangre, mientras las fuerzas oscuras intentan destruirla.
El apellido de Sarah resulta una carga muy pesada para ella, sobre todo...
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Capítulo 23: La Segunda Prueba
Aquella misma noche, la noche en la que Sarah descubrió el enigma del huevo, los mellizos cenaron juntos y se pusieron al día.
—¡Pero dime de qué se trata!
—¡No! Es mejor que lo averigües por ti mismo. Créeme, no tardarás en hacerlo.
Sobretodo si Myrtle se encuentra en el baño de los prefectos, pensó.
Harry exigía que Sarah le desvelara el secreto del huevo, pero su hermana quería hacerlo divertido y siguiendo las reglas, así que simplemente le dijo que si hacía lo que Cedric le dijo conseguiría abrir el huevo correctamente.
A Harry obviamente no le hacía ninguna gracia que Cedric tuviera razón. Una parte de él seguía odiándolo por salir con Cho.
Sarah lo sabía pero aún así no decía nada.
—Hagrid va a volver a dar clases —le dijo Harry mientras volvían a la sala común.
—¿En serio? —la emoción creció dentro de Sarah.
Su hermano le contó que después de ir a Hogsmeade fueron a visitarlo a su cabaña, y que Dumbledore se encontraba con él. Entre todos le convencieron de que volviera a su labor como profesor.
—Me alegro muchísimo —admitió sonriendo.
Cuando la sala común se vació un poco, Harry se tapó con la capa de invisibilidad y repitió los pasos de su hermana para llegar al baño de los prefectos, solo que él llevaba el mapa de los Merodeadores. Sarah en cambio se fue a su dormitorio a seguir leyendo uno de los libros de encantamientos en relación con el agua que había cogido de la biblioteca por la tarde. Se quedó dormida con el libro abierto sobre el regazo.
A la mañana siguiente despertó con el libro a los pies de la cama y con Hermione gritándole que llegarían tarde a Encantamientos.
—Crouch estaba anoche en el castillo —les dijo Harry entre susurros mientras los cuatro amigos se encontraban practicando el hechizo de repulsión con cojines en Encantamientos—. Lo vi en el mapa de los merodeadores anoche cuando volvía del baño de los prefectos. Se me quedó la pierna pillada en el escalón falso de la torre y no me podía mover. Llegaron Snape y Moody.
—¿Moody te vio por debajo de la capa? —preguntó asustada Sarah lanzándole el cojín a Lavender y dándole en la cara— ¡Bien!
—Sí, pero me cubrió. Engañó al profesor Snape y lo amenazó con ir a Dumbledore a contarle su interés en que yo estuviera merodeando por el castillo.
—¿Eh? —dijeron Ron y Sarah al mismo tiempo. Hermione miraba al azabache con el ceño fruncido.
—Porque Snape estaba seguro de que yo estaba por ahí escondido. Se me habían caído el huevo y el mapa al meter la pierna en el escalón falso —Sarah se golpeó a sí misma en la frente—. Creo que Moody no solo está aquí para vigilar a Karkarov, sino también a Snape. O por lo menos eso insinuó Snape al decir que Moody había registrado su despacho.
