SARAH'S HISTORY - DRACO MALFOY / SH#1

i. 28. la tercera prueba

Capítulo 28: La Tercera Prueba

                  

Sarah no tenía muchas ganas de hablar sobre lo ocurrido en el despacho de Dumbledore, pero cuando Draco se lo preguntó un poco más tarde, sintió que contándoselo se sentiría mucho mejor.

—¿O sea que en runas te dolía la cicatriz porque al Señor Tenebroso le ha entrado un ataque de rabia? —le preguntó el Slytherin cuando Sarah acabó su relato.

—Eso cree Dumbledore —murmuró Sarah.

Ambos estaban sentados en los jardines del colegio, a orillas del Lago Negro, donde había sido la segunda prueba. Faltaba poco para la Tercera Prueba. Sarah suspiró agotada: todo se le echaba encima.

—No te apetece hablar de quién-tú-sabes, ¿verdad?

Sarah negó con la cabeza y seguido se apoyó en el hombro de Draco.

—Ni tampoco quiero hablar de la Tercera Prueba pero no puedo parar de pensar en ella.

—¿Te han dicho en qué va a consistir?

—Sí. Han hecho un laberinto en el campo de quidditch y tenemos que atravesarlo para encontrar la Copa. También habrá obstáculos. Es un pack todo incluido.

A Sarah le hubiera gustado que Draco riera, pero parecía haberse quedado pensando en el tema anterior.

—¿Estás preocupado por lo que te he contado? —le preguntó girándose y mirándolo a los ojos.

—Bueno, el hecho de que te duela la cicatriz y te pongas a gritar en clase me preocupa, sí.

Sarah había omitido el detalle de la visión que había tenido. Le había dicho que Dumbledore había deducido que el dolor se debía a las emociones fuertes de Voldemort, sí, pero no le había contado a Draco que había visto al mago tenebroso torturando a Colagusano.
No sabía por qué, solamente no quería que Draco lo supiera.

—Mira —Sarah cogió la mano del rubio y sitió un apretón en el estómago—, esto solo me había pasado una vez, en verano, y se acabó en seguida. Además no tuvo represalias sobre mí o sobre mi hermano. La verdad es que me dejó bastante indiferente.

Era una total mentira, Sarah estuvo traumatizada unas semanas y no estaba segura de que esta vez fuese a ser mejor. Pero quería que Draco se sintiese cómodo y despreocupado en ese aspecto, bastante tenía con Dumbledore, Sirius y Harry.

Pensó en Harry y se acordó de que se había quedado en el despacho de Dumbledore a preguntarle algo. De pronto quiso saber qué era. Además de que quería preguntarle qué era lo que había visto en el pensadero.

Después de cenar con Draco en la mesa de Slytherin, le comentó que tenía mucho sueño y que se iba temprano a la cama, pero en realidad lo que hizo una vez estuvo en la sala común fue esperar a su hermano para preguntarle aquello.

—En el pensadero lo que vi fueron unos juicios —le contó Harry al llegar del Gran Comedor, junto a Ron y a Hermione.

—¿Unos juicios?

—Sí, vi el juicio del hijo de Crouch. Él y otros mortífagos torturaron a unos magos con la maldición Cruciatus. También vi a Karkarov. Le dio a Crouch nombres de mortífagos. Snape era uno de ellos.

—¿Y confía en Snape? —preguntó Ron—. ¿De verdad Dumbledore confía en Snape, aunque sabe que fue un mortífago?

—Sí —respondió Harry—. Ludo Bagman también tuvo un juicio —recordó al cabo de unos minutos.