Capítulo 19: Una Prueba Inesperada
«Describe, poniendo varios ejemplos, en qué deben modificarse los encantamientos transformadores al llevar a cabo cambios en especies híbridas». Sarah terminó de anotar los deberes de Transformaciones en su pergamino y entonces lo guardó en su mochila junto a la pluma y los tinteros.
—¡Potter!, ¡Weasley!, ¿queréis atender?
La irritada voz de la profesora McGonagall restalló como un látigo en la clase y Sarah le echó una mirada desaprobadora a su hermano, que luchaba contra Ron con dos de las varitas de pega de Fred y George a modo de espadas.
—Ahora que Potter y Weasley tendrán la amabilidad de comportarse de acuerdo con su edad —dijo la profesora McGonagall dirigiéndoles a los dos una mirada de enfado—, tengo que deciros algo a todos vosotros.
»Se acerca el baile de Navidad: constituye una parte tradicional del Torneo de los tres magos y es al mismo tiempo una buena oportunidad para relacionarnos con nuestros invitados extranjeros. Al baile sólo irán los alumnos de cuarto en adelante, aunque si lo deseáis podéis invitar a un estudiante más joven...
Lavender soltó una risita estridente y Parvati le propinó un fuerte codazo para que su amiga contuviera la risa. Ambas chicas miraron a Harry. Sarah aprovechó y le lanzó una mirada extrañada pero emocionante a Hermione, que se la devolvió.
—Será obligatoria la túnica de gala —prosiguió la profesora McGonagall—. El baile tendrá lugar en el Gran Comedor, comenzará a las ocho en punto del día de Navidad y terminará a medianoche. Ahora bien... —La profesora McGonagall recorrió la clase muy despacio con la mirada—. El baile de Navidad es por supuesto una oportunidad para que todos echemos una cana al aire —dijo, en tono de desaprobación—. Pero eso no quiere decir que vayamos a exigir menos del comportamiento que esperamos de los alumnos de Hogwarts. Me disgustaré muy seriamente si algún alumno de Gryffindor deja en mal lugar al colegio.
Sonó la campana, y se formó el habitual revuelo mientras recogían las cosas y se echaban las mochilas al hombro.
La profesora McGonagall llamó por encima del alboroto:
—Sarah y Harry, por favor, quiero hablar con vosotros.
Los mellizos, temerosos, se acercaron a la mesa de la profesora McGonagall con expresión sombría.
—Chicos, los campeones y sus parejas...
—¿Qué parejas? —preguntó Sarah.
La profesora McGonagall la miró recelosa, como si pensara que intentaba tomarle el pelo.
—Vuestras parejas para el baile de Navidad, Potter —dijo con frialdad—. Vuestras parejas de baile.
Los hermanos sintieron que se le encogían las tripas.
—¿Parejas de baile? —Harry notó cómo se ponía rojo—. Yo no bailo —se apresuró a decir.
—Sí, claro que bailas —replicó algo irritada la profesora McGonagall—. Y tú también, Sarah. Eso era lo que quería deciros. Es tradición que los campeones y sus parejas abran el baile.
—¿Y quiénes van a ser nuestras parejas? —preguntó Sarah, pero al instante se sintió tonta y deseó no haberlo preguntado ante la mirada de incredulidad que le lanzo McGonagall.
—Las que os conseguiréis vosotros mismos —contestó enfadada.
Harry se imaginó de repente a sí mismo con sombrero de copa y frac, acompañado de alguna chica ataviada con el tipo de vestido con volantes que tía Petunia se ponía siempre para ir a las fiestas del jefe de tío Vernon.
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SARAH'S HISTORY - DRACO MALFOY / SH#1
FanfictionSarah tiene que compaginar el amor que siente su hermano por ella con el odio que el chico al que ama irradia hacia su sangre, mientras las fuerzas oscuras intentan destruirla. El apellido de Sarah resulta una carga muy pesada para ella, sobre todo...