SARAH'S HISTORY - DRACO MALFOY / SH#1

i. 12. bauxbatons y durmstrang

Capítulo 12: Beauxbatons y Durmstrang

Al finalizar la clase, Sarah se dirigió nerviosa al escritorio del profesor Snape mientras sus compañeros de Gryffindor recogían sus cosas, al igual que los de Slytherin. Severus Snape estaba reclinado sobre su silla, de manera que tenía la cabeza por debajo de la mesa, y rebuscaba algo en los cajones.

Harry vio cómo su hermana se acercaba a Snape, y, al verla pasar, Draco se separó de su asiento y la agarró de la muñeca, haciéndola detenerse. Sarah se giró bruscamente, sacudiendo su larga y reluciente melena pelirroja, y sonrió al rubio.

Intercambiaron unas palabras, y Sarah le señaló al profesor, que aún no había salido de debajo de su escritorio. Malfoy asintió y Sarah terminó de llegar hasta Snape.

—Profesor Snape... —oyeron que pronunciaba Sarah, titubeando.

La cabeza de Snape surgió de debajo de la mesa y la miró expectante. Hablaron durante un minuto y luego Sarah volvió a su mesa junto a Ron, Hermione y Harry, sonriente.

—¿Qué le has preguntado? —dijo Ron colgándose la mochila al hombro.

—Si me dejaba unos ingredientes —contestó la chica sin especificar, y agarró su mochila por igual.

Los cuatro salieron del aula de Pociones y se dirigieron al Gran Comedor.

—¿Ingredientes para qué? —preguntó Hermione luego de una pausa, como si se lo hubiera estado pensando.

Sarah rió, se adelantó a sus tres amigos, que caminaban uno al lado del otro y se giró para caminar marcha atrás mirándolos.

—Esos libros de Pociones, los que os enseñé que estaban a nombre de mi madre —dijo con una sonrisa—. Hay una receta que me gustaría intentar. Se llama Poción regeneradora de Sangre y le he prometido a Snape regalársela a Madame Pomfrey si me sale bien.

—Pero, ¿por qué no haces otra? —sugirió Harry—. Una que puedas usar para ti.

—Porque uno: Snape entonces no me dejaría usar sus ingredientes, y dos: las que he visto interesantes son muy fáciles, prefiero hacer algo difícil, como la que os acabo de decir.

Ron y Harry se miraron entre ellos y se encogieron de hombros, sin entender realmente el fin de lo que quería hacer Sarah. Pero Hermione se alegró tanto de que su amiga quisiera hacer algo extraescolar, que se llevó a Sarah cogida del brazo y se adelantaron a Ron y a Harry para ir al Gran Comedor.

—Falta muy poco para que vengan los de Durmstrang y Beauxbatons —le recordó Hermione a Sarah mientras se sentaban a la mesa de Gryffindor.

Hacía casi una semana que habían puesto unos carteles en las salas comunes de Hogwarts anunciando que el 30 de octubre llegarían los alumnos de las otras escuelas y sus respectivos directores. También que el 31 de octubre se anunciaría al ganador o ganadora de cada escuela, por lo tanto, los tres futuros concursantes del Torneo de los Tres Magos.

—Mañana —especificó Sarah.

—¿Sabes que Cedric se va a presentar? —le dijo Hermione a Sarah.

—Sí, me lo dijo Ron de malhumor —rió.

—Pues yo espero que sea él el campeón de Hogwarts. Mejor alguien de Hufflepuff que de Slytherin.

Sarah no añadió nada más. A diferencia de la gran mayoría de alumnos de Hogwarts, ella juzgaba a las personas por cómo eran, no por la casa a la que pertenecían. Quizás en Slytherin hubiera muchas malas personas, pero generalizar nunca es bueno.