ii. 7. la profesora insoportable

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Capítulo 7

La profesora insoportable





















































Sarah miró alarmada a su amiga e hizo ademán de quitarle el cartel de las manos, pero se contuvo mordiéndose el labio. Hermione acababa de descolgar el cartel de los gemelos del tablón de anuncios de la sala común de Gryffindor, después de sacudir la cabeza con desaprobación.

—Se han pasado —comentó la castaña con gravedad—. Vamos a tener que hablar con ellos, Ron.

Ron se mostró alarmado, no le hacía gracia meterse con sus hermanos mayores. De pronto, Sarah tuvo prisa en bajar a desayunar.

—Bueno —dijo nerviosa—, me voy a adelantar. Con permiso...

—¡Espera! —la retuvo Harry cuando estaba a punto de salir por el retrato—. ¿No desayunas con nosotros?

—No, he quedado con... —hizo una pausa y se lo pensó mejor— ¡Os veo en clase!

Sarah había quedado a desayunar con Draco, pero era mejor que no la vieran hablando con los gemelos en el Gran Comedor, así que al terminar de bajar las escaleras de la torre, dio grandes zancadas para encontrar pronto a George y a Fred.

—No pasa nada, haremos otro —le quitó importancia Fred al asunto cuando Sarah le dijo a los gemelos que Hermione había descolgado su cartel—. Nos temíamos que algo así pasara.

—Pero lo volverá a quitar —pensó George, intentando buscar otra solución.

Los gemelos estaban sentados el uno al lado del otro en la mesa de Gryffindor, y Sarah se apoyaba en esta pero de pie detrás de ambos pelirrojos.

—¿Por qué no habláis directamente con los de primero o segundo? —propuso Sarah agachando la cabeza—. Son los menos reacios a aceptar el trabajo, y expandirán el anuncio entre sus compañeros, puede que incluso fuera de Gryffindor.

—¡Bien! —exclamó con entusiasmo George, que acto seguido se levantó.

—Vamos a hacernos amigos de los niños —se animó Fred, y ambos hermanos se fueron hacia un tímido grupo de niñas de primero, nerviosas por su primer día en el castillo—. Luego te contamos —le guiñó un ojo a Sarah, que les sonrió y se movilizó hacia la mesa de Slytherin.

Recorrió el Gran Comedor algo más contenta que cuando se había levantado aquella mañana. Seguía muy enfadada y dolida por el comportamiento de Seamus, y encima Lavender y Parvati se habían comportado muy extrañas con ella en su dormitorio. Normalmente, la primera noche en la habitación de Hogwarts, las cuatro chicas compartían anécdotas de sus vacaciones. En lugar de eso, Lavender se había subido a la cama de Parvati, habían pasado las cortinas y se habían quedado hablando en voz baja y riéndose ellas dos solas. Por suerte Sarah no tenía demasiadas ganas de charlar, y no lo tuvo en cuenta. Y cuando Hermione llegó de cumplir con su insignia de prefecta, no tuvo ánimos para contarle lo que había pasado con Seamus.

Sarah se sentó al lado de Draco Malfoy. Draco besó a Sarah en la mejilla y la chica se ruborizó al sentir la mirada de Theodore Nott clavada en ellos dos.

La mayoría de Slytherin estaban haciendo como si Sarah no se hubiera sentado allí. La pelirroja creyó que preferían ignorarla a ella y a su hermano para no hacerlos sentir más importantes, pues todo el colegio hablaba de los mellizos.

—¿Qué tal la primera noche? —le preguntó Sarah a Draco, tratando de sonar animada.

—Normal —contestó el rubio encogiéndose de hombros y comenzando con sus huevos revueltos—. Bueno, Blaise se pegó un porrazo con el baúl de Crabbe, que lo había dejado en medio de la habitación —Draco rió recordando el incidente—. Comenzaron un pequeño duelo para estrenar la habitación de Slytherin.

SARAH'S HISTORY - DRACO MALFOY / SH#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora