ii. 19. primer partido

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Capítulo 19: Primer partido

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Capítulo 19: Primer partido

El viento helado golpeaba a Sarah en la cara, pero ella ya no sentía su rostro, ni tampoco las manos, que tenía escondidas debajo de las piernas para darles calor. Se encontraba sentada sola en las gradas del campo de quidditch, tiritando y mirando el entrenamiento del equipo de su hermano, de su equipo. No solía ir a ver los entrenamientos, mucho menos sin Hermione, pero aquel día no tenía nada que hacer y Ron le había insistido en que fuera a verlo. Su amiga había preferido quedarse en la sala común, en el envolvente calor proporcionado por la chimenea, con la compañía de un libro y de su gato, y qué bien le parecía ese plan ahora a Sarah, pensó ella sonándose la nariz y muriéndose de frío. Si no se estuviese congelando, sacaría las manos del poco calor que recibían debajo de sus piernas, y se encendería un cigarro.

Cuando Ron hizo aquella magistral parada (colgando de la escoba con una mano y habiéndole dado a la quaffle con el pie) lo vitoreó junto a otro grupo de Gryffindor que estaba a unos metros de ella. Ellos habían sido inteligentes y se habían llevado una larga manta que los cubría a todos. Los que no vitoreaban, sino todo lo contrario, eran los descerebrados de Slytherin al otro lado del campo. Sarah no comprendía cómo era posible que, con el frío que hacía, hubieran ido a molestar al equipo contrario a su último entrenamiento antes del partido. Gritaban unas palabras, ¿o era una melodía?, que Sarah no llegaba a entender. A Ron se le escapó de las manos una quaffle bastante fácil. Sarah aguzó el oído.

—¿Ya has reservado una cama en la enfermería, Weasley? —gritó alguien de Slytherin.

A Sarah se le revolvió el estómago. Las serpientes podían ser muy crueles e hirientes cuando querían, ella estaba acostumbrada, por no hablar de su hermano, que al estar en el equipo de quidditch recibía el doble de amenazas e insultos, incluso a veces algún embrujo. Pero al oír que le decían aquello a su mejor amigo, a Ron, que jugaría su primer partido al día siguiente, se le encendió una llama cargada de furia en el pecho. Ron volvió a dejar caer otra quaffle y Sarah forzó la vista para poder distinguir a los integrantes del molesto grupo de Slytherin, que se desternillaba de la risa. No le sorprendió en absoluto ver a Pansy Parkinson y a sus amigas, ni tampoco por supuesto a Nott, Crabe y Goyle, pero cuando se dio cuenta de que Draco también estaba allí, y de lo bien que se lo parecía estar pasando, sintió que la llama se apagaba, y como si el mundo se le viniera abajo.

Alzó la vista al cielo y parpadeó repetidas veces queriendo evitar llorar. Le gustaban incontables cosas de Draco, era un chico que le hacía sentir cosas maravillosas, pero la forma de ser que tenía delante de los demás le hacía daño. Draco adoptaba un papel de bravucón en público, y solía actuar en contra de quienes Sarah más quería, su hermano el primero, normalmente Ron, y en alguna contada ocasión Hermione se veía envuelta. Sarah odiaba aquello.

Tuvo muchas ganas de marcharse cuando, al Ron fallar por tercera vez, las risas de los de Slytherin fueron lo único que se escuchó en el estadio. Pero, ¿qué clase de apoyo le estaría dando a Ron y a Harry si se iba? Al cabo de un rato, cuando no pudo más, bajó hasta el césped y comenzó a andar. Cuando llegó a la altura de Draco y de sus amigos, subió un poco y se plantó esperando a que alguien notara su presencia. Nott fue el primero en verla.

SARAH'S HISTORY - DRACO MALFOY / SH#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora