Capítulo 13: la decisión del cáliz
Una vez sentados a la mesa de Gryffindor, Harry, Sarah, Ron y Hermione observaron cómo los alumnos de Durmstrang, entre ellos el buscador profesional, Viktor Krum, se sentaban a la mesa de Slytherin, junto a Malfoy.
—Sí, muy bien, hazle la pelota, Malfoy —dijo Ron de forma mordaz cuando Draco se inclinó un poco sobre la mesa para dirigirse a Krum—. Apuesto algo a que Krum no tarda en calarte... Seguro que tiene montones de gente lisonjeándolo todo el día...
—Si tanto interés tienes en estar cerca de él —empezó a decir Sarah maliciosamente, y apoyó las dos manos en la mesa, flexionando los codos—, vente conmigo y siéntate con los de Slytherin.
Ron la miró como si estuviera loca, mientras ella se ponía de pie.
—No irás en serio —dijo Harry cogiéndola del brazo.
—¿Por qué no? —contestó su hermana lanzándole una mirada confusa—. No está prohibido sentarte en otra mesa que no sea la de tu casa.
—Ya, pero nadie lo hace —dijo Hermione—. Los de Slytherin te van a echar de su mesa con la mirada.
—¿Es que alguna vez has visto a un Slytherin sentado en esta mesa? —preguntó Ron—. Ni a Malfoy se le ocurriría.
Sarah abrió la boca para reprochar el último comentario de su amigo, pero se dio cuenta de que no tenía argumentos, así que se volvió a sentar, fastidiada. Ella se había sentado más de una vez en la mesa de Slytherin, y era verdad que ninguna serpiente la miraba especialmente bien, pero como nadie se atrevía a enfrentarse a Draco, nunca la habían echado.
—Parece que los de Durmstrang están mucho más contentos que los de Beauxbatons —comentó Harry volviendo a lo anterior.
Los alumnos de Durmstrang se quitaban las pesadas pieles y miraban con expresión de interés el negro techo lleno de estrellas. Dos de ellos cogían los platos y las copas de oro y los examinaban, aparentemente muy impresionados.
Algo más tarde, Dumbledore entró en el Gran Comedor junto a los demás profesores y a los directores de Durmstrang y Beauxbatons, y dio inicio al banquete alegremente.
Sarah rio y charló animadamente con Angelina Johnson y Katie Bell, dos cazadoras del equipo de quiddich de Gryffindor que se habían sentado casualmente a su lado, y comió cuánto pudo. Las tres chicas estaban teniendo una agradable conversación sobre si Warrington, un Slytherin enorme de sexto, sería el campeón elegido por el cáliz o no, cuando una larga cabellera rubia se asomó por entre Katie y Angelina, interrumpiéndolas.
—«Pegdonad», ¿sabéis dónde está la bouillabaisse?
Sarah tuvo que admitir para sí misma que aquella chica había causado en ella un pequeño impacto, pues la encontraba extremadamente bella. Era una de las chicas de Bauxbatons. Sarah frunció el ceño mirando la rubia melena que le caía por la espalda y repitió "bouillabaisse", sin entender a qué se refería.
—Creo que es eso de allí —contestó Angelina señalando un plato con algo parecido a un cocido de marisco que había en frente de Ron, unos metros más allá de donde se encontraban.
La chica se alejó de ellas sin decir nada y se dirigió al plato de marisco.
—Bueno —continuó Katie alzando las cejas y fingiendo que no había habido ninguna interrupción—, nos debatíamos entre Warrington o Ced...
—Creo que echaré mi nombre en el cáliz —cortó Angelina a su amiga repentinamente.
Miraba su plato casi vacío y tenía pinta de haber acabado de tomar una decisión que llevaba planteándose durante varios días.
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SARAH'S HISTORY - DRACO MALFOY / SH#1
أدب الهواةSarah tiene que compaginar el amor que siente su hermano por ella con el odio que el chico al que ama irradia hacia su sangre, mientras las fuerzas oscuras intentan destruirla. El apellido de Sarah resulta una carga muy pesada para ella, sobre todo...