Capítulo 4. Fiesta*
Veo a Hill mirarme con pena, mientras que Majo, niega con su cabeza, ¡bien! ¡Si! Sé que no soy ninguna afrodita y tampoco la hija de una top model, pero no es como si fuera un asco... bien, bien. Lo admitiré, sé que en algunas ocasiones robe la ropa de papá e iba a estudiar, lo admito, ¡pero eso no es un delito!
-Que ven mis ojos, se están quemando -dramatiza Majo, ella luce espectacular, increíble, la chica que apenas conocí ayer pero que ahora parece muy cercana, tan cercana que puede burlarse mi armario y mi vestimenta.
Ella y Hill quedaron en venir media hora antes ya listas para darnos una última mirada en mi casa, se suponía que cada una debía venir vestida y entre nosotras nos daríamos sugerencias, supongo que Hill no está mal, de hecho, esta irreconocible mi amiga. Con su cabello muy rubio y su piel extremadamente blanca, ella lleva puesto un vestido que le llega hasta media pierna color beige, una correa negra esta puesta en su cintura mientras unos tacones del mismo color la hacen ver más alta, sus labios tiene un maquillaje muy suave a excepción por sus labios rojos, su pelo está recogido en un moño muy bien hecho, se ve bien, hay que admitirlo.
En cambio Majo, ella luce como si fuera a conquistar a todos, con unos chores muy cortos de jean y una blusa negra con la inscripción "Fuck you" en ella, un chaleco rojo y unos tacones del mismo color hacen que sus piernas se vean kilométricas, su altura le ayuda bastante, su pelo está en ondulaciones mientras cae suelto y lleva poco maquillaje, eso la hace ver realmente bien.
Yo... por dónde empezar, y lo mencionaremos en un lenguaje muy culto, porque vamos, creo que nada de mi vestimenta podría decorarse con palabras elegantes, ¡pero déjenme! Lo intentare. Esta noche llevo un fino camisón muy antiguo, importante pieza de los años antes de cristo acompañado con un jean de marca "de mi abuela" importante industria que ha ayudado a las jóvenes con poco don en moda a vestirse bien, porque como dicen, "si no vistes, tu abuela es la mejor opción", mis deliciosos zapatos son la última moda, rotos hasta por la plantilla, su color es el nuevo descubrimiento de la ciencia, no existe en ningún lado, en serio, mis zapatos tienen un color único. Por último, este conjunto cierra su noche con un peinado al estilo "me acabo de levantar" muy original ¿no? Y fácil de hacer, solo pon tu cabeza en la almohada, y listo...
Bien, creo que me salió bien.
-Es horrible -hasta Hill escupe con pena, bien, no he hecho mi mejor opción, ¡pero no tiene por qué echármelo a la cara!
- ¿no tienes otro conjunto? -me pregunta Majo, pero yo niego de inmediato, mostrándole las poleras y grandes pantalones que eran de mi padre cuando era joven, no hay vestidos, ni faldas, no hay ni siquiera una blusa decente.
-el armario de tu hermana. -Hill se lamentó rápidamente mirándome, como si se le acabara de ocurrir una gran idea.
Pero yo negué.
Claro que no, no entraría a la cueva del demonio.
-no.
- ¡si! -Salto Majo, sin importarle lo que había dicho -llévame a ese lugar, mujer.
-en serio...
- ¡ahora!
-bien.
Salí de mi pieza y comencé a caminar hacia el cuarto de mi hermana, la puerta rosada con brillitos y un letrero que tenía su nombre era la fachada perfecta para guardar el peor lugar en este mundo, donde las cazas brujas se hacían realidad y el infierno era un mejor lugar que este.
-no seas dramática, no es como si fuera algo peor. -comento Hill, como si ella pudiera leer mis pensamientos.
-sabes que puede pasar si mi hermana se da cuenta que he entrado a su habitación.
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Si No Te Amara ©
Teen FictionBaje mis ojos, sin ser capaz de mezclarme con aquel par de esmeralda que brillaban pidiendo ser admirados, no podía, porque verlo era tan doloroso como exquisito, como comer helado cuando sabes que te engordara, como ver una película de miedo cuando...