CAPÍTULO 12. TODO LO QUE MÁS DESEO.
Mad.
Me remuevo incomoda en las sabanas y trato de alejarlas de mí, hace demasiado calor, dios santo, ¿Por qué hace tanto calor si estamos a principios de febrero? Trato de moverme cuando siento que una mano aprisiona mi cintura y me impide moverme con naturalidad. Aquello hace que abra rápidamente los ojos y voltee mi cabeza para encontrarme con un hermoso rostro frente a mí, el aliento queda entre mi garganta y mi boca.
No lo puedo creer, esto no es posible. ¿Por qué rayos Buster está en mi cama? Lo miro, sus ojos cerrados adornados por esas pestañas largas y oscuras, sus cejas relajadas en su frente y su nariz, que soltaba respiraciones acompasadas, mis ojos quedaron quietos en sus labios, que se encontraban secos debido a la falta de que los humedeciera, negué hacia mí misma, a mi vino rápidamente la imagen de la pesadilla de anoche y la forma en como le pedí que se quedara.
Estaba tan cansada, tan cansada de estar así, de encontrarme en la situación de no querer hacerle daño a un chico excelente como lo era Buster y al mismo tiempo de no hacérmelo a mí misma, tenía miedo, joder, aquello era lo que más me molestaba, que tenía demasiado miedo acerca de esto. De Buster y yo juntos, mire sus labios o tras vez y desee ser yo quien se los humedeciera, pero estaba dormido, no quería despertarlo.
En este momento, viéndolo así me sentí extrañamente bien y protegida, sentí que nos encontrábamos en una burbuja donde ni las pesadillas, no Tori o el miedo podía irrumpir, sentir que todo podía ser posible sólo si nos quedábamos así. Quise quedarme por siempre en esta cama con este chico a mi lado, pero aquello no era posible.
Así que quitando la mano de Buster a mí alrededor me levante y quede sentada en el colchón, lo mire, no podía alejar mis ojos de él, no había forma de que hiciera aquello y por primera vez ni siquiera me pregunte porque me quedaba mirándolo, no me debatí a mí no mirarlo, no demostrarle lo que sentía
No quise hacerlo... pero mientras él no lo viera, no había porque temer. Y eso fue lo que me hizo descubrir que, mi verdadero temor era que Buster me lastimara a mí, más de lo que ya estaba, darle ese poder a alguien, el poder de que te haga sentir bien o mal con sólo acciones o palabras era un poder muy poderoso, y si Buster pensaba que no tenía ningún dominio sobre mí, me sentía segura.
Además de que ya lo de Tori me hacía sentir demasiado mal, ya de por sí era horrible saber que por tu culpa no sólo murió una amiga, sino que también destruyo a otro. Y no quería más de aquello.
Tenía que decidir, decidir qué hacer, si quedarme con este dolor y seguir discutiendo, seguir evadiéndolo o irme y tratar de que las cosas mejoraran conmigo.
—Lo siento tanto. —susurre, el ritmo de sus respiraciones cambio pero continuo dormido, me agache y fije mis ojos en su rostro. —siento hacerte daño, siento amarte pero no poder darte todo lo que me pides, porque no me siento capaz, no estoy segura de que podamos estar juntos teniendo una relación normal, pero lo puedo decir Buster, puedo asegurarte que no llegare a querer a ningún chico como yo te amo a ti, no llegare a sentir tanto por alguien.
Lo mire, sabiendo que estas palabras no iban a ser escuchadas, estando segura de que cada una de las cosas que decía.
— ¿sabes? Siempre pensé que estaba enamorada de Dylan, pero más tarde descubrí que era un tonto capricho, luego apareciste tú, siempre estabas tú allí, de alguna forma haciendo mi vida más diferente, para bien o para mal, siempre fuiste a quien ame de verdad. Si no me hubiera enamorado de ti Buster, si no lo hubiera hecho... —no me di cuenta cuando las lágrimas salieron de mis ojos y voz se rompió, el dolor en mi pecho se clavaba con cada latido. —no sabría que se sentiría esto, sentir tanto por una persona que a veces no te das cuenta como su mundo ahora es un universo entero, que sin ti, a veces me sentiría ahogada, todos somos zombis, vivimos al compás del tiempo y el dinero, pero cuando descubres que hay algo más, que hay alguien ahí para ti, es como si tu corazón volviera a latir.
Pongo mi mano en mi pecho y la presiono, tratando de reducir este dolor que comienzo a sentir, por amarlo, por saber que no hay oportunidad, no ahora, cuando se siente dolor es imposible poderse amar por completo...
Y si temí amarlo, si temí hacernos daño, si temí aquello, temas más que nada estar junto a él sabiendo que sólo acumulare un odio hacia mí y luego terminare llevándolo a él conmigo, haciéndonos daño, el amor se convertirá en odio, y lo último que quiero es odiar a la persona que más ame.
—lo diré una sola vez, Buster, una, así que escúchalo bien. —respire, mire hacia el techo y luego lo observe a él. —Te amo tanto, tanto que siento que duele.
Y me levante, me senté en la cocina y serví un café, mirando hacia la mañana que ya comenzaba a bañar el cielo y pensé en lo pronto que se iría el día cuando ya no estuviera.
Pensé en tantas cosas mientras empacaba la ropa, pensé tanto mientras llamaba para pedir un taxi y pensé demasiado cuando bese a George, pensé en lo mucho que dolía dejarlo, pero pensé que sería más doloroso dejarme a mí misma.
Y por eso me fui, porque él era lo que yo más deseaba.
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Si No Te Amara ©
Teen FictionBaje mis ojos, sin ser capaz de mezclarme con aquel par de esmeralda que brillaban pidiendo ser admirados, no podía, porque verlo era tan doloroso como exquisito, como comer helado cuando sabes que te engordara, como ver una película de miedo cuando...