Si No Te Amara ©

Capítulo 13. Sí, mi amo*

Capítulo 13. Sí, mi amo*

Entro a clases cuando de pronto veo a Buster sentado, al verme, sonríe sínicamente y me guiña su ojo, algunas personas lo mal interpretan pero yo sé lo que él está haciendo, está disfrutando de esto, de que ahora soy como una esclava sin paga y con una gran posibilidad de salir humillada.

Cuanto lo odio.

-hola, Mad Cow -ruedo mis ojos ante su estúpido apodo, voy a sentarme lejos de él pero toma mi mano y señala el lugar vacío a su lado. -lo guarde para usted, mi hermosa doncella.

No sé qué es lo que me hace sonrojar, que él me haya dicho hermosa, o que todas las personas hayan volteado a mirar la escena extrañados. O creo que también está la posibilidad de que él dijo esto con una total petulancia en su voz, y aunque quiera alejarme de aquí y decirle que bese mi culo, hago lo que mi culo no quiere que haga, sentarse al lado de Buster.

Lo volteo a mirar, Buster está sonriendo hacia mí, es deslumbrante, si no fuera porque realmente se ve muy apetecible con esa sonrisa, habría roto sus dientes hace mucho rato. Pero cuando recuerdo que es Buster de quien hablo simplemente no me importa, claro, si tuviera más musculo, altura y sobre todo, un pene en mi entrepierna, le habría dado una gran golpiza.

Pero no obviemos que soy una pacífica y tengo el tamaño de un Umpa Lumpa, yo no podría con Buster.

- ¿estas preparada? -pregunta, yo entrecierro mis ojos y lo miro sin comprender.

- ¿para qué?

-para ser mi esclava personal. -esto lo dice susurrando en mi oído, yo me remuevo incomoda al sentir su aliento chocar contra mí, Buster amplia más su sonrisa y no puedo evitar querer cortarle la cara como Jeff The Killer.

¡Ven! Ven lo que él provoca en mí, que luego no me culpen de asesinato cuando encuentren su cuerpo en el patio.

Antes de poder responder a eso, el profesor entra con unos papeles en la mano, coge la tiza y escribe en el tablero, muy grande la palabra "Examen" entonces recuerdo que hoy había un examen de literatura sobre el libro que estábamos leyendo. Me siento torpe, con todo el ajetreo de cambiar de imagen y lo sucedido con Ryan y Buster y el gran chisme. Se me olvido terminar el libro.

¿Cómo pude ser tan idiota?

- ¿en problemas, Mad Cow? -dice Buster con un obvio tono de burla en su voz. Lo odio, lo odio. Dios, ¿Cómo pude olvidar terminar el libro?

-cállate, idiota.

-recuerda que ahora me debes llamar señor, sí, señor. -me sonríe, ¡claro que no! No lo llamare así, estoy por replicar cuando el profesor pone la hoja del examen en mi mano, me sonríe como si estuviera seguro de que lo ganare.

No digo nada, mientras el profesor le dice a Buster que si lo pilla copiándome le suspenderá la materia yo estoy maldiciéndome a mí misma porque sería yo la que tendría que copiarle a Buster.

Oh no, claro que no. Intentaría hacer lo que más supiera. Cuando el profesor dio el permiso para voltear las hojas, mis ojos quedaron cuadrados, porque todo lo que decía en aquel papel no lo entendía.

No sabía nada sobre el libro, recuerdo que se llamaba El guardián entre el centeno* de J.D. Salinger, y ojala hubiera leído siquiera la primera parte, porque no tengo ni idea si se trata de un espanta pájaros humano que cuida el grano o un loco que estaba demasiado loco como para ser un guardián de un centeno. ¿Qué historia podría hablar de eso?

-mierda. -susurro al ver que no se nada, nada absolutamente nada, y estoy a punto de marcar todas las respuestas inequívocas cuando veo que Buster alza una ceja mirándome.

- ¿la niña nerd no estudio? -pregunta de forma petulante. -te estas volviendo mala, Mad Cow.

-cállate.

Él sonríe sin inmutarse por mi tono, de seguro tampoco sabe nada. Entonces hago lo que nunca había hecho, empiezo a marcar las equis sin saber cuál es la respuesta y canto a "Virgen maría dame puntería" y ojala que esa virgen me la de, ¿no? Después de todo, virgencita, nosotras somos compadres.

Cuando tengo la hoja resuelta, me paro, el profesor ni siquiera se impresiona por ser la primera en entregar, esto siempre sucede, con la obvia excepción de que yo contesto todo bien.

Salgo del aula realmente nerviosa y antes de irme, escucho la voz de Buster llegando a mí.

- ¿Qué quieres? -le digo cuando volteo a verlo, Buster tiene una chaqueta negra y por debajo una simple camisa gris y unos pantalones simples. No puedo creer que él ni siquiera haga el intento de verse bien pero luzca de ese modo.

Malditos chicos sexys.

-Guau, cálmate. -él llega hasta a mí y pone su mano alrededor de mis hombros. - ¿recuerdas que debes hacer todo lo que diga?

Él se encarga de hacer sonar esto como si estuviera diciéndome que me va a regalar un Ferrari mañana. Molesta, le quito su mano y lo enfrento, esperando a que él de sus órdenes, pero no le diré que pienso eso, lamentablemente, Dylan me sigue gustando mucho como para rendirme tan fácilmente cuando he logrado tanto.

Por ejemplo hoy llevo una falda, ¡una falda! Nunca había usado una, ni para mi fiesta de cumpleaños y es rosada, que es lo peor, además de eso, llevo una blusa blanca y luzco como una copia de mi hermana.

Así que esto no será una pérdida de tiempo y Buster no dañara mis planes.

-bien, ¿Qué quieres que haga?

-para empezar, vas a dejar de hablarme tan brusco. -ruedo mis ojos y lo miro, -tampoco puedes rodar tus ojos cuando estés conmigo, ¿sabías que luces como la niña del exorcista cuando lo haces?

Estoy a punto de volverlos a rodar cuando reconozco lo que dice, lo miro mal sin decir nada, Buster solo sigue sonriendo, tan complacido de lo que está haciendo.

-vas hacer lo que diga, cuando lo diga y como lo diga, sin objetar nada. -eso me molesta, pero mi silencio es lo que él necesita para saber que lo hare. -cada vez que te de una orden, tú dirás: "si, mi amo"

¿Qué? Él no me puede obligar a decir esto. Buster me mira como si no tuviera objeciones, pero yo no puedo hacer eso.

-no...

- ¿sabías que grave tu confesión en mi celular? -él saca su teléfono y empieza a reproducir una voz que reconozco, soy yo, mientras le cuento todo como una perdedora.

A veces me odio a mí misma.

-eres un manipulador.

-nada de insultos. -me señala. -cuando lo hagas, te castigare.

Un calambre pasa por mi vientre al oír aquello, no quiero saber qué clase de cosas perversas puede considerar Buster como castigo, y realmente no estoy tentada a descubrirlo.

-esta...

-es: si, mi amo.

Lo miro irritada, no puedo creer que yo vaya hacer esto, suelto un suspiro lo miro irritada.

-sí, mi amo. -Buster sonríe y asiente con la cabeza.

-así me gusta, Mad Cow, callada y sumisa.

Idiota. Pienso cuando veo que me hace señas de que lo siga.

Solo puedo pensar en qué clase de infierno pasare y todo por amor.

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El guardiánentre el centeno o el cazador ocultoes una novela de J.D. Salinger que provoco numerosas controversias por sulenguaje provocador y por retratar sin tapujos la sexualidad y la ansiedad delos adolescentes. Es considerado por numerosos expertos como uno de los librosmás importante del siglo XX. Su protagonista, Holden Caulfield, se haconvertido en un icono de la rebeldía adolescente. Este libro es consideradocomo una de las lecturas obligatorias en algunos colegios de USA^݁|