Capítulo 7.El amor te vuelve loco.

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Capítulo 7.El amor te vuelve loco.

Mad.

Vi cómo se encerró en su habitación mientras yo me tiraba a la cama llena de frustración, ¿Quién era esta chica? ¿Cómo había actuado de ese modo con esa chica de ahora? El monstruo de los celos me invadió y me hizo actuar como una loca marcando territorio, ¿lo peor? Que Buster se dio cuenta de mi actitud y el muy idiota arrogante solo se fue riéndose.

La humillación y la vergüenza que sentía carcomían cada hueso de mi anatomía, lo juro, creo que estoy creando una bestia bipolar en mi cuerpo.

- ¿Qué hiciste? Tú no eres así. -me dije a mi misma y coloque la almohada sobre mi cara soltando un grito. -idiota, idiota. Ahora él pensara que eres una loca... bueno, él ya piensa eso pero... ¡Ahhh! ¿Por qué tenía que actuar de esa forma?

- ¿estás hablando con alguien? -Buster asoma su cabeza por la puerta y mira el lugar. -creí escucharte hablando con alguien.

- ¿hablar? No, no... yo solo pensaba en voz alta, ya sabes, así como cuando dices tus pensamientos hablando tú sola. Es de gente normal.

Si, gente normal como la señora de los gatos que creía ver al fantasma de su gato y que en la noche él se apoderaba de su cuerpo. Así de normal era yo.

-Claro... -Buster me miro y cerró la puerta de mi habitación, pero luego la volvió a abrir. -la próxima vez cuando vega alguien a alquilar la pieza, déjamelo a mí, no quiero que espantes a todos.

Fruncí mi seño molesta y lo miro, claro, él quiere hablar él para traer a una rubia tetas falsas aspirante a modelo o actriz porno para vivir con nosotros, digo, con él, porque yo me iría. No aun. Pero me iría.

-es tu problema, ya te lo dije, yo solo viviré aquí por un tiempo.

-eso no fue lo que pareció cuando trataste de esa forma a la chica. -él me sonrió y negó con su cabeza. -pobre, va a quedar perturbada.

- ¿Qué? Perturbada quede yo con sus enormes tetas, creo que hasta George tendrá pesadillas con ellas.

Buster no dejo de sonreír mientras que yo me irritaba cada vez más, ¿Por qué demonios él tenía que sonreír de aquella forma? Yo buscaba alguna cosa para hacerlo molestar pero él disfrutaba tanto de eso que simplemente la burlada era yo, no él.

Lo odio a veces.

-tranquila, si tienes pesadillas, yo estaré aquí. -me guiño su ojos mientras se iba ya por fin.

Trague saliva y comencé a morder la almohada, no, yo no tendría pesadillas con las tetas de la rubia esa pero si con Tori, ya eran tres noches en las que no podía dormir, siempre me despertaba en la noche sudando y gritando el nombre de Tori, siempre tenía aquella imagen de una chica de cabello rizado cubierta de sangre.

Mire hacia la ventana y pude ver los edificios, pensando en cómo sería solo sacar todo esto de mi cabeza, solo olvidarme completamente de todo, como si nunca nada hubiera pasado. Pero lo malo de olvidar es que todo se borra, y ¿Cómo podría olvidar yo a Buster? ¿Cómo a mis amigos? No, simplemente yo no podría hacer tal cosa.

Cierro mis ojos y me acurruco en la cama, mi estómago me informa que debo comer algo y sin estar muy preparada para volver a verlo en los pasillos, me levanto un poco más desanimada de lo habitual, es increíble como estar enamorado te convierte en una persona con problemas mentales y te da bipolaridad, primero deseaba lanzarme sobre Buster y besarlo, luego quería golpearlo, después me hizo sentir enferma de celos y ahora ya no lo quería ver.

¿Quién dijo que el amor no te desquicia?

Antes de salir mire hacia los lados para comprobar que todo estaba despejado, Salí sin hacer mucho ruido y fui hasta la cocina tratando de averiguar que podría hacer, por suerte, la madre de Buster al parecer se había encargado de llenar la despensa ya que su hijo era tan descuidado que sabía él no lo haría, sintiéndome un poco molesta por usar su comida decidí decirle luego que este tipo de gastos no los repartiríamos los dos, o haríamos eso de comprar cada uno su alimento, y mientras hacia un sándwich pensé en las posibilidades que habían de vivir con Buster, tener que compartir el baño, posiblemente toparme con él en toalla, este tipo de cosas no fue molestándome tanto cuando pensé, tendría que soportar su desorden, sus malas bromas e incluso, tendría que compartir la cocina y cada espacio con él.

-esto va a ser difícil.

- ¿Qué va a ser difícil? -salto ante el susto que me causa la pregunta de Buster y volteo a verlo con cara molesta. -oye, te estas comiendo mi comida.

El sándwich de jamón y queso que estaba masticando fue sacado de mi mano y Buster me miro molesto para luego darle él una mordida, abrí mis ojos incrédulos y airados para verlo, ¡ese sándwiches es mío!

- ¿Qué haces?

-comiendo. -si será tonto.

-me refiere a, ¿Por qué te comes mi sándwich? Dámelo. -me acerco a él molesta pero Buster pune su dedo frente a mi moviéndolo en negación, yo lo miro a un molesta.

-esta es mi comida, así que esto es mío también.

-pero yo lo hice.

-con mi comida.

- ¡eres un maldito idiota! -voy a alejarme de alli zapateando pero la mano de Buster jala mi codo y lo veo rodar mis ojos. -suéltame, no me toques.

-está bien, tampoco me gusta el jamón. -deja el sándwich en mi mano y lo veo sacar una pizza para calentar, lo veo con total incredulidad.

Acaba de decirme que es su comida pero luego dice que ya no le gusta el jamón para después dármelo, ¡es un gran tonto!

-oye, deja de mirarme como asesina serial.

-desearía ser Stephen King para escribir una historia de terror contigo.

- ¡oh! Eso es lo más tierno que me has dicho, ¿seré el chico que te salva de los payasos asesinos y luego me besaras?

-no, yo seré la tipa con el cuchillo que se meterá a tu habitación y te despellejara.

Me quedo mirándolo, veo como traga saliva un poco molesta por la escena que se debe estar repujando en su cabeza, alza sus ojos verdes y los pone justo en los míos.

-gracias por avisarme, le pondré seguro de ahora en adelante a mi cuarto.

Se da la vuelta y saca la pizza del microondas, aun mirándolo, me sorprendo a mí misma pensando en lo lindo que es este chico, lo juro, yo no estoy bien de la cabeza, hace solo cinco segundos deseaba golpearlo con un florero y ahora estoy diciendo lo lindo que es, ¿no son estas actitudes de una psicópata? En definitiva, el amor nos vuelve locos, y a mí, me vuelve loca y asesina psicótica.

En conclusión, el amor es incluso más peligroso que ex despechada y borracha con plan de minutos ilimitado.

Tomo el sándwich que tiene el enorme mordisco de Buster y me voy a mi cuarto, tengo que comprar un televisor ya que aquí no hay uno, o por lo menos, no en la sala, ya que cuando paso por la habitación de Buster que esta frente a la mía escucho el ruido de uno en ella, solo espero que el muy chimpancé no se ponga a ver pornografía en la noche, porque con mis pesadillas y los gemidos de alguna mujer, no creo que sea capaz de dormir hoy.

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¡¡Comenten y voten!! en ese orden, jeje, les deseo una feliz semana con este cap...

nos vemos pronto

Bye, bss

Si No Te Amara ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora