Capítulo 10. Centro comercial*
Para algunas chicas, comprar ropa era lo mejor, en cambio yo, realmente odiaba tener que ir a los centros comerciales y más aún cuando tenía que hacerlo con mi hermana. Yo le dejaba eso a papá. Sí, mi padre me compraba mi ropa, ya saben una de las razones de porque era una rechazada.
Ahora tenía que sobrepasar mi odio por tener que ir a los centros comerciales e ir a comprar ropa con Ryan, Majo, Juju y Hill. La verdad es que ellos se comprometieron a acompañarme, y ahora estaba aquí, con mis amigos en una tienda de lencería comprando ropa interior.
¿Acaso había algo más vergonzoso?
-te imaginas lo caliente que te verías con este sexy sostén. -Majo me señalo un sostén de encaje color rojo, lo descarte, no sé ni porque habíamos entrado aquí.
Pero cuando Juju se entretuvo mirando los maniquís casi desnudos y Majo dijo que sería bueno comprar lencería, todos entramos a ver.
-sí, porque no vamos y te lo pruebas. -Juju cogió el sostén y me señalo uno de los vestidores, sonriéndome pícaramente.
-no tendrás ninguna oportunidad con ella, hermano. -Majo le quito el sostén, mirándolo retadoramente. -además, tú no sabes nada de moda, ¿recuerdas que aun dejas que mamá te vista?
Juju hizo una mueca pero le quito el sostén a su hermana.
-vamos Mad, mídete este sostén.
- ¿sabes que aunque me lo ponga no dejare que tú me veas con él? -Juju hizo una mueca pero aun así me señalo los vestidores y me entrego el sostén.
-es bastante lindo, Cownie. -volteo rápidamente la mirada hacia Majo cuando dice aquello, ¿Cómo me llamo? - ¿Qué?
- ¿Qué dijiste? -le pregunto, volteando la mirada hacia Ryan y Hill quienes se hacen los bobos. - ¿Quién te dijo ese nombre?
-vamos, es lindo, Cownie, Madisson Cownie Gillies, ¿Por qué no lo habías mencionado antes?
Juju empieza a reírse y Majo intenta no hacerlo, los voy a matar, ¿Cómo pudieron decirles mi segundo nombre? Si, bien, yo tenía un asqueroso segundo nombre por culpa de mi abuela, quien estaba muy encaprichada con unas chicas coreanas que tenían nombre muy raros, por suerte no me llamaron Ha Cow Nie, porque así pensaba llamarme ella. Pero después de que mi madre dijera que no, termine llevando el Cownie como segundo nombre.
Pero yo odiaba que alguien me llamara así.
-no vuelvas a llamarme así, ese es el llamado de la bestia. -Majo empezó a reírse pero me ignoro, yo sonreí y le recibí el sostén.
Después de varias horas, habíamos recorrido el centro comercial y comprado varias cosas, ahora estábamos aquí en esta tienda de lencería. No pensaba que nada de esto pasara. Bueno, yo no pensaba que mi vida se iba a convertir en esto. Pero todo lo hacía por amor.
Dylan, después de que él me deseara solo tendría que alejarlo de la bruja de Carlie, Dylan era el amor de mi vida y yo le iba a demostrar que los dos éramos almas gemelas, solo tengo que seguir mi plan.
-está bien, pero no creo que sea de mi gusto. -mencione para mí misma. Mirando el sostén en el espejo.
-uh, te queda increíble. -pegue un salto cuando escuche la voz de mi amigo, voltee a mirarlo y vi que estaba conmigo dentro del vestidor, con una yo casi desnuda.
- ¿Qué haces aquí, Ryan?
-solo comprobando que te compres ese sostén. -se acercó a mí y miro mis senos, como calculando algo. -no son tan pequeños, ¿Cómo habías escondidos ese par?
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Si No Te Amara ©
Teen FictionBaje mis ojos, sin ser capaz de mezclarme con aquel par de esmeralda que brillaban pidiendo ser admirados, no podía, porque verlo era tan doloroso como exquisito, como comer helado cuando sabes que te engordara, como ver una película de miedo cuando...