Capítulo 39. Yo no te amo.*
Buster.
El padre de Mad me golpeo suavemente la espalda de forma de saludo y me brindo una de sus sonrisas.
-gracias por cuidar de mi hija, Buster. -sí, bueno, si él supiera la forma en como yo la acababa de "ayudar" no estaría tan de acuerdo.
-claro que sí, señor Gillies.
Él soltó un suspiro, estaba enfrente de mi casa y esperaba a que se fuera para yo subir rápidamente a darme una ducha muy fría, la necesitaba con urgencia, pero él solo se quedó alli mirando al suelo.
-no debería decir esto, pero ojala Madisson viera tus sentimientos. -de inmediato mis mejillas se coloraron, ¡joder! En serio todo el mundo notaba mis sentimientos por Mad menos ella. -tu eres un buen chico, Buster, si no es mi hija, la chica que sea será afortunada.
-e-esta... bien. -le sonreí, sintiéndome nervioso de tener a mi futuro suegro diciéndome esto, era reconfortante y vergonzoso. -que tenga buena noche.
-tu igual, hijo.
Entre a casa y Salí corriendo hacia las escaleras cuando una voz interrumpió mis movimiento, ¿en serio? Yo estoy que me estallo y Mad me ha dejado demasiado caliente, no aguantare más si no me bajo yo mismo la circulación que me quema aun, joder, es que de solo recordar cuando se quitó mi camisa, ¡no! Que digo, cuando ella tenía mi camisa, siempre le quitado la ropa a las chicas pero ella se veía estupenda con la mía puesta, y sus labios, a veces pienso que soy un maldito pervertido por imaginarme sus labios en mí, ¿Qué digo? Por yo comerme esos labios y... en serio necesito esa ducha.
-Papá. -era extraño ver a papá en la casa, casi siempre estaba en la panadería con mamá y Mike era quien usualmente estaba aquí, claro, cuando no estaba ligándose a alguna chica por ahí.
-Buster, ¿Dónde estabas? -él me reparo, ¿han escuchado eso de que las madres tienen un sexto sentido y saben cuándo hacías cosas que no debías? Bueno, mi padre era quien había sacado ese don. - ¿está todo bien?
-sí, papá, solo estaba donde Mad. -rasque mi cuello sintiéndome nervioso, recordar de nuevo a Mad hizo que mi pantalón apretara cada vez más.
- ¿Dónde Mad? -él pregunto extrañado, de pronto su cara se ilumino a modo de comprensión como si él recordara algo. -Buster, hijo, ¿estas usando protección?
Gran mierda, ¿Qué situación más vergonzosa cuando tu padre te habla de sexo? Bueno, soy un chico pero esto sigue siendo demasiado para mí.
-mira, sé que lo has hecho antes. -mis mejillas parecían estar demasiado vulnerables hoy de teñirse de rojo, me sentí como una puta cría pero debo admitir que cuando tu padre te dice esto hay excusa. -no te sorprendas, yo fui un chico y además he visto a las chicas salir de la habitación de invitados.
Bien, no es que yo sea un maldito mujeriego pero si he estado con chicas, no tengo una lista enorme y tampoco las clasifico una para cada día como si ellas se trataran de ropa interior, soy un hombre y tengo necesidades, lo sé, pero eso no significa que yo sea un don juan y vaya por ahí ilusionando chicas, no cuando sé que solo ha habido una de la que he estado enamorado por casi tres malditos años.
Joder, sí, podrían pensar que soy un puto marica, pero es verdad, soy un maldito idiota, soy bromista y eso no lo puedo evitar, pero nunca seré capaz de romper el corazón de alguien cuando yo sé lo que se siente, Mad no es mala, ella a veces es demasiado ingenua, demasiado ciega, y yo soy lo suficientemente tonto como para darle las señales incorrectas.
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Si No Te Amara ©
Teen FictionBaje mis ojos, sin ser capaz de mezclarme con aquel par de esmeralda que brillaban pidiendo ser admirados, no podía, porque verlo era tan doloroso como exquisito, como comer helado cuando sabes que te engordara, como ver una película de miedo cuando...