Capítulo 22. Estupido Marciano
MAD.
Si la Mad del pasado me hubiera dicho que tendría que ir a la casa de Buster para limpiar su desorden, le hubiera pateado el trasero en ese mismo instante. Pero si la Mad del pasado, me hubiera dicho a mí, Madisson Gillies, que tendría que ir a la casa de Dylan para hacer un trabajo con él, sí que me hubiera reído en su cara.
Pero ahora estaba aquí, delante de la casa del amor de vida y yo mirando como estúpida imaginando cuando nuestros bebes corretean por el césped y el perro de la vecina se intente orinar mientras yo lo espanto, luego Dylan llega de trabajar con una corbata y me besa en los...
- ¿Qué haces estúpida? ¿Estas regando las plantas con tu baba?
Mi sueño fue interrumpido por un gran idiota con cara de marciano.
-tonto.
-yo también te quiero, Mad Cow.
Rodé mis ojos y bufe, empecé a caminar con Buster a mi lado en silencio, aun no entendía el sentido de llamarme Mad Cow, me molestaba tanto. ¡Yo no era una vaca loca! Cuando iba a presionar el timbre de la casa, Buster pareció pensar igual que yo porque nuestros dedos se tocaron en el momento, voltee a mirarlo cuando sentí como una extraña corriente eléctrica recorrió por todo mi cuerpo, pero de seguro fue el timbre, porque Buster solo miro hacia el suelo.
El momento incomodo paso rápido cuando la puerta se abrió y pude ver a Dylan, su gran sonrisa hizo que olvidara lo que estaba pasando.
-pasen.
Recordaba la casa de Dylan muy bien, pero ahora, había cosas diferentes. Me sentí un poco mal cuando vi como todo parecía distinto, el color de las paredes, los muebles, hasta los cuadros habían cambiado. Y eso me hizo recordar que todo había cambiado, no solo su casa, sino todo.
Ojala pudiera recordar algo de esa noche donde todo se volvió un desastre, de esa forma sabría por lo menos como fue nuestro último día siendo la manada. Pero ese día había estado tan borracha que no recordaba mucho.
-subamos a mi cuarto, mamá está usando la sala.
- ¿tu mamá? ¿Ella está aquí? -la emoción me invadió de repente, yo recordaba a la señora Lautner, ella era muy agradable, ella tenía un negocio de productos de belleza y casi siempre estaba en él.
-sí, está haciendo inventario con unos compañeros.
Él me sonrio y empezó a caminar, por el contrario, Buster estaba callado mirándonos un poco aburrido. Tonto.
La habitación de Dylan era también diferente, ya no tenía la pared cubierta por un papel tapiz del hombre araña. Ahora eran de un simple azul, no había carros ni video juegos, solo su cama, algunas pancartas de grupos de bandas que no sabía ni que le gustaban y fotos. Cuando las vi, un nudo en mi garganta me hizo recordar lo inevitable.
Que Dylan tenía novia.
Cuadros con Carlie y él en varios escenarios aparecieron, todos ellos para decirme que él estaba con otra persona, aleje mi mirada de allí intentando que el dolor no apareciera en mis ojos. Dylan estaba prendiendo su computador y Buster estaba mirándome, cundo nuestras miradas cruzaron, sentí como una atmosfera diferente cambiaba.
Sus ojos se notaban tristes por alguna razón, mientras que yo no podía evitar sentir una nostalgia extraña.
-listo, podemos hacer un poco de investigación y luego...
La puerta sonó interrumpiendo a Dylan en el proceso, Buster seguía mirándome y por alguna extraña razón, yo no era capaz de quitar mis ojos de él. Dios, ¿Qué me pasa? Note todo, por primera vez, vi lo guapo que era, su cabello tan negro que podía ser del mismo carbón, su piel blanca bronceada y esos ojos, del más frio plomo que podría ahogarte tan rápido matándote en el proceso, y yo lo notaba, su camisa azul sobre esos músculos fuertes que él muy poco presumía o sus manos, empuñadas.
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Si No Te Amara ©
Teen FictionBaje mis ojos, sin ser capaz de mezclarme con aquel par de esmeralda que brillaban pidiendo ser admirados, no podía, porque verlo era tan doloroso como exquisito, como comer helado cuando sabes que te engordara, como ver una película de miedo cuando...