Capítulo 9. No debo, pero quiero.

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Capítulo 9. No debo, pero quiero.

Mad.

No debería de estar aquí, me digo a mi misma mirando a Buster de reojo, no debería verlo de esa forma, no debería de imaginarme cosas demasiado pervertidas con él o con su pecho desnudo. No debería.

Pero lo estoy haciendo.

-Realmente se descompuso la lavadora. -él está en la terraza donde una pequeña máquina del demonio ha arruinado todos mis planes de mantenerme lejos de Buster.

-déjame mover unas cosas allí. -él tiene su cabeza dentro de la lavadora, por lo que puedo observar libremente su pecho sin que me vaya a ver.

Esta mañana cuando quería lavar un poco de ropa descubrí que esta estaba descompuesta, Buster había salido a revisar, pero mientras estaba funcionando algunas cosas el dispensador de agua lo mojo, si, más patética para donde.

Toda la escena erótica se volvió incluso más insoportable para mí manejar cuando él se quitó su camisa.

-creo que con esto... -se removió hacia adentro, sea lo que fuera que está haciendo, hizo que los músculos de su pecho se marcaran incluso más y que me mordiera el labio como una total pervertida.

Pero, ¿Cómo me culpan? Por dios, con semejante pecho delante de ustedes, ¿no se quedarían como niñas viendo una botella enorme de Nutella frente a ustedes? Los músculos de su pecho se contraían conforme él se movía, de pronto, él se metió más a la lavadora haciendo que los pantalones de si pijama se bajaran.

Y oh por todo lo bello y comestible de este mundo, su uve se notaba visiblemente desde mi lugar y la marquilla de su bóxer se dejaba ver a la perfección.

-diablos.

- ¿sucede algo? -Buster me pregunto ante mi exclamación, negué con mi cabeza cuando recordé que él no me podía ver.

-está bien, iré a tomar un poco de agua.

No dije nada y me escabullí de alli, si lo seguía viendo, juro por el dinero que no tengo que me lanzaría sobre él y le terminaría de arrancar la ropa. Si, demasiado canibalismo para tan temprano en la mañana.

Vi al pequeño George dando vueltas por el suelo y me agache para tomarlo, debo decir que en muy corto tiempo le he cogido cariño, más aún porque él ya nos ha ayudado a espantar gente indeseada.

- ¿Quién es el mejor? ¿Quién? ¿Quién? -lo sobe con voz de mimo. -Eres incluso más eficiente que un rottweiler, cuando sea millonaria no comprare perros sino Hámster para que cuiden mi mansión.

Escucho una risa detrás de mí, me volteo para ver al indeseado y me lamento inmediatamente de hacerlo, Buster esta erguido frente a mí, su pecho aun descubierto y roseado por un poco de agua que le debió haber lanzado la lavadora, su imagen me deja incluso más descolocada que la que tenía ahora.

- ¿Hámster guardianes? -pregunta divertido, sin hacer acopio a como lo estoy viendo.

Pongo mi boca en una línea y siento como mis mejillas se sonrojan, así que me doy media vuelta rápidamente para que no me vea y huyo hasta la cocina, sin embargo, Buster me sigue hasta alli.

-es una idea muy original. -comenta, yo sigo sin decir nada, juro que si abro esta boca le pediré que me tome aquí mismo como si fuera Christian Grey y me haga la mamá de todos sus hijos.

Así que Mad, estate calladita.

-ya está lista la lavadora, deberías esperar solo un poco. -sigo sin hablar, Buster me observa, aunque estoy de espaldas a él, puedo sentir sus ojos perforando en mí. - ¿está todo bien? ¿Por qué no me hablas?

Si No Te Amara ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora