Capítulo 29. Pirañas y lobos.

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El protagonista de Mike, uno de los miles de chicos que impiden mi sueño a ser monja y hacen que este mas decida por convertirme en violadora-de-modelos OKNO. alli les dejo esa foto del hermanito de Buster por el cual Mad le seria infiel... jejeje, eso tampoco.

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Capítulo 29. Pirañas y lobos.

-esto es vida, mira mi amor, aquí es donde dormiremos todos. -Julieth le señalo a su esposo, quien ya se había presentado conmigo.

Y oh por dios, era realmente guapo, en serio, ya veo por qué Julieth se había quedado a vivir en escocia, yo también lo haría si todos los hombres eran como él. Aunque tenía algo malo, no hablaba nada de inglés, solo escoces, por lo que cuando hablaba, Julieth era la única que entendía.

- ¿Qué? Creí que dormiríamos en la casa rodante. -le dije a la chica, ella negó aun sonriendo y fue su madre, la señora Collins, quien puso una mano en mi hombro y negó con la cabeza.

-que buena broma, Mad, ¡claro que no! Dormiremos al aire libre.

Pero, pero... me quede mirándola con cara de tonta como si no hubiera entendido nada, tal como Calum Mackenna, el esposo de Julieth, claro, aunque él si en verdad no había entendido. No podíamos dormir alli, habían mosquitos, bichos, ¡posiblemente hayan bestias más feroces que pudieran comerme!

Oh no, y Buster me está mirando con una sonrisa cínica en su cara, no creo que hayas bestias, yo soy la que me quiero comer a otra persona, ese pensamiento cruzo por mi cabeza, y de inmediato me regañe por pensar esas cosas, ¡Ay Mad! Pero si el calor ya te está afectando, porque una cosa era segura, hacía un calor del mismo infierno.

- ¿Qué? ¿Acaso tienes miedo?

-cállate, idiota. -susurro bajo hacia Buster, quien no me había dado cuenta que se había cercado, trato de que no se acerque mucho, en serio, no estoy controlando estas ganas animales de lanzarme sobre él... ¡ay no! ¿Qué clase de persona soy? -no podemos dormir aquí, ¿Qué tal que se aparezcan leones o lobos?

Buster soltó una carcajada que hizo a sus varios de su familia voltear, Julieth nos dio una mirada de lo más extraña, pero yo trate de ignorarla.

-ay Mad, creí que eras más inteligente, pues si no hay leones en California. -Buster sigue riéndose, bueno, no es que sea tonta, pero tampoco es como que me interese mucho la fauna de nuestro país. -aunque lobos, quien sabe caperucita, puede que haya uno por ahí que te quiera comer.

Cuando dice esto último, se acercó mucho a mí, su aliento choco contra mis labios haciendo que un revoltijo me hiciera estremecer, me olvide de que hace unos solo segundos quería alejarme de él lo más que pudiera, ahora quería estar tan cerca de él que nos camufláramos. Pero cuando escuche la voz del señor Collins, esa que se parecía tanto al de un general, salte de mi lugar alejándome de Buster. Ahora que estaba lo suficiente lejos de este maldito primate, fruncí mi ceño y lo mire mal.

-te odio.

-cuanto cariño, nena.

Gruñí, pero el señor Collins volvió a llamarnos y no hubo más remedio que seguirlo. Todos nos hicimos en fila mirando al padre de Buster, parecíamos una tropa, pero era gracioso ver la cara de todos, la de la señora Collins y la de Julieth eran dos grandes sonrisas emocionadas, la de Buster y su hermano, era de total terror, el esposo de Julieth tenía esa cara de tonto que no entendía nada (porque no lo hacía) mientras que Stephanie llevaba su cara de aburrimiento como siempre. Yo solo miraba a Buster enojada, ¿Por qué tenía que ser tan idiota? ¿Por qué no podía alejarme de él? Ugh, como lo odiaba.

Si No Te Amara ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora