2. Secuestrada por un asesino.

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Camino hasta el banco que está aproximadamente a 15 minutos de casa escuchando música. No paro de mirar en todas direcciones. ¿Sabes esa sensación de que algo malo va a pasar en cualquier momento? Así me siento. Llego al banco y cuando estoy hablando con una señora mayor que trabaja allí, se escucha un ruido seco de un disparo que resuena por todo el lugar.

-¡Al suelo! -grita un hombre sosteniendo un arma- ¿Sabéis quién soy yo? -puedo sentir como sonríe y el miedo está en mis venas- ¡Exacto! ¡soy Hunter! -ríe- y creo que todos saben cuál es mi trabajo.

-¡Genial! -Lo sabía... ¿CON QUE UNA PARANOIA EH, ASHTON? Ay, Dios, Ashton... ¿Dónde está mi héroe cuándo lo necesito? ¿Por qué pienso esto cuando el asesino más famoso de la cuidad está a solo unos metros de mi?

-¿Genial? -pregunta Hunter y palidezco. ¿Lo he dicho en alto?- Parece que tengo una fan.

-No, no, no... Yo no quería... Yo a veces hablo... -no puedo terminar mi oración ya que Hunter me tira del pelo, haciendo que me levante.

-¡Cállate! -espeta.

-Ay no... ¿qué me vas a hacer? -lloro- Seguro que me disparas en la cabeza... Quizás en el corazón... Ay, ¿pero qué digo? Eres un asesino sanguinario. De seguro me dispararás en un brazo y luego en una pierna y me verás desangrarme mientras sonríes y lo guardas en tu memoria. ¡Quizás ni eso! No quedará ni un mísero recuerdo en tu cabeza, moriré en el olvido y sin un ápice de arrepentimiento.

Continúo llorando mientras intento controlar mi respiración. Miro a Hunter, que está frente a mí, anonadado. Me doy cuenta de que su mano ya no está en mi pelo y todo el mundo me está mirando. Después de unos segundos se escucha la risa del asesino.

-¡Tú te vienes conmigo! -dice mientras me abraza.

¿Por qué me abraza? Me va a secuestrar para matarme...

-No puedo ir... Mi padre me esta esp-- iba a continuar con mi explicación pero me interrumpe.

-No te lo he preguntado, niña. Te vienes y punto. Me importa poco lo que tengas que hacer o quién te esté esperando.

Iba a volver a quejarme pero siento un golpe en mi cabeza y todo se vuelve negro.

Abro los ojos con dificultad, estoy en una habitación con una lámpara que apenas ilumina el lugar. Intento moverme pero descubro que estoy atada a una silla, de pies y manos. Cierro los ojos con fuerza, rezando porque todo sea un mal sueño, pero cuando los abro, nada cambia.

-¿Hola? -digo pero mi voz suena somnolienta, así que, me aclaro la garganta y vuelvo a hablar- ¿Hunter? ¿esto es un secuestro?

Me siento idiota al preguntar estas cosas, puede que él ni siquiera esté aquí y me encuentre hablando sola. ¿Cuánto tiempo habrá pasado? Creo que ya me estoy volviendo loca. Suspiro cansada y entonces escucho a Hunter hablar.

-Al fin despiertas, bella durmiente. Bienvenida a tu secuestro, tu peor pesadilla -suelta una risa seca.

-No... No lo entiendo... ¿Qué quieres de mí? ¿violarme? OH DIOS, ¡SOY VIRGEN! Nunca he tenido novio y y y... Ay no, a lo mejor solo quieres jugar con mi mente... Dejarme aquí hasta que me suicide o muera por necesidades básicas... Eres cruel -digo entre lágrimas.

-¡EXACTO! Por eso te quiero, bebé.

-¿Me quieres por ser virgen? -pregunto confundida- ¡NO! ¡ERES UN SÁDICO! ¡COMO CHRISTIAN GREY! Pero peor, tú me matarás cuando acabes. Por favor, no me mates, yo sabía que hoy no sería un buen día... -lloro.

-No me hagas reír, niña -contesta sonriente- te quiero porque me das ideas para torturar a mis víctimas. ¿Lo sabías? ¿cómo? ¿qué sabías?

Enamorada del asesino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora