Me subo al coche y ambos me miran sorprendidos.
-¿Lo has conseguido...? -pregunta Hunter.
-Claro que sí, ¿no ves que tiene la carpeta? -le contesta Thomas-. ¿Cómo lo has hecho tan rápido?
-¡Esa no es la pregunta! -reprocha Hunter-. ¿Cómo se te ha ocurrido llamar a la puerta?
-Chicos, si os calláis os lo cuento todo -me río y ambos asienten-. He entrado por la puerta porque es lo que nadie se espera y simplemente se lo he pedido por las buenas, pero como no ha funcionado... He utilizado a su mujer para amenazarle. Me la ha dado y después me ha explicado que Kyle envía a todos sus hombres de confianza con él para probarlos, y luego ve lo que hacéis, ya que Steven lo graba todo -hago una pausa-. Ahora, ¿me podéis llevar junto a Kyle?
-¿¡CÓMO!? -grita Hunter- ¿es una prueba?
-¿No lo sabías? -ups, he hablado de más entonces.
-No -gruñe-. ¿Tú lo sabías? -mira a Thomas y este agacha la cabeza, negándolo-. ¿Por qué te lo he dicho a ti y a nosotros no?
-No sé, le habré parecido confiable -me encojo de hombros-. Pregúntaselo a Kyle. Pero llévame con él ya, por favor.
No me apetece demasiado discutir ahora, y al parecer, a él tampoco, ya que arranca y empieza a conducir. Tengo cierta curiosidad por cómo serán las otras dos personas que voy a conocer. Si Kyle confía en ellos, significa que son buenos. Me pregunto si habrá alguna chica... Durante todo el trayecto me centro en mirar el paisaje y escuchar algún que otro insulto que se lanzan los dos asesinos. En unos veinte minutos, llegamos al mismo edificio donde conocí a Kyle. Subimos al mismo piso de la última vez y los tres entramos al gran despacho con vistas.
-¡Anabell! -me saluda Kyle abrazándome-. Te estaba esperando. Ven, ven, siéntate -le sigo hasta su escritorio, al lado de su silla hay otra idéntica. Parece bastante cómoda y es de un color morado oscuro-. Pensé que así sería mejor, si quieres puedo cambiarla a otro color, hay en azul, negro, blanco, naranja, verde...
-Me encanta el color que tiene ahora, combina genial con la habitación.
No me había fijado antes, pero los muebles son de un color caoba bastante oscuro y los detalles blancos. El morado combina muy bien.
-En el fondo sabía que te gustaría. Es genial, ¿no crees?
Los chicos se sientan en los sofás de enfrente.
-¿Molestamos? -gruñe Hunter.
-Me había olvidado de vosotros -confiesa Kyle-. Lo siento, es que tener a Ann aquí después de lo que he visto, es demasiado -se ríe-. Quiero recompensarle.
-¿Ya has visto lo de Steven? -asiente.
-¡Has sido la mejor, sin duda! No esperaba menos de ti -mira a los chicos-. Tomad, mirarlo vosotros, podéis iros más atrás si queréis, yo mientras hablaré con ella. Si tenéis algo que objetar, será otro día -les da un ordenador portátil y ellos le obedecen.
-Me has encantado, ya lo sabes. Cuando le has ajustado la corbata, ¡maravilloso! -aplaude-. Muy ingenioso por tu parte actuar como una invitada, me ha sorprendido en el buen sentido, pero lo que más... Que usaras a su mujer, él suele fingir que tiene una hija, pero en realidad las fotos de la niña son de internet. ¿Por qué no lo has usado? -me río.
-Thomas me dijo en el coche que lo usara, pero me parecía demasiado obvio, no sé -ambos reímos-. Cuando vi la foto de su mujer tocando el piano... Fue lo mejor que tenía.
-Me ha dicho James que le has asustado de verdad, les has gustado -me sonríe.
-¿Por qué lo llamáis por su apellido? Creo que recordar que Thomas me habló de un tal James hace mucho... Pero ahora que lo pienso, puede ser el mismo Steven -¿qué me dijo Thommy? A penas lo recuerdo.
-Oh, sí... Hay otro Steven en una mafia, un líder se llama igual, así que por eso le llamamos James. Él encontró a Thomas, sí, se llevan muy bien. Cuando mandé a Thomas a lo mismo que a ti, se sorprendió al ver que era él, pero luego se centró en su trabajo. Era la prueba perfecta para ver su lealtad. Enfrentarse al hombre que le apoyó y enseñó... Magnífico.
Ahora todo tiene algo más de sentido. Aunque, pobre Thomas...
-Cambiando de tema, ¿lista para conocer a mis hombres? -definitivamente son dos chicos, asiento y el pulsa un botón en su teléfono-. No tardarán en venir.
Hunter y Thomas le devuelven el ordenador a Kyle.
-Esa es mi chica. No te esperaba así -Hunter me revuelve el pelo. Kyle pone los ojos en blanco.
-No me gusta que subestimes su potencial, Hunter, puedo notar que tienes mucha influencia sobre ella -habla el jefazo.
-No lo hacemos, no te preocupes -afirma Thom.
Justo se abre la puerta y entran dos chicos, uno detrás de otro, no consigo ver al que está detrás con claridad. El primero es castaño, de ojos avellana y bastante alto. Lleva un traje formal. Cuando llegan hasta nosotros puedo ver al segundo... Va vestido de forma más informal, usa unos vaqueros y una camiseta de manga corta que deja ver su buena condición fisica. Y es... Moreno, de ojos... Grises...
-¿Pasa algo, Ann? -me pregunta Kyle al ver mi expresión, debo parecer demasiado sorprendida, pero es que...
Escucho un bufido de Hunter y entonces nuestras miradas se conectan, ahora lo sé, es él, no puede ser otra persona. Sé que Kyle me está hablando pero no puedo entender lo que dice.
-Sean... -susurro y él asiente con una media sonrisa- ¡Sean! -grito y voy a abrazarle.
-¡Hey, Anny!, ¡con cuidado! -se ríe-. Oye, no llores, ¿qué pasa?
-Te había olvidado, lo siento... Empecé a recordarte en sueños -me limpio pero otra lágrima vuelve a salir- lo siento, lo siento...
-No te preocupes, fue hace mucho... Fue mi culpa por irme, supongo -se rasca la nuca-. No sé que habría hecho si no supieras quién soy. Creía que no te darías cuenta... -hace una pausa- Oh, has cambiado mucho, enana -me mira de arriba a abajo.
-Tú te has hecho muy alto -arrugo la nariz-, y pensar que de pequeños yo era más alta... -me río.
-¡Oye! No digas eso -se ríe también. Escuchamos un portazo, después, la tos falsa de Kyle consigue que salgamos de la burbuja que habíamos creado.
-¿No tienes nada que explicarme, hermanito? -dice Kyle, cruzándose de brazos.
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Enamorada del asesino.
Teen FictionAnabell Stone es una chica temerosa con una imaginación impresionante. Tanto que, al ser secuestrada por el famoso asesino Hunter «Kill», le da decenas de ideas sobre como torturar a sus víctimas. "Le veo acercarse con un cuchillo en su mano. Me va...