Sin esperar más, miro las notificaciones y encuentro tres llamadas perdidas y un par de mensajes, los cuales dicen;
«Ann, cógeme el teléfono, quiero decirte algo muy interesante, soy Kyle por si lo dudabas»
«Si estas durmiendo... ¡despierta! Te imaginaba más madrugadora, ¿me he vuelto a equivocar contigo?»
Suelto una risita. Nunca había conocido a alguien como Kyle, vamos, ¿quién más es capaz de sonar simpático por mensaje? Decido llamarlo pese a la mirada inquisitoria que me lanzan los chicos. Al segundo tono contesta.
-¡Ann! Creía que te había tragado la tierra.
-¡Exagerado! -le acuso-. Perdona, es que me había olvidado de la existencia del móvil, me había acostumbrado a estar incomunicada.
Hunter gruñe. Sabe que es su culpa. Thomas ríe por lo bajo.
-Descuida, no pasa nada. ¿Podrías alejarte de Hunter? En caso de estar con él, claro. Quisiera comentarte algo privado.
-Oh, están los dos. Pero descuida, subiré a mi cuarto -les lanzo una mirada de advertencia para que no me sigan y cuando subo, me encierro dentro.
-Oye, Ann, ¿cómo has conseguido meterlos en la misma casa sin que se maten? -escucho su risa-. Bueno, no hace falta que contestes, seguro que tampoco sabes a qué me refiero.
-Ya sé que se llevan mal. Lo único que hago es hacer que Hunter entre en razón o... No darle tiempo a negarse. ¿De qué querías hablar?
-Directa al grano, ¿eh? Pues no es nada grave, pero el caso es que quiero que conozcas a mis hombres de confianza. Te dije que tenía a cuatro, dos de ellos son Hunter y Thomas, pero... Faltan dos. Ya les he hablado de ti y están deseando conocerte, sobretodo uno, aunque no he conseguido sonsacarle el por qué. ¿Qué te parecería venir cuándo acabes la misión?
-Oh, estaré encantada de conocerles. ¿Qué misión?
-Casi se me olvida -tose falsamente un par de veces y pone una voz sería y firme-. Te quiero en media hora en las coordenadas que te voy a enviar por mensaje. También se las mandaré a Hunter y Thomas, únicamente para que te acompañen, quiero que realices la operación tú sola -hace énfasis en el tú-. Así comprobaré de lo que eres capaz. Lo que tienes que hacer es sencillo, irás al segundo piso, primera puerta a la izquierda y dentro estará Steven James. Debes amenazarle hasta que te de unos documentos, en cuanto le digas que te mando yo, sabrá cuales son. No los mires, son confidenciales. ¿Has entendido?
-¡Sí, señor! -digo en tono militar. Me resulta raro escuchar a Kyle tan serio.
-Bueno, pues eso es todo -se ríe- tengo que estar así de serio al decirlo, porque si no, me entra la risa -se vuelve a reír-. Bueno, ya sabes, en media hora allí -cuelga.
En cuando miro el móvil ya tengo el mensaje con la calle y el número de casa. Abro la puerta y me encuentro con Thomas y Hunter con un vaso en la mano. Apuesto que estaban intentando escuchar.
-Tengo mi primera misión en solitario -suelto un grito de emoción-. Me ha dicho que me acompañéis, ¡pero no podéis interferir! Y lo mejor es que no tengo que matar a nadie -sonrío y Hunter parece enfadarse.
-Enhorabuena, Ann -habla Thomas-. ¿Sabes ya dónde debemos ir?
-Sí, me ha enviado un mensaje con el lugar -se lo muestro a ambos.
-Kyle es jodidamente rápido mandando ubicaciones. Vamos, yo y llevo -dice Hunter.
Empieza a caminar hacia el garaje y yo le sigo, detrás de mi viene Thomas. A veces Hunter es un poco bipolar, juraría que hasta hace nada estaba enfadado... Llegamos al coche y, antes de entrar, cojo un cuchillo que se encuentra en la mesa de herramientas de Hunter. Ambos me sonríen y entramos en el coche, yo me siento en la parte trasera junto a Thom.
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Enamorada del asesino.
Teen FictionAnabell Stone es una chica temerosa con una imaginación impresionante. Tanto que, al ser secuestrada por el famoso asesino Hunter «Kill», le da decenas de ideas sobre como torturar a sus víctimas. "Le veo acercarse con un cuchillo en su mano. Me va...