Enamorada del asesino.

12. Mayor de edad

Cuando despierto son las doce del mediodía, he dormido realmente bien. Estoy a un solo paso de convertirme en una marmota... Espera, ¿habré engordado? Apenas hago deporte...

Salgo de la cama con el propósito de hacer algo más de ejercicio y al salir de la habitación me doy cuenta de algo. Globos. Globos y pétalos de flores tirados por el suelo. ¿Esto lo habrá hecho Hunter? No, no, no, no... ¡Lo sabía! Hunter tiene novia... La traería anoche mientras yo estaba en mi mundo de yupi.

Termino de bajar las escaleras intentando recordar qué soñé anoche e imaginando como será la novia de Hunter. Aunque no lo quiera admitir me molesta un poco. Abro la puerta de la cocina para encontrarme con un Hunter cocinando.

Hunter. Con. Un. Delantal.

Hunter. Cocinando.

Hunter. Bailando.

Apago la radio y empiezo a reírme cuando escucho como él sigue cantando. Debo de estar soñando. Esto es tan divertido.

-Buenos días -dice él con una sonrisa, avergonzado.

-Buenos días no, sigo soñando. Esto no es real -contesto sin darle importancia y sin dejar de sonreír.

-Te he preparado zumo de naranja y unos creppes. Y en el frigorífico tienes una tarta de fresa y otra de chocolate, no sabía cuál podía gustarte más así que cogí las dos...

-¿Qué? -pregunté extrañada- ¿tarta por qué? Normalmente en mis sueños tú solo sueles ser simpático, nos besamos y me despierto avergonzada -él abre mucho los ojos y contiene la risa. Me pellizco un brazo deseando despertar. Pero duele, no es un sueño-. Quiero decir... Ehh...

Siento mis mejillas arder como nunca antes. Bravo, acabo de expresarle mi atracción. Espero que lo tome como una broma personal con la que reírse de mí en un futuro.

-¿Dónde está tu novia? -pregunté intentando cambiar de tema. Me mira confundido- He visto pétalos y globos. ¿Se ha ido?

-Ana... Lo siento -veo tristeza en sus ojos y no sé qué está pasando hasta que me fuerzo a pensar.

¿Qué día es hoy?
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¿CÓMO HE PODIDO OLVIDARME DE MI CUMPLEAÑOS?

-Quería felicitarte anoche pero cuando llegué estabas dormida. Lo siento... Es todo por mi culpa, te tengo secuestrada y no puedes saber el día en el que vives... Hoy es tu decimoctavo cumpleaños y tienes que pasarlo con alguien que te lo ha quitado todo. Ha sido una mala idea hacer esto. ¿En qué estaba pensando? Es imposible celebrar algo así sin tu familia. Fui al súper a comprar los globos y las tartas... Primero cogí la de fresa, pero luego pensé «¿y si prefiere el chocolate?» y acabé cogiendo las dos... Quiero que hoy seas muy feliz y no puedo dejarte ir pero... Maldita sea Anabell di algo, estoy empezando a decir tonterías.

Estoy asimilando lo que acaba de decir, me gustaría contestarle pero no tengo palabras.

-Gracias -susurro finalmente.

Hoy también es el cumpleaños de Ashton. Susurro en mi mente también. Nuestro primer cumpleaños separados.

Voy hacia el salón de forma automática, sé que Hunter me está siguiendo y diciendo cosas a mi espalda pero soy incapaz de entender nada.

Enciendo la televisión y pongo las noticias.

«Hoy es el cumpleaños de Anabell Stone, la famosa secuestrada por Hunter. No sabemos nada de ella desde hace unos meses, su hermano asegura que sigue viva pese a no saber dónde está. Les pasamos con unas palabras del joven que seguro os conmoverán tanto como a nosotros.

-Felicidades estés donde estés Ann. Prometo que no voy a descansar hasta poder encontrarte. Llevábamos meses esperando que llegara este día, nuestro decimoctavo cumpleaños. Imaginamos miles de formas de pasar este día, pero ninguna era así. En todas estábamos juntos, comiendo tarta de fresa y jugando a cosas que solo nosotros entendemos. Fortaleciendo nuestra amistad. Quiero que vuelva a casa, todos aquí la necesitamos y extrañamos, nada es igual sin su torpeza ni su mala suerte. Sé que está viva y sé que me está escuchando. Por eso, lo único que me queda por decir es; felicidades hermanita, te amo.

Nos despedimos con estas palabras tan conmovedoras.»

-Yo también te amo, Ash -susurro y apago el aparato.

Me giro y veo a Hunter mirando al suelo, sintiéndose culpable. No lo pienso dos veces y le abrazo. Sin poder evitarlo comienzo a llorar y él me consuela.

-Estoy bien... Estoy bien -suspiro-. Gracias por todo Hunter, me encanta la tarta de fresa, pero la de chocolate no está nada mal. Y las tortitas son uno de mis desayunos favoritos. ¿Qué podemos hacer hoy? Suelo aburrirme mucho aquí y hoy no voy a permitir que sea así -sonrío.

-¿Estás segura de estar bien...? Si eso es lo que quieres, así será.

Me limito a sonreír y deshacer el abrazo para ir a desayunar. La tarta estaba deliciosa y el desayuno igual pero Hunter me ha dicho que me ponga "bonita" porque quiere llevarme a un sitio fuera de la casa. Al fin me dará la luz del sol.

Después de mirar el armario por al menos media hora me decido por un vestido blanco y fino. Es de tirantes y largo hasta la rodilla, lleva un pequeño cinturón marrón a la cintura. Elijo unas manoletinas blancas de calzado y me pongo una cinta de flores en el pelo. Como último toque, me maquillo un poco. Listo mi look bonito. Espero que le guste, estoy francamente emocionada.

Bajo las escaleras apresurada y me tropiezo con mis pies cayendo sobre Hunter que me sujeta a pocos centímetros del suelo.

-Lo siento, soy demasiado torpe -digo avergonzada.

-No importa -me mira fijamente- estás preciosa. ¿Lista para tu gran día?